Gente de distintas procedencias, edades y clases sociales participa con entusiasmo en los actos institucionales de la Diada y en la marcha de las antorchas horas antes de la V. El barrio del Born, cerca del espacio
Gente de distintas procedencias, edades y clases sociales participa con entusiasmo en los actos institucionales de la Diada y en la marcha de las antorchas horas antes de la V. El barrio del Born, cerca del espacio en el que se conmemora el Tricentenario y se detalla el impacto de la Guerra de Sucesión en Barcelona, fue testimonio del hervor popular por la independencia. Una amalgama de gente de distintas procedencias, géneros, edades y clases sociales participó con entusiasmo y pacíficamente de la fiesta de aperitivo horas antes de la Diada y la V.
El excesivo despliegue policial colapsó la zona del Fossar de les Moreres media hora antes de la ofrenda floral de Mas a los mártires del 1714. Así, la gente tuvo que seguir el acto solemne desde una pantalla en la que se entrecortaba la imagen y el sonido ambiente era nulo o deficiente. Al no ser organizado por la ANC sino por Presidencia de la Generalitat, la acreditación de los medios para la V no era válida para cubrir la ofrenda, por lo que muchos periodistas tuvieron que seguirla desde la distancia.
Posteriormente, el acto institucional en el edificio de la Llotja de Mar (antes se celebraba en el Parc de la Ciutadella el 11 por la mañana) y su tradicional apuesta por la cultura: actores como Pere Arquillué o Emma Vilarasau recitaron poemas patrióticos de Carner, Pere Quart o Sagarra. Incluso hubo un momento para una relectura flamenca de versos de Narcís Comadira, que dio paso a las actuaciones de Maria del Mar Bonet y el Quartet Casals y al epílogo con “El cant de la senyera”. Ante unas 400 personas, con Iceta y con las ausencias del PP, Ciutadans y la CUP.
Bajo el lema “nos une la voluntad de ser” en el Passeig del Born se inició una marcha de antorchas jalonada por gritos de independencia y que culminó con un emotivo y unánime canto de “Els Segadors”.
De nuevo en un Fossar inundado de esteladas, discursos que se eternizaron por parte de representantes de la Catalunya Nord, las Baleares, el País Valencià y de Escocia, con la presencia de Liam O’Hare, de la plataforma Radical Independence Campaign (RIC). Como mensajes más recurrentes, la apelación a la valentía de los políticos o la necesidad de desacatar la ley Wert. Entre los asistentes, un Homs vestido de manera informal y un Ramon Tremosa con corbata departían con miembros de la JNC y jóvenes de Unió.
Entre banderas de Solidaritat, partido que no obtuvo representación en las últimas elecciones autonómicas de 2012, su secretario general, Uriel Bertrán, aseguró que la independencia se conseguirá “porque el pueblo catalán así lo ha decidido, haga lo que haga la clase política de aquí y la de allí”.
Con previsión a una sentencia del TC desfavorable a la consulta, Bertrán instó a elegir entre “la legitimidad del pueblo o la legalidad española, que siempre se ha superado para construir los avances nacionales de nuestro país”. A su juicio, el 9-N “no tiene alternativa política”, y los catalanes tienen una triple responsabilidad: “ante nosotros mismos, ante la historia y ante la credibilidad mundial”.
La convicción de Rull y Bosch
A medianoche, el coordinador general de Convergencia, Josep Rull, sentenció que el único objetivo es “conseguir la independencia de Catalunya” y en este sentido rescató Macià para recordar que la clase política catalana será “digna” del momento actual. En tono vehemente, la mano derecha de Mas añadió que la consulta se realizará “en base a una ley emanada del Parlament”.
Por su parte, el portavoz de ERC en el Congreso, Alfred Bosch, pidió una gran demostración de poder en la Diada porque “ha llegado la hora de la V, la hora de los valientes, de la verdad y del vértigo y hay que llenar las calles para llenar las urnas el 9-N”.
El dirigente republicano llamó a la cohesión para minimizar las posibles dudas y miedos. “Es normal que notemos vértigo, vamos a un sitio en el que no hemos estado nunca y debemos acompañar a los que no lo tienen tan