Ante los enormes desafíos que se enfrentan los políticos en los próximos años, se debería apelar tanto a la responsabilidad de los candidatos como a la inteligencia de los votantes. Cuestionar la legitimación de la democracia, como ha pasado por ejemplo en Brasil, lleva a la dictadura o al caos. Me viene a la cabeza una comparación con el mundial: es como si una protesta de unos pocos de miles de aficionados de la selección francesa, ocuparan la sede de la FIFA y pidieran que la copa del mundo porque la verdadera ganadora del mundial ha sido Francia. El asalto al Capitolio de los seguidores de Donald Trump parece haber sido el guion. No obstante, el caso de Pedro Castillo en Perú es diferente, pero tiene algo parecido: la intentona de superponer el egocentrismo individual como alternativa a la democracia, una epidemia psicológica que parece extenderse de forma internacional. ¿Por qué? La corrupción y la desigualdad hacen cada vez mayor la distancia entre los gobernantes y los gobernados. Tal vez sea demasiado tarde para eso; sin embargo, para acortar esa distancia me gustaría recomendar a los políticos que tengan conciencia y cierta confusión, que lean «El Príncipe y el Mendigo» de Mark Twain. No me imagino a Bolsonaro cambiando sus ropas con un mendigo de una favela. Y mucho menos le veo abandonado Florida para ir a vivir unos meses a unos de los peores barrios de Brasilia. Por el contrario, cuando pienso en Lula recuerdo que Brasil triplicó su PIB durante su anterior mandato, y hay algo en su toma de poder que me recuerda ―debido a su origen humilde― al príncipe que regresó de la miseria, para ser coronado y gobernar de forma misericordiosa, debido a su experiencia y a todo lo que había vivido.
Escritor sevillano finalista del premio Azorín 2014. Ha publicado en diferentes revistas como Culturamas, Eñe, Visor, etc. Sus libros son: 'La invención de los gigantes' (Bucéfalo 2016); 'Literatura tridimensional' (Adarve 2018); 'Sócrates no vino a España' (Samarcanda 2018); 'La república del fin del mundo' (Tandaia 2018) y 'La bodeguita de Hemingway'.