Catalunya no se libra de la ola de la derecha radical populista que crece en Europa y en todo el mundo. Los discursos xenófobos ganan terreno entre el electorado. Más de 217.000 personas optaron por votar a Vox en las últimas elecciones al Parlament, cifra que representa casi el 8% del voto total. Este domingo, según los sondeos electorales, a esta cifra se le podrían sumar, por primera vez en la historia, las papeletas de la extrema derecha independentista. Concretamente, las encuestas electorales del mes de mayo prevén que Aliança Catalana, podría obtener entre 1 y hasta 7 escaños, con un porcentaje de votos de entre el 3 y el 4% total.

La formación identitaria y xenófoba liderada por Sílvia Orriols, alcaldesa de Ripoll, se fundó en julio de 2020 en la capital del Ripollès. Se trata de una formación con menos de 4 años de vida política que ha capitalizado el malestar por los atentados que protagonizaron jóvenes del municipio en Barcelona y Cambrils en agosto de 2017, aunque la trayectoria de su candidata viene de lejos.

Orriols formó parte de las juventudes de Esquerra Republicana, de Estat Català y, hasta marzo de 2020, era concejal en Ripoll por el Front Nacional de Catalunya, partido que abandonó por no ser suficientemente contundente en las políticas contra la inmigración. En mayo de 2023, Aliança Catalana, de la mano de Orriols, ganaba las elecciones municipales de Ripoll logrando la alcaldía de la población hasta hoy.

El partido cuenta actualmente con 8 concejales en todo Catalunya. Entonces, ¿qué explica que esta formación identitaria y xenófoba pueda lograr representación en el Parlament? Hay múltiples factores a los que atender.

Una tesitura compleja con múltiples factores

En primer lugar, el factor de la extrema derecha independentista no es para nada nuevo en Catalunya. Como recuerda el fotoperiodista especializado en movimientos ultras, Jordi Borràs, “hace más de un siglo que hay intentos de este estilo que, afortunadamente, han fracasado”.

“La extrema derecha española siempre ha tenido como enemigo principal el independentismo en cualquier de sus formas, ya que cuestiona la unidad de la grande España”, sostiene Borràs. A pesar de ello, en esta campaña catalana, han sido precisamente medios españolistas del Estado español como El Mundo, La Razón o el ABC, entre otros, quienes han difundido y promovido la formación de Orriols en una campaña mediática de la extrema derecha independentista sin precedentes por parte de este sector.

Según Borràs, esta estrategia responde al hecho de que “la mejor opción del españolismo para evitar un gobierno independentista hoy por hoy pasa por promocionar a Aliança Catalana”. Un hecho calve teniendo en cuenta que las encuestas pronostican que la mayoría independentista peligra en estas elecciones.

Aliança Catalana: Discursos islamófobos como motor

Otro factor clave a atender es el desencanto postprocés de gran parte de la población catalana que Aliança Catalana ha canalizado tachando de “traidores” y “botiflers” a los partidos procesistas. Desde su creación se han erigido como los auténticos independentistas versus los partidos que no culminaron el Procés. Como ejemplos, la declaración unilateral de independencia y la toma del control del territorio son las dos primeras acciones de su programa.

Según la última encuesta del CEO que elabora la Generalitat de Catalunya, esta formación recibiría el traspaso de votos de Junts, de Esquerra, del PSC e incluso de la CUP. El partido de Orriols, pues, es capaz de interpelar a un electorado, a priori, opuesto tanto en el eje nacional como en el ideológico.

En esta campaña electoral, más allá del programa, la cuestión independentista ha residido en un segundo plano más bien escondido. El punto fuerte que están explotando en estos comicios son los discursos xenófobos y, especialmente, islamófobos bajo el lema “Salvemos Catalunya”.

“No deja de ser sintomático que en la presentación del partido en Barcelona mostrasen una gran Senyera en lugar de una estelada”, apunta Borràs, quien entiende que es una estrategia “para ganar votos de un espectro político más amplio. De hecho, según el último CEO, 2 de cada 10 votantes de Orriols no son independentistas.

“Están haciendo un Anglada 2.0.”, afirma el fotoperiodista. Para entender la expresión, hay que retroceder más de 20 años atrás, cuando Josep Anglada, al frente de la desaparecida Plataforma por Catalunya, aparcó el eje nacional y se centró en el eje clásico del populismo de derechas: la defensa de “primero los de casa” versus la población migrada. De este modo, se interpelan a votantes que se consideran catalanistas, independentistas o españolistas. “Ya vimos un ensayo de esta cuestión en el panfleto de Aliança Catalana en las anteriores municipales. No hablaba en ningún momento de independencia ni aparecía la palabra Catalunya. En cambio, había un lema reciclado de Anglada: Primero los ripollenses”.

Competencia parcial con Vox

Hace unos días se publicó un vídeo en X en el que la candidata de Aliança Catalana admitía que en estas elecciones “absorberían gran parte del electorado de Vox” en Catalunya. Esto demuestra la competencia de Orriols versus la extrema derecha españolista en el ámbito ideológico.

En este sentido, la realidad es que la formación independentista tiene un discurso más radicalizado que la formación españolista en relación con la islamofobia. “Unos postulados que se pueden situar en la órbita del francés Zemmour”, según Jordi Borràs.

Hay que destacar que ambas fuerzas provienen de dos familias políticas diferentes. “Vox proviene de la derecha radical conservadora, mientras que Aliança Catalana forma parte de la derecha populista”, sostiene. “Orriols defiende conceptos como el de homonacionalismo o femonacionalismo, es una formación liderada por una mujer apoyada, incluso, por miembros del colectivo LGTBIQ+”. Un modelo con más similitudes con la Agrupación Nacional de Le Pen o Alternativa para Alemania de Alice Weidel que con Vox.

Con el partido liderado por Ignacio Garriga, en Cataluña, coinciden en las políticas xenófobas e antiinmigración pero Aliança Catalana se desmarca de lo que Vox nombra “ideología de género”.

El intento de desmarcarse de la extrema derecha

Orriols y el ideólogo de la formación, primo del President de la Generalitat, Pere Aragonès, así como una parte de la población catalana, niegan que Aliança Catalana sea una fuerza de extrema derecha. Esto conlleva ataques reiterados en las redes a los periodistas y divulgadores que definen el partido como tal.

Hay una premisa errónea que provoca, en parte, esta reacción y es sostener que no se puede ser independentista y de extrema derecha a la vez. Un postulado falso que, sin duda alguna, bebe del hecho ya mencionado de que la extrema derecha española siempre ha sido antiindependentista.

Por otro lado, como sostiene el periodista especializado en política Nico Tomás, “parte de la estrategia de la extrema derecha de hoy es hacer ver que no lo es”. Incluso hay miembros de las listas de Orriols que se declaran “antifascistas”. Según Tomàs, “están mutando su discurso para simular que defienden a los trabajadores, a las mujeres o al colectivo LGTBIQ+, pero siempre lo acaban utilizando para atacar a las personas que provienen de fuera”.

Los hechos objetivos son irrefutables. Aliança Catalana reproduce los discursos y la agenda política de los líderes de la extrema derecha europea e internacional y celebra públicamente, entre otros, los resultados electorales de Georgia Meloni en Italia o de Geert Wilders en Holanda.


Fuente: https://www.elsaltodiario.com/elecciones/alianca-catalana-puertas-parlament-catalunya-atizando-xenofobia-escondiendo-estelada

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