Agricultores venidos de toda Cataluña en tractor se concentran este sábado por la mañana en la avenida Maria Cristina de Barcelona para reivindicar el oficio de agricultor como «un sector estratégico» de la economía del país.

Unió de Pagesos ha cerrado este mediodía en la Avenida Maria Cristina de Barcelona la Marcha Campesina por la dignidad, que ha reunido a más de 500 tractores y de 5.000 personas a lo largo de tres días de recorrido por todo el país, con un acto de reivindicación del sector agrario que ha tenido el apoyo de organizaciones sindicales y de la alcaldesa de Barcelona. La Marcha Campesina salió el jueves 26 y el viernes 27 desde 18 poblaciones fines de ruta.

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El sindicato ha reclamado en el acto de hoy que la defensa de la agricultura familiar sea un signo de identidad política del país. Por ello, pide a Gobierno y sociedad que no ahorren esfuerzos en superar los retos que ponen en peligro este modelo agrario: mercados en origen que no garantizan precios justos para los productores, políticas de apoyo al desarrollo rural recortes, gestión ineficaz de la fauna salvaje , espacios agrarios desprotegidos y arbitrariedades administrativas respecto a las fincas agrarias y sus construcciones, y que las administraciones desprecien los representantes sindicales, avalados por las elecciones en el campo, en la toma de decisiones.

Unió de Pagesos recuerda que la estructura agraria de Cataluña es básicamente de agricultura familiar. Según datos del Instituto de Estadística de Cataluña de 2013, de 59.097 explotaciones, 52.823 cuentan con la mano de obra de los familiares, con un total de 93.289 personas. Se trata mayoritariamente de explotaciones de pequeña y mediana dimensión. Además, la renta agraria acumula un descenso del 39%, en términos constantes, entre el 2001 y el 2015. En diez años se han perdido 21.477 explotaciones familiares (en 1993 había 74.300).

Hay que tener en cuenta que la pérdida de explotaciones en los últimos años es una merma del equilibrio territorial de Cataluña, y además, lamina la base de la economía. El sector productor facturó en 2015 4.310 millones de euros. El sindicato ha remarcado hoy que si el sector agroalimentario, que incluye industria transformadora y distribución, es el motor económico de Cataluña, hay que preservar el modelo agrario productor con el que cuenta el país. Por ello, propone un pacto nacional para el sector que ponga la agricultura en primer término.

Hoy, los profesionales agrarios no siempre obtienen el fruto del trabajo cuando llevan los productos al mercado y a menudo los precios en origen son muy bajos. El poder de negociación de los productores catalanes es limitado; sólo tres operadores comerciales (Carrefour, Mercadona y Caprabo-Eroski) en Cataluña concentran cerca del 50% de la oferta comercial, y la agroindustria también está muy concentrada en sectores como la leche, el vino, el aceite de oliva y la carne de conejo.

Para Unió de Pagesos, una política que quiera defender el modelo agrario de Cataluña debe asegurar la justicia y la equidad en el comercio y la distribución de los productos agroalimentarios. La administración debe movilizar recursos para la inspección y control de la normativa de competencia, comercio, consumo y sanidad alimentaria. El Gobierno puede desarrollar la regulación, en el ámbito de Cataluña, de las interprofesionales, los contratos tipo, las agrupaciones y organizaciones de productores, así como también actualizar la regulación de las lonjas y otros mecanismos que aseguren la transparencia de los mercados.

Pep Riera, coordinador de Unió de Pagesos en el Maresme, ha sido el encargado de leer el manifiesto en el que han reclamado «precios remuneradores para los agricultores». También piden «la aplicación inmediata» de medidas para «asegurar la justicia y la equidad en el comercio y la distribución de los productos agroalimentarios». Asimismo, reclaman un «replanteamiento urgente» de la gestión de la fauna salvaje y una legislación que garantice «unos espacios agrarios protegidos».

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha apoyado las reivindicaciones de los agricultores: «Queremos apoyar porque somos conscientes de nuestra fragilidad y de que la vida en la ciudad depende de que cambien las políticas de alimentación».

«Necesitamos soberanía alimentaria y queremos producto de la tierra, de proximidad y ecológico», agregó Colau, que ha ha asegurado que Barcelona «no quiere dar la espalda al campo». «Su lucha es nuestra lucha», dijo la alcaldesa.

El coordinador nacional de UP, Joan Caball, aseguró que «es necesario gestionar urgentemente la fauna salvaje», porque la sociedad debe decidir qué quiere para su territorio «, y la administración debe» cuadrar a la gran distribución «.Unión de Pagesos ha movilizado a los agricultores catalanes que la población reconozca la actividad agraria como pilar de la sociedad del bienestar y para» renovar el contrato de la agricultura y la ganadería con la sociedad «, además de por» democratizar «el sector y reivindicar más ayudas públicas.

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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