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En estos días se cumple el primer aniversario del 15-M, cuando las plazas de Catalunya y del resto de España se llenaron de gente acampando en ellas y transformándolas en una gran asamblea popular.

Fue cuando la primavera árabe comenzaba a impregnar de su sentimiento de rebeldíaal mundo entero, y la península ibérica fue una de las primeras en escuchar ese llamado.

Ahí nació el movimiento de los indignados, que un quince de mayo de casi un año atrásprotestaba en contra de lacrisis que desataron los grandes capitales, pero que están pagandolos ciudadanos de a pie.

Y es que a pesar que ha transcurridoun año, el descontento parece seguir igual oacrecentado, y eso se verá a lo largo de estos días que conmemoran el primer cumpleaños de una de las protestas más importantes que se recuerden por estos lados.

La marcha

La primera actividad masiva convocada fue la marcha del sábado a las 18 horas quetenía de punto de encuentro la Plaza Catalunya desde donde comenzó una caminata que recorrió parte del centro de la ciudad.

A primera vista era difícilestimar la cantidad de gente que se sumaba desde Urquinaona, Plaza Universidad y otros puntos de la ciudad. Donde se miraraaparecían más y máslienzos, globos y banderas prestos a colorear el entorno.

Una vez ya congregado un número importante de personas la columna subió desde Plaza Catalunya por calle Balmespara girar en Diagonal y comenzar el retorno por Paseo de Gracia hasta el punto de partida.

El transcurso fue pacífico, los variopintos cantos y consignas se uniformaban cuando pasaban poralgún banco o en el momento en quese detuvo frente a la bolsa para corear el descontento.

Un carro policial las hacía de avanzaba, controlando el flujo de vehículos que en algunas esquinas tuvieron que esperar largo rato para proseguir con su ruta y ver frente a ellos marchar a un contingente, que para variar no se ha podido cifrar en un número exacto. Unos cuarenta y cinco mil según informa la GuardiaUrbana, más de doscientos mil según los organizadores.

La caminata se alargó por cerca de dos horas, semarchaba a un ritmo festivo decorado por las ya habitualesmáscaras del cómics “V de Vendetta”, los petos de los yayo flautasy las camisetas con logos y colores distintivos.

Pasada las 20 horas llegó al destino, ese que fue desalojado violentamente cuando a las autoridades se les hizo intolerable ver como el ombligo de la ciudad se transformó en el símbolo del descontento.

Cansada de la larga caminata la gente sefue sentando en el caliente piso de la Plaza, la idea es que de esa forma se podría tener una mejor visibilidad a la hora de comenzar la asamblea.

Mientras tanto, a los costados las distintas comisiones trabajaban en sus tareas, siendo la más visible la de cocina, donde un grupo limpiaba y pelaba verduras para la comida de la noche.

Al lado de ellos grueso de los manifestantes escuchaba los discursos y compartía trozos de bizcocho que un grupo se encargaba de repartir entre los asistentes, era el pastel de aniversario y que la gente entendía como una muestra de alegría de saber que la organización y las ganas de cambiar el mundo seguían en pie.

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