altUn efecto dominó que parece no tener fin recorre de punta a punta el Estado y deja por los suelos a una democracia cada vez menos creíble. ¿Qué piensan al respecto los propios políticos? Jordi Solé, Alcalde de Caldes de Montbui y miembro de la dirección nacional de ERC, nos revela cómo se ve la situación desde los despachos de su grupo en el Parlament.

¿Por qué cree que se están destapando tantos casos de corrupción justo en este momento?

Quiero pensar que es porque ahora hay más medios para investigar y perseguir a las personas que usan sus cargos de manera no debida, para enriquecerse.

También esto responde a un clima social revuelto por la crisis económica. El malestar general afecta a la clase política porque se nos hace responsables. Este ambiente crea el caldo de cultivo para que entre los partidos crezca la tentación de intentar sacar trapos sucios para deslegitimar al contrario e intentar que los partidos oponentes se debiliten.

Dice que hay más medios judiciales ahora. ¿A cuáles se refiere?

Se han creado organismos específicos para luchar contra la corrupción. Aquí en Catalunya tenemos la Oficina Antifrau, que es un organismo de creación reciente, con el fin de investigar casos de presunta corrupción en la fase previa a la judicial. La fiscalía y otros organismos de Madrid han reforzado sus medios para ser más eficaces.

¿Cómo cree que se llegó a este nivel de corrupción?

Hay un factor de profundidad que es el cultural. Aquí no somos tan autoexigentes como las sociedades nórdicas o centroeuropeas donde la pulcritud a la hora de cumplir con la ley es mayor que aquí.

También hemos llegado hasta aquí porque durante los años del boom inmobiliario las cosas iban bien y mucha gente se aprovechó de que el dinero fluía y había muchas oportunidades de negocio. Ahora lo que está saliendo a la luz son casos que se llevaron a cabo durante este período en el que todo valía para hacer dinero.

¿Desde Esquerra qué medidas se proponen para combatir la corrupción?

Hemos presentado un documento con 20 propuestas que, en realidad, hace años que las venimos ofreciendo pero los partidos mayoritarios nunca han querido llevarlas a cabo. En síntesis, lo que proponemos es una financiación de los partidos transparente para que la gente pueda entender su contabilidad, y que se prohíban las donaciones anónimas.

 ¿Qué saca en limpio de la Cumbre Anticorrupción convocada por Artur Mas?

La reacción del President ante este alud de casos de corrupción no basta si no hay un compromiso de que luego de esta reunión haya una continuación de trabajo. De las cumbres se pueden sacar fotos pero la sociedad no está para fotos, necesita resultados.

¿Cómo valora la actitud de Mariano Rajoy ante las acusaciones de corrupción que pesan sobre él y su partido?

Su figura como presidente está muy debilitada. Las explicaciones públicas que ha dado no han servido para disipar dudas sino al contrario, como cuando dijo en Berlín “todo es falso excepto alguna cosa que se había publicado”. No ha gestionado bien la crisis que afecta al PP y la imagen del Estado español ha quedado muy tocada. “La marca España” de la que tanto hablan en Madrid y que les preocupa tanto que pueda ser perjudicada por el proceso soberanista catalán resulta que se está hundiendo por la corrupción y no por la demanda democrática de nuestro pueblo.

¿Cree que la independencia podría reducir el nivel de corrupción en Catalunya?

Tenemos la oportunidad de construir un Estado que pueda aprender de los errores y ser innovador en algunos aspectos, por ejemplo, en la transparencia en la gestión pública y la lucha contra la corrupción.

La República de Catalunya va a ser mejor que la comunidad autónoma que somos ahora y también mejor que el Estado al que ahora pertenecemos.

Pero actualmente, en relación con los casos de corrupción, Catalunya no se queda muy atrás…

Sí, esto no ayuda para nada en el proceso hacia un estado independiente porque, es verdad, ahora no podemos decir que la corrupción no va con nosotros. Hay muchos casos que están saliendo y eso debilita la legitimidad del sistema político también en Catalunya.

Desde CIU se sostiene que “la imputación de altos cargos no debe derivar en su cese”. ¿Qué opina?

Es verdad que el cese de un cargo público por el hecho de estar imputado puede ser injusto, porque si al final de todo el proceso judicial se demuestra que esa persona es inocente… Hay que ir con mucho cuidado.

Pero si muchos indicios indican que puede haber verdad detrás de una imputación no pasaría nada si, preventivamente, alguien se apartara del cargo. Pienso que sería un mensaje positivo para la sociedad.

En la calle a casi nadie le sorprende la eclosión de casos de corrupción porque, en general, se siente que era algo “obvio”. ¿Cuál está siendo la reacción desde dentro del seno político?

Los que ejercemos la política desde la buena fe nos indignamos de que haya gente que aprovecha sus cargos públicos para enriquecerse. También nos molesta que se ponga a todo el mundo en el mismo saco, no es verdad que todos los políticos sean corruptos. Sé que con determinadas personas es difícil sentir confianza, pero mantengo la convicción de que son una minoría.

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