Coincidiendo con el Día Mundial del Huevo, un nuevo reportaje de investigación de la oenegé Equalia -con imágenes tomadas desde 2020 hasta el mes pasado- pone al descubierto las duras condiciones de vida en una granja de gallinas ponedoras en Castilla la Mancha en la que se utiliza el sistema de jaulas. En dicho reportaje, se pueden observar a gallinas desplumadas por el desgaste causado por el hacinamiento en las jaulas, o cadáveres conviviendo con otras aves vivas, entre otros crueles hallazgos.

Según denuncia la oenegé, se trata de «hechos comunes» en un sistema de producción sobre el que la Federación de Veterinarios de Europa ha manifestado la necesidad de realizar una revisión crítica de las jaulas, «puesto que estas dificultan la expresión de los comportamientos inherentes a las gallinas ponedoras».

Por otro lado, según prosigue la denuncia de Equalia, en referencia al hecho de estar encerradas y hacinadas toda su vida en una jaula, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaría (EFSA, por sus siglas en inglés) concluyó que «las jaulas no son un sistema de producción seguro ni sostenible, puesto que comporta riesgos en cuanto a la seguridad alimentaría y la salud humana». EFSA concluyó, además, que «la elevada densidad de las aves enjauladas comporta la prevalencia, persistencia y desarrollo de salmonela, en comparación con las gallinas de suelo».

Aparte de estas imágenes, habituales en el sistema de jaulas, el reportaje también capta explícitamente plagas de ratas paseando entre las aves, y de ácaros prosperando en los huevos destinados al consumo humano. El departamento jurídico de Equalia considera que el contenido de las imágenes recoge situaciones presuntamente constitutivas de graves delitos de maltrato animal y contra la salud pública, por lo que ha interpuesto la denuncia pertinente contra la granja, acompañada de un informe veterinario donde se manifiesta el lamentable estado de los animales.

Por otra parte, la entidad se ha reunido con varios partidos de todo el arco parlamentario catalán, para tratar la progresiva erradicación de las jaulas para las gallinas ponedoras. Esta medida estaría alineada tanto con las reformas legislativas en las que ya trabaja la Comisión Europea, como con las políticas empresariales que aplican algunos de los principales supermercados catalanes.

Estado de las instalaciones con huevos destinados a consumo humano. (Equalia)

Se están tomando caminos hacia un futuro sin jaulas

La opinión pública catalana se manifestó en este sentido en la encuesta realizada en enero de este año para el Gabinete de Estudios Sociales y Opinión Pública (GESOP), que reflejó que más del 55% de las personas encuestadas estaría a favor de prohibir las jaulas en la producción de huevos, una medida que impactaría en las casi 4 millones de gallinas con las que cuenta Cataluña.

Los consumidores europeos también han manifestado su rechazo a este tipo de prácticas por medio de la Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) End The Cage Age (Fin de la era de las jaulas) a principio de verano, en la que han colaborado más de 170 organizaciones. Esta ICE consiguió el apoyo de más de 1,4 millones de personas, y el voto mayoritario del Parlamento Europeo a favor de la prohibición de las jaulas, no solo en gallinas, sino también para los cerdos, becerros, conejos, reproductoras broiler, codornices, patos y gansos.

«Gracias a que las principales empresas catalanas se han comprometido a dejar de utilizar y comercializar huevos de gallinas enjauladas, los grupos parlamentarios están trabajando en una propuesta que alineará los compromisos del sector privado con las expectativas de la ciudadanía», afirma Blanca Ponce, responsable de Relaciones Institucionales y Empresariales de Equalia.

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

Comparte:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.