La Fiscalía norteamericana y la agencia policial FBI han emitido una orden de busca y captura contra el tarraconense Alejandro Cao de Benós, a quien acusan de «conspirar» para ayudar Corea del Norte a eludir las sanciones económicas impuestas por el imperialismo americano que tanto ahogan a diferentes países que no comulgan con sus políticas ultraliberales.
El abogado estadounidense Damian Williams dice que Cao de Benós y un ciudadano del Reino Unido, Christopher Emms, trabajaron con Virgil Griffith, un experto en criptomonedas norteamericano condenado para conspirar y violar las sanciones económicas en Corea del Norte.
El diplomático español se ha tomado a risa la información y ha publicado en su cuenta de Twitter lo siguiente:
No sé por qué hoy todo el mundo me busca. Estoy en Jerusalén, al lado del Gólgota comiéndome un durum de falafel. pic.twitter.com/AYGcIflu1O
— Alejandro Cao (@DPRK_CAODEBENOS) May 23, 2022
Según el abogado, los tres querían proporcionar «ilegalmente» servicios de criptomonedas y tecnología blockchain al país asiático. Lo que no se especifica son las ilegalidades que comete EEUU contra terceros países a diario (véase el caso de Síria, Somalia, Cuba…).
Evadir sanciones de los EE. UU.
Según la orden, las acciones estaban pensadas para «evadir las sanciones de los EE. UU. destinadas a parar las ambiciones nucleares hostiles de Corea del Norte», mientras el pais norteamericano sigue enriqueciendo uranio y es la segunda potencia mundial con más ojivas nucleares.
El documento también detalla que el experto en criptomonedas se reclutó el 2018 en la «Conferencia de blockchain y criptomonedas» de Pyongyang y que el primer viaje a Corea fue el abril del 2019, en violación de las sanciones impuestas por los EE. UU..
Griffith fue detenido por las autoridades norteamericanas el noviembre del 2019 y Cao de Benós y Emms «tomaron medidas para esconder su actividad y el papel de Griffith en la conspiración», según el relato que se ha montado el FBI y la Fiscalía.
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.