A lo largo de casi dos semanas, las calles de Salou se llenan de innumerables actividades lúdico-festivas que tienen su punto álgido en el Coso Blanco, uno de los actos más concurridos del invierno tarraconense y la expresión más especial de la identidad salouense. A pesar de caer en fechas próximas a Carnaval, la organización y sus participantes no quiero compararlo.

La fiesta mayor de invierno de Salou tiene sus orígenes en las celebraciones en honor a Sant Antoni que se realizaban cuando el municipio todavía pertenecía a Vila-seca. El año 1981, una comisión de fiestas le dio el actual formato, con la creación de un pequeño desfile que con los años se convertiría en el Coso Blanco y durante el cual se lanzaban pequeños recortes de periódicos en lugar de confeti. Desde 1995, el Ayuntamiento asume la organización de las celebraciones.

Según explican las leyendas, el Coso Blanco empezó como una broma entre unos amigos que en un momento de la fiesta se tiraban trozos de papel. En la actualidad se trata de un acto consolidado, que año tras año va incorporando novedades, con un aumento constante de su infraestructura y de las collas participantes.

Los actos de la Fiesta Mayor de Salou empiezan el fin de semana anterior al Coso Blanco con el pregón de inicio de fiestas y diversidad de actos para todas las edades: baile en el “envelat”, baile de grupos, cine infantil, conciertos, pasacalles, encuentro de gigantes, actividades deportivas, nominación de las “pubillas”, o herederas, etc.

Sin duda, el acto más esperado y alocado de las fiestas es el desfile del Coso Blanco. En un momento determinado, en las calles Ciutat de Reus y Barcelona, la comitiva se detiene, se apaga la música de las carrozas y la iluminación pública, y empieza un espectáculo de sonido, confeti y luz que hace vibrar a las más de 20.000 personas que se reúnen. Se encienden más de 550 mil vatios de luz y 175 mil vatios de sonido, y se lanzan, a través de 20 cañones, más de 22 toneladas de confeti de papel. Hay inscritas 25 collas más la carroza de las “pubillas”. Se trata de toda una escenificación que reúne a miles de personas de la demarcación de Tarragona y el resto de Cataluña.

La secuencia ritual del Coso Blanco de Salou

La fiesta siempre tiene lugar el primer sábado del mes de febrero, a excepción de algún año que se ha avanzado para no coincidir con el Carnaval. La 38ª edición del Coso Blanco tendrá lugar este sábado 4 de febrero empezará de buena mañana con mucha adrenalina. A las 6 y media, arranca una sesión de matinadas jóvenes con una Xaranga. A las 11 de la mañana, hay una rúa matinal en el que las carrozas participantes al Coso Blanco se lucen por diferentes calles y plazas del municipio. El recorrido empieza en la calle Advocat Gallego, sigue por las calles Carrilet, Barcelona, Jaume I hasta la Estación de Autobuses, Barcelona, Vía Roma y nuevamente en Advocat Gallego, lugar donde finaliza. Por la tarde, a las 6 y media, se produce la salida del desfile del Coso Blanco desde la calle Advocat Gallego. El itinerario sigue por las calles Carrilet, Joan Manuel Muñoz, Ciutat de Reus, Vía Roma, Barcelona, de las Sínies, Ciutat de Reus, Vía Roma y nuevamente Calle Barcelona, donde finaliza. Ya de noche, hay dos propuestas musicales en el Envelat para los que quieran continuar con la fiesta. A las 10 y media, concierto joven a cargo del grupo No Words y a las 12, baile con la orquestra los Montgrins.

¿Sabían que hay otro Coso Blanco…?

Salou no es el único municipio que celebra el Coso Blanco. El primer viernes del mes de julio, la población de Castro Urdiales (Cantabria) celebra otro tipo de connotación de la fiesta bajo el mismo apodo. Se trata también de una concentración de color, de música y confeti. Es una de las festividades más importantes de la ciudad y está catalogada de Interés Turístico Nacional.

El evento central de El Coso Blanco de Castro Urdiales es el desfile de carrozas, bellamente confeccionadas y donde se demuestran las diversas creaciones artísticas realizadas por artesanos locales cuya calidad sorprende cada año a vecinos y visitantes.

El pasacalle se desarrolla en el Parque Amestoy, donde se ameniza con la presencia de las autoridades de la ciudad, comparsas y numeroso público que se cita para seguir “in situ” la batalla de bolas de confeti y serpentinas. En las carrozas, que se empiezan a preparar con muchas semanas de antelación, van jóvenes y niños y niñas de la localidad, entre ellos y ellas se escoge por una parte Miss Coso Blanco y por otra Miss i Mister Infantil.

Cómo preámbulo del desfile de Castro Urdiales, sobre las 11 de la noche hay una exhibición de fuegos artificiales. Además, se celebran dos monumentales verbenas con toro de fuego incluidas, que dan a la noche un ambiente de magia y color.

Se trata de un Coso Blanco, al igual que el Salou, muy sentido por los vecinos y turistas. También cabe destacar que durante los días previos y posteriores Castro Urdiales organiza diversidad de actividades para prolongar el ambiente.

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