Como cada 11 de septiembre, aniversario del golpe de Estado perpetrado en Chile por el general Augusto Pinochet, Barcelona homenajeó la memoria del presidente constitucional de Chile, Salvador Allende. Cerca de dos centenares de personas se reunieron para ello en la plaza que lleva el nombre del mandatario chileno, en el popular barrio del Carmelo. El acto estaba organizado por el Centro Salvador Allende de Barcelona (CSA) y el Comité Ciudadano por el Homenaje a Salvador Allende, y fue presentado por Rosa Sans, directora de la Fundació Cipriano Garcia, ligada a la central sindical Comisiones Obreras de Cataluña.

Tras la actuación del grupo chileno Loro Choroy, que sirvió de preámbulo a la celebración, Eulogio Dávalos, presidente del CSA, compositor y guitarrista clásico chileno, recordó unas palabras de Allende: «Hay que democratizar la democracia», máxima que, en su opinión, no han perdido sentido. También expresó su satisfacción por el hecho de que, en la primavera de este año, una plaza de Barcelona recibiera el nombre del gran poeta chileno Pablo Neruda (la antigua plaza de la Hispanidad).

Marcos Roitman, sociólogo, analista político y ensayista chileno, exiliado durante la dictadura de Pinochet (desde 1974 reside en España), criticó los intentos de algunos políticos de cambiar la historia según sus conveniencias; en este caso, el intento de reescribir el pasado reciente de Chile negando los crímenes de la dictadura pinochetista. «Hoy se niega la memoria, se niega todo el sufrimiento —afirmó—. Lo que une a Chile con España es que la República española y el proyecto de la Unidad Popular fueron proyectos culturales, proyectos de desarrollo político en los cuales la ciudadanía se forjaba: hombres, mujeres, estudiantes, profesionales, artistas, deportistas podían construir una cultura nueva [..]. No solamente se trataba de los accesos de la democracia formal representativa, sino de participar de hecho en el proceso de la toma de decisiones».

«Es cierto que nuevas alamedas, de las que habló Allende en su último discurso, no se han abierto —prosiguió Roitman—. Hoy sigue habiendo en Chile presos políticos de la dictadura. Hoy el pueblo mapuche sigue siendo asesinado… […] Hoy el fascismo no tiene la esvástica, hoy el fascismo no se construye a través del Tercer Reich. Hoy el fascismo se construye a través de una cultura totalitaria, de una cultura intolerante, de una falta fundamentalmente de diálogo, de comprensión, de articulación. Como decía Allende, la democracia no solamente es un hecho político sino un hecho cultural, económico, social, de género y étnico».

A continuación intervino el periodista Jordi Évole, quien se lamentó de la distorsión de algunas informaciones: «Si hoy se hubiera repetido el golpe de Estado en Chile, yo no tengo claro cómo lo describirían los periódicos, y eso es muy triste».

El acto concluyó con la escucha en megafonía de las últimas palabras del presidente Salvador Allende; la ofrenda floral ante su monumento, en la que participaron representantes del Ayuntamiento de Barcelona y de distintos partidos políticos; los cánticos de los himnos de Chile, Cataluña y la Unidad Popular (la gran coalición de izquierdas que convirtió a Allende en presidente de Chile); y la siempre emotiva actuación del cantautor Luis Pastor.

Comparte:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.