Se imaginan una gran lata de conservas que, al tirar del abrefácil, nos descubra un libro envasado al vacío. Pues en esta idea, finalmente no llevada a cabo por problemas logísticos, se encuentra el origen del nombre de una joven editorial literaria que se presenta en estos días en sociedad: se trata de Hoja de Lata Editorial, generadora de artefactos narrativos y ensayísticos. Lecturas sugerentes para tiempos inciertos, como reza su lema.
La editorial independiente asturiana Hoja de Lata se presentó en la librería Taifa de Barcelona. Lectores empedernidos, editores, aficionados y libreros, los socios de Hoja de Lata se lanzaron al proceloso mar de la edición profesional después de recibir uno de ellos la carta de despido en la librería que trabajaba. Para la ocasión, los editores Laura Sandoval y Daniel Álvarez, nos trajeron los cuatro primeros libros que ya tienen en el mercado: “Los javaneses”, de Jean Malaquais; “Arraianos”, de Xosé Luís Méndez Ferrín; “Cartas de una pionera”, de Elinore Pruitt Stewart y “Paz, amor y cócteles molotov”, de D. D. Johnston.
‘Les javanais’ de Hoja de Lata
La edición original de Les javanais data de 1939, en París, por Éditions Denoël. La primera edición en castellano se hizo en Buenos Aires, en 1946 por la Editorial Sudamericana. Y desde entonces que no se publicó en castellano esta obra, pese a los intentos de Pepe Gutiérrez-Álvarez, el impulsor de la conocida web “Kaos en la red”. Hace 40 años, el propio Gutiérrez-Álvarez pasó un ejemplar por la frontera franco-española, pero lo requisó la policía en un registro en la editorial Fontamara. Para los “secretas” todo lo escrito en francés era sospechoso. A principios de 2000, la editorial Octaedro compró los derechos para traducir la novela, con tan mala suerte que quebró antes de poder hacerlo. Diríase que una maldición atenazaba la edición en castellano de esta obra, sortilegio finalmente roto por éstos jóvenes editores. La novela “Los javaneses” recibió el Premio Renaudot, compitiendo con el mismísimo Jean Paul Sartre, y fue conocida en España de forma indirecta, a través de los comentarios elogiosos que de ella hizo León Trotsky.
Jean Malaquais no es más que el nombre afrancesado del apátrida por vocación, de origen polaco, Vladímir Jan Pavel Malacki, judío de nacimiento, pero ateo por convicción, militante comunista crítico y heterodoxo, combatió en la guerra civil española encuadrada en las filas del POUM. Mantuvo una permanente controversia epistolar con André Gide –también con Sartre y Louis Aragon-, pero el Premio Nobel trabó amistad con Malacki ayudándole a encontrar su estilo literario, y manteniéndolo económicamente. Malacki vivió un tiempo en Estados Unidos, donde tradujo al francés “Los desnudos y los muertos”, de Norman Mailer, que fue otro admirador de la obra de Malacki. Antes de encontrar a su mecenas, el novelista trabajó en diferentes oficios y su experiencia como minero en una mina de plomo y plata le sirvió para escribir “Los javaneses”. La editora Laura Sandoval nos explicó sobre esta obra que les hizo sufrir mucho por la traducción: “Es un autor muy original, muy gamberro y alegre, pero que hace unas cabriolas narrativas que nos hizo correr mucho”. “Los javaneses” se centra en un núcleo de mineros de varias nacionalidades, polacos, argelinos, republicanos españoles, alemanes que escaparon del nazismo, pero también zaristas perseguidos por los bolcheviques. Una cosa tenían en común todos ellos, eran expatriados y sin papeles, asunto de plena actualidad, por cierto. Esta edición española está traducida, y también escribe el prólogo, por otra de las editoras, Emma Álvarez. Pero nos sigue contando Laura Sandoval: “Lejos de ser una obra triste o deprimente, por las penurias que pasan estos mineros de la Provenza francesa, es una novela muy alegre por la forma que está escrita. El autor destila mucha ternura hacia sus personajes y demuestra, pese a todo, una gran confianza en el género humano”. Obra coral y vitalista, las historias de los distintos personajes se van entrelazando en una trama donde el humor cumple su papel subversivo como arma cargada de futuro, que diría el poeta.
En “Arraianos”, del maestro Méndez Ferrín nos encontramos con una obra fundamental de las letras gallegas y que es poca conocida fuera de Galicia. Relatos de la Raya, de personajes transgresores que viven en tierra de nadie. La cuidada edición de “Hoja de Lata” es en realidad es una reedición de la publicada por Ronsel Editorial en 1994, edición que contaba con la magnífica traducción de Luis Castro y que han conservado en esta nueva reedición. Recuerdo que me regalaron esa primera edición en castellano cuando andaba yo investigando sobre el Couto Mixto, esa república entre dos reinos -el de Portugal y España– y de la que habla Ferrín en su relato: “El exclaustrado de Diabelle”.
En “Cartas de una pionera”, Pruitt Stewart nos cuenta –todo ello a través de la correspondencia que mantuvo con sus amigos- cómo llegó a principios del siglo XX a las montañas de Wyoming con su hija, después de enviudar, y dispuesta a tomar las riendas de su vida, más allá de los convencionalismos sociales de la época.
El escritor escocés –y activista antiglobalización- conocido como D.D. (pronúnciese Di, Di) estaba presente en la librería Taifa, junto a la traductora de su novela, Raquel Duato. Sobre la sanamente irreverente “Paz, amor y cócteles molotov” nos contó su autor: “Un novelista se aferra siempre a su juventud, porque la vive sin pensar en el futuro. No quise profundizar en esta obra en muchas elucubraciones, sino contar el día a día de un joven de 20 años que trabaja en una cadena de comida rápida –D. D. trabajó siete años en McDonald’s-. El joven protagonista no aspiraba a otra cosa en la vida que llegar a la barra del pub del pequeño pueblo escocés donde vive. También es la visión del capitalismo que tiene el joven cuando avanza en su experiencia vital. En otras novelas hay revolucionarios heroicos o sanguinarios, en la mía hay jóvenes desorientados, pero guiados por el ideal de la solidaridad”.
D. D. es docente de la universidad de Gloucestershire y profesor de Escritura Creativa. La obra aquí citada se publicó en 2011 y fue su primera novela. Recientemente D. D. ha publicado The deconstruction of profesor Thrub, la versión novelada de su tesis doctoral.
A pregunta de este redactor, Daniel Álvarez nos adelantó la próxima obra que van a publicar. Se trata de una novela de precioso título: “En cualquier caso, ningún remordimiento”, de Pino Cacucci y que se basa en la vida del anarquista, atracador de bancos que, en 1910, trabajó como chófer del mismísimo Arthur Conan Doyle, su nombre: Jules Bonnot, personaje hoy reivindicado por muchos jóvenes indignados de Francia e Italia.
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.