El 29 y 30 de junio se celebra en Madrid la cumbre de la OTAN, cuyo objetivo es aprobar lo que llaman nuevo Concepto Estratégico 2022, con el que la alianza militar imperialista prevé incrementar todas sus capacidades militares, sean nucleares, convencionales o cibernéticas. La OTAN, el aparato imperialista contra los pueblos, se rearma por la confrontación militar, contra actores estatales o no estatales, en cualquier región del mundo.
La invasión rusa de Ucrania ha generado el contexto perfecto por la resurrección de la OTAN. Las tornas han cambiado desde aquel 2019 en que el presidente francés Emmanuel Macron aseguraba que el bloque se encontraba en «estado de muerte cerebral». Incluso Finlandia y Suecia, tradicionalmente defensoras de un no alineamiento militar, han pedido integrarse, con elevadísimos índices de apoyo entre sus poblaciones. El ataque imperialista ruso comenzó con el pretexto de “finlandizar” a Ucrania y se acabará con Finlandia dentro de la OTAN. Toda una jugada maestra de Putin, que engrasa el instrumento del imperialismo norteamericano para actuar como gendarme mundial, como ha hecho en Irak, los Balcanes, Somalia, Libia o Afganistán. Desde la defensa de los pueblos contra toda agresión imperialista, reclamamos la disolución de la OTAN, como llamamos no a Putin y todo el apoyo a la resistencia del pueblo ucraniano.
En la cumbre de Madrid se discutirá este nuevo concepto estratégico, que debe actualizar lo que se aprobó en la cumbre de Lisboa de 2010. Y lo hace después de una década que empezó con la intervención en Libia y termina con la guerra en Ucrania, pasando por la humillante retirada de Estados Unidos y sus aliados de Afganistán, el auge militar de China o los ciberataques.
La cumbre de la OTAN debe servir también modernizar los arsenales nucleares, introduciendo la Inteligencia artificial y nuevos prototipos, por mucho que el año pasado las organizaciones antimilitaristas consiguieron la aprobación en la Asamblea general de la ONU del Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares, que no ha firmado ningún país que las tenga y tampoco el gobierno español, que se autoproclama el «más progresista de la historia».
Ahora el PSOE conmemora los 40 años de la entrada de España en la OTAN gracias a las traiciones y maniobras de Felipe González con un referéndum-trampa que consiguió ganar por los pelos. Si entonces era el PSOE quien traicionaba sus compromisos, ahora es la «nueva esperanza» de IU y Podemos, Yolanda Diez, militante del PCE, quien podría protagonizar su propio “OTAN de entrada no”, y participar de la cumbre. En las puertas del congreso del PCE, hay nervios.
Pero más allá de quien se quiere poner en la foto, el gobierno «más progresista de la historia» sigue profundizando el seguidismo del imperialismo estadounidense en materia de seguridad y defensa. El 28 de diciembre del pasado año, sin hacer ruido, aprobaron la nueva Estrategia de Seguridad Nacional. El documento que rige la política de seguridad durante cinco años plantea que «la alianza estratégica de España con Estados Unidos está basada en una relación de mutua confianza con dimensiones políticas, económicas, culturales y militares». Y añade: “España, miembro de la UE y de la OTAN, apoyará la cooperación entre ambas organizaciones como eje central de la seguridad colectiva frente a los grandes desafíos globales”. El mismo 28 de diciembre, el Congreso aprobaba los Presupuestos Generales del Estado con un incremento récord en el gasto militar. El Centro Delàs de Estudios por la Paz denunciaba que el «gobierno más progresista» había batido un récord histórico llegando a 22.796 millones de euros: 1 de cada 5 euros de los que gasta la administración central. Espectacular el aumento del 16,2% en inversiones de armamento. Por no hablar de las autorizaciones a las exportaciones de armas españolas a Arabia Saudí, que las utiliza para cometer crímenes de guerra en Yemen, según ha demostrado el propio centro, en colaboración con Amnistía Internacional y otras ONG. Y en el acto de los 40 años de entrada en la OTAN, Sánchez se comprometía ante el secretario general, Stoltenberg, a más gastos militares.
Que no nos vengan a dar lecciones de pacifismo ni de antiimperialismo, nadie que apoya este gobierno. Y que no se llenen más la boca con proclamas sobre el gasto social. El Gobierno PSOE-IU/Podemos se subordina, como todos, a Estados Unidos y la OTAN y dilapida recursos públicos que deberían destinarse pensiones, sanidad y educación para incrementar el gasto militar. ¡Disolución de la OTAN, bases fuera!
Periodista y activista de Lluita Internacionalista.