Hay una sensación permanente de miedo en ciertas áreas de Barcelona. Un creciente problema con los traficantes de drogas que operan desde apartamentos residenciales vacíos, llamados «narcopisos«, significa que los residentes locales y las empresas viven con un flujo constante de comerciantes y clientes que esperan su próximo éxito. La violencia y los disturbios resultantes, tanto de día como de noche, han creado una situación tensa.
Cuando se trata de heroína, los distribuidores no discriminan. Ejecutivos de negocios, mujeres embarazadas, adolescentes y personas con discapacidad han sido víctimas de narcopisos en España. Existen áreas donde el desempleo es del 80%, y el narcotráfico es visto como una oportunidad para que los jóvenes ganen dinero. Definitivamente, la política general contra las drogas no tiene el éxito que se esperaba. Una política que debe basarse tanto en la formación como en el apoyo a familiares y el incremento de centros.
¿Eliminar los narcopisos es la solución al problema?
Los narcotraficantes y los usuarios se han estado infiltrando en los apartamentos y edificios vacíos del barrio desde la crisis financiera hace una década. Los utilizan como puntos de distribución y casas improvisadas. Solo en el Raval, por ejemplo, se estima que hay 50 narcopisos activos, lo que plantea un grave problema de seguridad y salud pública. Otras propiedades vacantes se consideran vulnerables a ser ocupadas por los traficantes.
Según el ayuntamiento, existen varias zonas gravemente afectadas por el problema del narcopiso, que incluyen algunas de las principales atracciones turísticas de la ciudad. Muchos residentes se están levantando para recuperar sus hogares y las calles. Hasta existen mapas para localizar estos antros. La meta es impulsar el problema a la agenda del gobierno y de la prensa. Lamentablemente, aunque se organizan demostraciones públicas y eventos para crear conciencia sobre el tema, el problema continúa.
Analizando la situación, definitivamente hay que dedicarle tiempo y esfuerzo. Quizás la manera más expeditiva es centrar la atención en las clínicas en Barcelona, centros especializados en tratar la adicción. En ocasiones, las personas encargadas de llevar el rumbo de una comunidad deben tomar acciones y proteger a los ciudadanos. Si bien es cierto que las clínicas no tienen el poder de desalojar los edificios, el ayuntamiento sí, y es su deber.
La pena para los narcotraficantes es la cárcel, todos saben que el consumo de heroína destruye a una sociedad. ¿Por qué no tomar acciones contundentes? Es cierto que hay algunos apartamentos que han sido desalojados. Pero, ¿esta acción ha resultado ser permanente? Aunque uno de los puntos es el desalojo, es imprescindible hacer algo por esas personas.
Una de las actividades es detenerlas, tratando de ayudarlas a desintoxicarse. Por lo tanto, una concordancia entre el gobierno y los centros de desintoxicación pudiera ser una solución viable a este grave problema.
Encontrar una salida a los horrores de la adicción
Muchas emociones negativas plagan a un adicto. A medida que el abuso de drogas avanza, encuentra que su vida cambia, dirigiéndose hacia la muerte cada vez más y más. Aunque se experimente los horrores de la adicción, en Rehably existe una salida. Un centro de rehabilitación que cuenta con un proceso de retiro que puede ser muy difícil e incómodo para cualquier adicto. Sin embargo, tiene apoyo diario y personal experimentado que harán la estancia mucho más tolerable.
Cuando el afectado llega a este centro se siente aliviado, porque conoce personas que son muy apasionadas por su trabajo. Les importa el enfermo, se ocupan en conseguirle lo mejor, se les da amor y ellos sienten que este es el inicio hacia la recuperación. Un camino largo que con paciencia se logra alcanzar.
Quizás el problema de los narcopisos sea más complejo, porque estas personas no están convencidas de que quieran dejar esa vida. Pero aquí, precisamente, es donde entran en juego las ganas de trabajar del gobierno, una política antidroga integral para limpiar la ciudad.
¿Cómo lograrlo? Este centro cuenta con personal especializado, un equipo de trabajo multidisciplinario que probablemente tenga planes de captura de adictos que pueden exponer y colaborar estrechamente en la búsqueda de una estrategia que, aunque pueda ser impositiva, quizás logre dictar las pautas hacia la recuperación total de la ciudad.
Formación en apoyo a familiares
Para los familiares y amigos de personas adictas a las drogas, abordar el problema es uno de los aspectos más difíciles para poder ayudar y buscar tratamiento. A menudo, la participación diaria de la familia solo ha logrado capacitar al adicto,. A veces no saben cómo abordar el tema de la terapia de adicción y optan por ignorar el problema, debido a que temen alejar a su ser querido durante una confrontación o intervención.
Estas son preocupaciones legítimas, y aunque las familias deben entender que acercarse a sus seres queridos debe ser un proceso suave y de apoyo, también deben pensar que la mayoría de los pacientes buscan tratamiento por abuso de sustancias debido a la participación e intervención positiva de la familia.
Hay personal capacitado para trabajar con pacientes adictos a las drogas y sus familias, y si bien pueden ser útiles para mediar en el proceso de intervención, el grupo familiar puede decidir tener una conversación privada, sin confrontaciones con el adicto, para inducirlo a que busque tratamiento.
Es importante comprender que la dinámica familiar en la adicción a las drogas es increíblemente poderosa, y que abordarlo en la comunicación es el primer paso para llevar al ser querido hacia la terapia de la adicción. Este tipo de participación familiar positiva también puede ayudar a guiar al resto de su familia hacia un viaje de recuperación y autodescubrimiento.
Afortunadamente, en estos centros existe orientación. Por ello, es útil llamar para indagar y la ventaja es que con esto no se adquiere el compromiso, simplemente, ofrecen alternativas, las cuales se pueden analizar y tomar la decisión más acertada.
El consumo de drogas es una adversidad que se debe atacar en conjunto, no afecta solo a un grupo familiar, cuando una comunidad está en peligro, la mano del gobierno debe actuar, realizar una correlación y adquirir el compromiso de una solución integral y duradera.
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.