Una quincena de personas han dormido la noche frente al Banco Expropiado del barrio de Gracia de Barcelona, donde este domingo por la noche han plantado una tienda. Es una acción más de las personas que apoyan al Banco Expropiado, desalojado lunes 23 de mayo, y que ha llegado después de un domingo de protestas y tensión en el barrio, en el intento de volver a reocupar el local.

Foto: Guillem Sans
Foto: Guillem Sans

Después de tres noches de disturbios y tres de caceroladas, viernes los okupas del Banco Expropiado avisaron: domingo volverían a entrar en el edificio a toda costa. La hora fijada para recuperar el inmueble, que fue desalojado el lunes por orden judicial, era ayer a las 12 del mediodía. Media hora antes de la cita las calles ya estaban llenas: más de 300 personas asistieron a la convocatoria de la organización, que en cuanto llegó se topó, como era previsible, con una fuerte presencia policial.

Los Mossos acordonaron las cuatro esquinas de acceso al edificio y a las 12 en punto ya había cinco furgones policiales custodiando la zona. Durante dos largas horas, bajo el sol de finales de primavera, los manifestantes llamaron, cantar y saltar. Quedaban todavía diez horas para que se fueran. Y un pequeño grupo, de hecho, acabaría decidiendo hacer noche frente al antiguo espacio okupado.

La tensión fue aumentando minuto a minuto hasta que a las dos de la tarde la olla estalló: los simpatizantes del Banco Expropiado sacaron pistolas de agua y confeti y comenzaron a rociar los Mossos, a quien también tiraron harina, huevos y agua con lejía.

Los agentes, por su parte, respondieron con una contundente carga que hizo retroceder a los manifestantes.

El rifirrafe se saldó con diez heridos, entre los que hubo siete mossos y tres ciudadanos (quince según la organización del Banco Expropiado). Según el recuento oficial, entre los afectados hubo un fotógrafo que sufrió un corte en la frente por el impacto de una lata lanzada por los manifestantes.

También resultó herido en el ojo un cámara de 18 años rociado con lejía en la cara, a quien el sistema de emergencias médicas (SEM) evacuó al Hospital de Sant Pau de Barcelona.

El tercer herido, por una contusión en la altura de la nalga, es el concejal de la CUP en el Ayuntamiento de Barcelona Josep Garganté, que compartió en Twitter el vídeo del momento en que un policía lo coge por la nuca y le descarga un golpe de porra. «He tenido que insistir hasta 6 veces a Jordi Arasa [el jefe del operativo] para que identificara su agente. Tengo claro que si no hubiera sido concejal no se habría identificado», tuiteó Garganté, que aseguró que denunciará la agresión.

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Foto: Guillem Sans

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