“Cuentos infantiles de la guerra” nos muestra cómo los cuentos infantiles pasaron a formar parte del engranaje propagandístico del momento. Los cuentos se convertían en un arma para enseñar a los más pequeños un mundo dual de buenos y malos, parecido al que se estaba enfrentando a aquellos momentos en el campo de batalla.

En las diversas muestras de literatura infantil que se exponen encontramos traducciones de narraciones procedentes de la Unión Soviética con un alto contenido revolucionario y también adaptaciones de cuentos infantiles tradicionales como El patito feo, El gato con botas o Pulgarcito, con un ogro convertido en aviador fascista.

La muestra recoge también todos los recursos que acompañan a los cuentos infantiles. En este sentido pone especial atención en la tarea de los dibujantes e ilustradores, muchos de ellos con una clara influencia de la vanguardia revolucionaria rusa, como Ramón Puyol, Durban, Berta y Elmer Hader, o Lola Anglada.

Comparte:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.