Finalizó el año electoral español y se confirma la estupidez e ignorancia de gran parte de nuestro electorado, que vuelve a encumbrar, mediante el sufragio universal, el bipartidismo, reeligiendo a un presidente corrupto, cuyo gobierno es el causante de una media de dos suicidios diarios por motivos económicos, en base a políticas repugnantes en pos de ahogar al ciudadano medio y salvaguardar los intereses de las grandes corporaciones.
El PSOE sigue como segunda fuerza política, a pesar de la vacuidad de su discurso. Podemos logra un esperado tercer puesto y Ciudadanos demuestra el bochornoso espíritu manipulador de los medios y consolida un cuarto puesto, con casi un 30% menos de los escaños que auguraban las encuestas.
Mientras, la ley de Hondt machaca las esperanzas de la Unión Popular de Alberto Garzón y beneficia de nuevo a las formaciones nacionalistas, encabezadas por los 9 escaños conseguidos por ERC,
This… is… Spaaaaaaainnnnn!!!!!
Asco profundo y decepción es lo único que se puede sentir tras el resultado electoral del 20D. El partido más corrupto de la historia de la democracia y causante del mayor recorte de derechos sociales y laborales del país ha sido reelegido como fuerza más votada, a pesar de la entrada en escena de dos nuevas fuerzas políticas. A su vez, su compañero de ignominia, presidido por una percha sin contenido alguno, sigue como segunda fuerza.
Una vez más, queda demostrado la necesidad de eliminar el sufragio universal en España. La estupidez de lo inculto y el votar en función de la clase social a la que se quiere pertenecer y no a la representativa, hacen que es un país con un índice de paro superior al 20%, con miembros del gobierno enmerdados en mil y una fechorías y con un aumento paulatino de la pobreza… gane la derecha más rancia y psicópata, que se ufana de haber sacado al país de la crisis.
Cómo se puede ser tan memo. Cómo puede valer lo mismo el voto de un gilipollas que vota por tradición, comodidad o ignorancia, que el de gente convencida de por qué y cómo vota. No es una cuestión de ideología, sino de sentido común… El imbécil que vota a Podemos porque «van a dar dinero por ser español«, o el subnormal que vota a Ciudadanos «porque parece un partido limpio«, o al PP «porque ha instaurado la ley de dependencia«… Sólo merecen la lobotomía. Y que le amputen las manos, la boca, o cualquier parte del cuerpo que puede ser utilizado para meter una papeleta en una urna.
Se escucharán versiones optimistas sobre el fin del bipartidismo, debido a unos resultados que fomentarán pactos complejos para poder formar gobierno. Y una leche. Teniendo como referencia la situación catalana, se vislumbra en el horizonte.
Una abstención de PSOE y C’s en debate de investidura, con la excusa de la necesidad de formar gobierno. Las diferencias entre las tres fuerzas es mínima y hay que crear una España grande y libre, olvidando rosas y puños… y, de paso, a la población. Total, nos va a votar de nuevo… Criaturitas…
En caso contrario, podemos encontrarnos un gobierno en minoría, que, esperemos, dure dos telediarios. Pero qué difícil es ser optimista al respecto…
Podemos se ha dado una hostia. No hay que engañarse. A pesar de la vomitiva campaña mediática constante en su contra, no ha sido capaz de movilizar a un país en ruinas. La estupidez ciudadana no es excusa. 69 escaños puede verse como un éxito para una formación que concurre a la Generales por primera vez, además, sin apoyo económico empresarial ni bancario. Pero nada más alejado de la realidad. Les ha faltado agresividad, en una sociedad que merece la guillotina.
Hay esperanzas, sin embargo, de cara al 2019. Quizá para entonces el abofeteado gallego, quien sabe si sustituido por su versión miniyo-cerdita Peggy al frente del ejecutivo, ya no dé más de sí. Y solicite la ciudadanía europea.
La formación de Iglesias aprenderá de esta derrota y los cuatro años que nos esperan se lo pondrán en bandeja. Aunque, claro, esto es España. Y hay un grupo alto de la población que aún cree a la televisión y a los diarios, sin conocer las Redes Sociales, donde la información y la gañanería fascistoide dan la cara realmente.
Podemos va a seguir trabajando fuerte. Ahora desde una oposición firme y, si no se estropea su funcionariado, nos da esperanzas a los de izquierdas, antes de plantearnos comprar un bazooka.
Unidad Popular ha sufrido en su carnes la vergonzante ley de Hondt. Una ley caduca y sin sentido alguno, que pervive por la insistencia de los partidos mayoritarios y su resistencia a modificarla (se necesita, entre otras cuestiones, el apoyo de 2/3 de la cámara para hacerlo). Ver los 2 escaños logrados, en contrapunto a los votos obtenidos (más de 920 mil) provoca fuertes ganas de llorar, vomitar, gritar y calmar sed de sangre. Y más si nos atenemos que, Por ejemplo, Coalición Canaria consigue 1 escaño con apenas 87 mil votos.
El candidato mejor valorado, con un fortísimo impacto en las redes sociales, ha cedido ante las injusticias del sistema electoral y su alejamiento forzoso de los grandes medios de comunicación. Su ausencia del debate a cuatro del 7 de diciembre nos ha privado de gozar del mejor político de la escena actual.
En el horizonte queda una reflexión: su inevitable unión con Podemos. Y no su absorción por Podemos. Pablo Iglesias fue tan idiota de sacrificar una necesaria confluencia de izquierdas, a todas luces ganadora, visto lo visto en Catalunya, Euskadi e, incluso, Madrid y la Comunitat Valenciana, donde ha sido segunda fuerza. Y Garzón tan cobarde como para no acabar con la rémora antediluviana de los mal llamados comunistas, que aún persiguen la hoz y el martillo.
Están condenados a entenderse.
Ciudadanos ha demostrado ser un bluf en toda regla. El partido bendecido por el Ibex-35 y la Conferencia Episcopal, para crear su «Podemos de derechas«, apenas si logra 40 escaños y 3 millones y medio de votos. «Apenas«, porque un partido con tanto apoyo mediático y económico debería haber arrasado. Ni las encuestas infladas, ni el oscurantismo mediático sobre sus cuentas y listas, y sobre sus imputados por corrupción («el cambio sensato«) han aupado a la formación del pijo ejecutor de desahucios a unos resultados apetecibles. El próspero pacto con el PP se ha esfumado y ha roto los pronósticos de las fuerzas fácticas del país.
En 2019 tienen otra oportunidad. Pero han mostrado sus cartas demasiado pronto. Esperemos que se la peguen antes.
Y, a nivel catalán, ERC supera en votos y escaños a Democràcia i Llibertat, la nueva marca comercial de Convergència para Madrid.
¿Y ahora? Ahora todos los partidos con una mínima representación en el congreso van a ser buscados como chinches en un colchón de un Centro de Internamiento de Extranjeros. PNV, Bildu, DL, ERC… incluso Coalición Canaria se antojan como inesperados socios para formar gobierno. Toda vez que intentamos descartar una funesta coalición PP-PSOE en aras de salvaguardar el añejo bipartidismo.
¿Se imaginan un gobierno PSOE-PODEMOS-UP-PNV-BILDU-ERC? Sería la hostia en verso… ¿O que DL y PNV apoyen al PP y a C’s después de la broma catalana y vascuence…? Orgiástico. ¿Qué opinan de una repetición de elecciones?
La vida puede ser maravillosa… ya saben.
Sin embargo, al futuro le pueden dar por saco. Este país tiene lo que se merece. La memocracia, idiocracia o cualquier otra …cracia donde reine la ignorancia merece la supresión fulminante de cualquier derecho vital. Debería plantearse un examen de cultura general y razonamiento lógico a la población de forma trimestral y ejecutar a los que no lleguen a una nota consensuada. O, cuanto menos, esclavizarlos de tal manera que no difundan su mediocre semilla intelectual al resto de la población.
No sé de ustedes, pero a mí, la sarna, no me gusta.
Si me permiten, voy a comenzar a amartillar mi Kalashnikov, mientras rindo un pequeño homenaje a Fernando Fernán Gómez y José Antonio Labordeta.
