Agentes de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía han detenido al jefe de la Sección de Delitos Económicos de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, Óscar Sánchez Gil, acusado de presuntos vínculos con una red de narcotraficantes. También ha sido detenida su pareja, una agente destinada en la comisaría de la Policía Nacional de Alcalá de Henares, y su cuñada, que tenía 70 licencias de VTC.

La investigación comenzó hace varios meses tras las sospechas de que el jefe policial pudiera estar relacionándose con grupos de traficantes de droga. Asuntos Internos se hizo entonces cargo de las pesquisas y empezaron los pinchazos telefónicos y lo seguimientos.

El arresto se produjo en su domicilio de Alcalá de Henares, donde los investigadores encontraron 15 millones de euros ocultos tras una pared. Además, hallaron otro millón en su despacho.

Las detenciones se llevaron a cabo esta semana, y la operación incluyó el registro de la vivienda de la pareja del inspector jefe, así como la inspección de su despacho.

En este último, los agentes descubrieron una significativa cantidad de dinero en efectivo, que alcanzaba aproximadamente un millón de euros.

El inspector jefe detenido está acusado de blanqueo de capitales y cohecho. Óscar Sánchez Gil fue durante seis años jefe de la Unidad de Droga y Crimen Organizado. En la actualidad es el jefe de la Sección de Delitos Económicos de la Policía nacional.

La Unidad de Asuntos Internos investiga si estas diligencias pueden estar relacionadas con la noticia publicada esta semana por la Policía Nacional de la interceptación en el puerto de Algeciras de un contenedor que transportaba un total de 13.062 kilos de cocaína.

Mayor alijo en un contenedor

La operación policial desarrollada el pasado miércoles, 6 de noviembre, se saldó con 15 detenidos que fueron puestos a disposición judicial de la Audiencia Nacional. Para todos ellos, se decretó prisión provisional.

Este era el mayor alijo de esta droga intervenido hasta la fecha en la historia del narcotráfico en España, así como la segunda mayor intervención de toda Europa (la mayor en un único contenedor) y una de las más importantes a nivel mundial.

El contenedor contaminado contaba con una pantalla formada por cajas realmente cargadas con plátanos para ocultar la droga. Detrás de esta pantalla se encontraba una gran cantidad de cajas, idénticas a las anteriores, pero en cuyo interior se ocultaban ladrillos de cocaína.

A raíz del hallazgo, el Juzgado de Instrucción n.º 3 de Algeciras ordenó cinco registros judiciales: cuatro en Alicante y alrededores y uno en Madrid, en los que se incautó de una gran cantidad de documentación.

Asimismo, se detuvo en Toledo a una mujer, socia de la empresa receptora del envío, mientras que los dos principales responsables de la empresa importadora permanecen prófugos.

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