Barcelona (Raval) y Madrid (Vallecas) sufren un mismo fenómeno con una estructura calcada, la venta de droga a través de los narcopisos. Un piso vacío y un marco legal con amplias lagunas, estos son los dos elementos esenciales de los cuales se aprovechan cada vez más narcotraficantes en España. Lamentablemente el modelo conocido como narcopiso se ha consolidado, arrastrando a las fincas donde se instalan, a los vecinos, al barrio entero a un auténtico sinvivir.

Hay que tener presente que la situación que se vive en las calles del Raval de Barcelona no es un hecho aislado, pasa lo mismo en otros barrios como la Mina. Incluso en otras ciudades como en Madrid y el barrio de Vallecas se están encontrando casos iguales con las mismas estructuras de narcopisos, sorprendentemente aparecen los mismos grandes grupos empresariales como propietarios de pisos vacíos como Blackstone. En las próximas líneas se explicara cómo se articula este fenómeno de los narcopisos en el caso del Raval Barcelona como referencia, pero como hemos dicho por desgracia este modelo esta presente en muchas otras localizaciones de España.

Ángel de Acció Raval

Los primeros narcopisos aparecieron en el 2013 y hasta hoy la situación no ha hecho más que empeorar, hablamos de que hoy en día se sabe por lo menos de la existencia de 40 pisos ocupados, en el Twitter de Acció Raval se puede consultar cuales son los narcopisos activos en un mapa para que se visibilice la situación, en estos pisos se trafica con drogas duras (mayormente heroína) y generan un ambiente constante de miseria y degradación del barrio con situaciones diarias muy duras.

Naturalmente los más afectados por estas prácticas son los jóvenes que caen en las drogas seguidamente de los vecinos y la decadencia que coge el barrio. Hay diferentes modelos de narcopisos, pueden montarse en pisos alquilados o realquilados, no obstante la mayoría aparecen en pisos vacíos que han sido ocupados. Los primeros en detectar un narcopiso siempre son los vecinos, la alerta a la policía en muchos casos no resulta efectiva. La policía dice que al traficar en un piso y no en la calle cuesta mucho recoger pruebas suficientes y los jueces no aprueban una orden de entrada. Ángel de Acció Raval nos cuenta como había muy poca voluntad por parte de las autoridades “ nos decían que perseguir estos pisos no valía la pena porque las cantidades eran muy poco significativas “. Hasta que las asociaciones del barrio no empezaron a visibilizar esta situación por las redes sociales y otros medios los Mossos no empezaron a implicarse mínimamente.

Los narcotraficantes se amparan en las leyes referentes a la ocupación, hay que entender que este problema viene de la gran cantidad de pisos vacíos ideales para este tipo de organizaciones. Pisos que son propiedad de grandes entidades bancarias o fondos de inversión como BBVA, Blackstone o Dita Consulting. Estos propietarios se desentienden completamente del problema. La mayoría de estos pisos vacíos se compraron en la época más fuerte de la crisis o son fruto de desahucios de entidades bancarias, lo que paso es que el barrio del Raval se ha ido repoblando con familias extranjeras y eso ha hecho la zona menos atractiva. Entramos pues en un tema especulativo, a estas entidades bancarias o fondos de inversión les interesa la degradación del barrio, para vaciarlo y venderlo a un precio superior al actual.

De esta manera se le encontraría sentido a propuestas como el famoso Narcotour, un tour por el barrio sin ningún tipo de finalidad cultural, que simplemente es una muestra de la miseria social y un gran ejercicio de estigmatización hacia el Raval. Ángel nos cuenta perfectamente los pasos del procedimiento que se está siguiendo: “Crisis, compras barato, degradamos, se meten los medios de comunicación para mediatizar el barrio, se pira la gente y finalmente vendemos caro “. Así pues encontramos una situación más compleja de la que parece a simple vista, hay que tener en cuenta evidentemente las redes ilegales que establecen los traficantes, pero también hay que atender a los intereses que hay en la zona y que explican la inacción de muchas de las partes implicadas como lo son directamente los propietarios de los pisos.

Actualmente hay una mesa de Acció Raval que pidió al Ayuntamiento donde están en contacto con los Mossos de Esquadra, Guardia Urbana i Generalitat. En esta mesa los representantes de los vecinos informan de cómo está la situación y son informados de las actuaciones y medidas que se van a tomar lo cual pueden ser discutibles y debatibles. Un feedback que parece que empieza a funcionar pero que aún está lejos de finalizar con el problema.

La resistencia más importante es la que presentan los vecinos del barrio, organizados principalmente en diferentes asociaciones que se coordinan para frenar como pueden al fenómeno del narcopiso. Algunos propietarios se han puesto en contacto con Acció Raval para pedir ayuda ya que se es consciente de que cuando se desaloja un narcopiso vuelven a entrar al cabo de pocos días. Así pues lo que se realiza en este caso es una ocupación por parte de los vecinos y unidos hacer frente a los traficantes con resistencia pacífica delante actitudes violentas, lo que sorprendentemente ha funcionado. Ángel afirma “Nos hemos dado cuenta que los traficantes no saben responder a la NO violencia, te dicen: vamos a pelear por el piso. Cuando tu contestas que no que tu piso tienes los papeles que lo demuestran y no lo vas a dejar, que si quiere se llama a la policía y que decidan ellos, en ese momento se quedan descolocados y no saben cómo actuar “.

Des de Acció Raval son muy cautelosos y antes de actuar en alguna liberación de algún piso siempre se consulta a los vecinos y se intentan poner en contacto con el propietario en cuestión de la vivienda. Ángel nos asegura que la situación se ha agravado en los últimos años y en el punto actual los vecinos han perdido el miedo y lo que quieren es resultados y soluciones inmediatas. Actualmente se está estudiando la posibilidad de demostrar legalmente que en estos pisos se están produciendo negligencias y las autoridades puedan entrar sin problema y desalojar los pisos, pero aún no hay nada definido.

Cuáles son los pilares principales para solucionar esta dramática situación? Las claves son las políticas habitacionales, una nueva legislación que pueda atender al problema real del acceso a la vivienda y a la vez frene este modelo de narcopisos. Si los narcopisos no salen rentables al negocio de la venta de drogas significara que este modelo desaparecerá. Junto con esto también hacen falta políticas valientes y reales que atiendan a los drogodependientes, que puedan llegar a las situaciones que se viven en las calles, porque al final no hemos de olvidar nunca que las primeras víctimas son precisamente aquellas personas que caen en las garras de la droga.

 

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