Pese a la grave sequía que vive tanto Catalunya como el estado español, los agricultores del Baix Llobregat han podido salvar, de momento, la plantada de alcachofas. Y es que el mes de agosto es crucial en las comarcas barcelonesas para asegurar el cultivo de la alcachofera, que supone cerca del 80% de la agricultura del territorio.
El presidente de la Comunidad de Regantes del Marge Dret del Llobregat, Joan Estruch, explica que esto ha sido posible porque la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) ha mantenido los caudales que había acordado para agosto, por lo cual no habrá problemas a la hora de plantar alcachofas, que es el principal cultivo que se produce en estas tierras, junto con la coliflor, y algunos fruteros y campos de maíz. Actualmente, el embalse de la Baells se encuentra al 37,96%, por lo cual no se prevén dificultades para regar durante este mes.
En el mes de septiembre, explica Estruch, “es una época en que las noches se alargan, y si ahora una regada dura 5 o 6 días, entonces durará 15 días”. De este modo, confían en las lluvias que se puedan producir y la bajada de las temperaturas para garantizar el abastecimiento de agua.
La agricultura en las riberas del Llobregat actúa como pulmón verde en el ámbito metropolitano y sigue siendo un elemento para garantizar de forma autónoma las necesidades alimentarias de la población metropolitana. La zona agraria del Llobregat contiene un territorio agrícola de elevada rentabilidad, y todavía de una notable extensión, en un entorno metropolitano que concentra más de un tercio de la población de Cataluña.
Situación límite en Riudecanyes
Las cosas, en cambio, para los agricultores de las comarcas de Tarragona no pintan tan bien. Una de las situaciones más graves es la que se da en la Comunidad de Regantes del Pantano de Riudecanyes, en qué si no se trasvasa más agua del embalse de Siurana al de Riudecanyes, «se tendrá que suspender el riego», según alerta su secretario, Miquel Àngel Prats. Actualmente, el embalse de Riudecanyes se encuentra al 35,60% de su capacidad, con la particularidad que ya no alcanza el riego cuando se encuentra por debajo del 30%, mientras que el Siurana está en un paupérrimo 10,16%.
Prats detalla que esta situación tan grave no se había dado nunca, y recuerda que, si bien en 2018 hubo una dotación muy pequeña de agua, ya se contaba desde el principio, por lo cual todo el mundo estaba concienciado. Prats recuerda que “estas son las semanas más problemáticas para los cultivos”, y muy especialmente para el olivo y el avellano.
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