El caganer, esa figura del pesebre tan graciosa como comprometida, tan especial como auténtica y tan propia de los catalanes. Esta figura de origen difuso se coloca en un rincón del pesebre navideño, escondido, nadie quiere que le vean hacer sus necesidades, ¿no?

caganers
Sergi Pla.

Hacia el siglo XVII y XVIII se calcula que apareció la graciosa figura del campesino de ‘’barretina’’ roja con los pantalones bajados que aún persiste en los pesebres catalanes, y que, poco a poco, se va extendiendo a lo largo y ancho del planeta. Cada año se fabrican nuevas figuritas dándoles un lugar en la Navidad a políticos, futbolistas y cualquier cosa que nos podamos imaginar.

Sergi lleva toda la vida dedicado a la producción y venda de la divertida figurita, esta es una de las pocas familias que se dedica únicamente al negocio caganer. Así, año tras año investigan, innovan y crean modelos nuevos, llegando a las más de 400 figuritas que podemos encontrar en cada uno de sus puestos navideños de Barcelona. Emocionado y feliz, desde su puesto nos cuenta como cuando él era pequeño, su madre Ana Maria Pla decidió meterse de lleno en el negoció de los pesebres. Ella, junto con toda la familia y con la ayuda de sus conocimientos en cerámica y pesebres consiguieron crear toda una empresa, que hoy por hoy parece no tener fin.

Al principio todas las figuritas del pesebre se podían ver en sus puestos, ahora, solo el caganer. Bueno, con todas sus variantes, claro. Poco a poco vieron que las ventas de la figura catalana crecían y crecían mientras las demás bajaban. Así que no tuvieron otro remedio, ‘’reinventarse o morir’’ y se reinventaron. Ahora en cada uno de sus puestos, en las tiendas en las que venden su producto o desde internet podemos acceder a toda una colección de muñequitos para todas las edades: Bob Esponja, Mariano Rajoy, Android o Donald Trump. Este último es el más vendido este año, aunque claro, no se puede poner a la altura del tradicional, ‘’que cada año se sigue vendiendo, da igual cuantos hagas ya que si no los vendes este año, al año siguiente no ha pasado de moda’’.

cagane-catalubya-01Si algo tenemos claro, es que el caganer no falta en nuestros pesebres, pero, ¿cuál es la utilidad de la figura catalana? En el comienzo se cree que simbolizaba la fertilidad de la tierra, pero hoy por hoy es un juego: cuando el niño se va a dormir, sus padres esconden la figurita para que el niño la mañana siguiente la encuentre. Así, el caganer además de ser una divertida y diferente figura de pesebre es un juego en familia donde niños y grandes disfrutan de ella.

Como hemos mencionado un poco más arriba el caganer ha llegado a ser internacional. Ya en España lo podíamos encontrar en el País Valencià o en Murcia, pero de estas comunidades autónomas ha pasado a llegar tanto a Estados Unidos como Francia o muchos otros lugares. Y es que la figurita desata gracia y curiosidad allá donde va, ‘’todos los productos que triunfan son los originales, esos que no puedes encontrar en otro lugar’’. Aunque no es de extrañar que haga gracia un muñeco con los pantalones bajados haciendo sus necesidades que se coloca en el pesebre de navidad.

Pese a que el caganer podría parecer una crítica a la iglesia no es así. Es más, hoy por hoy acepta la figura aunque las primeras representaciones de un elemento que no fuera propiamente ‘’el caganer catalán’’ fueron los capellanes y las monjas. Esto fue debido a que al principio la iglesia no estaba de acuerdo en el uso de la figura en el pesebre y los artesanos de la época, como una especie de reivindicación, los representaron.

Por lo que hace al proceso de producción de la figura, Sergi nos cuenta que esta no solo se crea en su taller sino que desde la cárcel también trabajan en sus productos, ayudando así a la reinserción social. ‘’Tenemos una persona dentro de la cárcel que se encarga de controlar la producción de allí, ya que claro cada figurita tiene unos colores determinados y ahora desde allí se hace todo el proceso productivo. Entra la materia primera y sale la figurita’’.

Así, en Navidad todos además de decorar la casa, poner el árbol y comer todo lo que podemos, e incluso más, esperamos ansiosos, junto a los más pequeños, la que sin duda es la figura favorita de cualquier pesebre: el caganer. Él con su gracia única y todo lo que representa nos saca una sonrisa al verlo escondido en un rincón.

Comparte:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.