El grupo navarro Belize estrena nuevo sencillo y se prepara para la grabación del que será su álbum debut. Entre conciertos y acordes, Ignacio, Ana, Ángel, Tasio, Pablo y Vicente, integrantes de este sexteto, explican su origen, sus planes de futuro, sus secretos y su música.
El grupo navarro Belize estrena nuevo sencillo y se prepara para la grabación del que será su álbum debut. Entre conciertos y acordes, Ignacio, Ana, Ángel, Tasio, Pablo y Vicente, integrantes de este sexteto, explican su origen, sus planes de futuro, sus secretos y su música.
El panorama musical español continúa albergando nuevos y variopintos grupos. Muchos de ellos suenan en las mejores salas, otros sólo lo hacen en la intimidad, y Belize ya se ha consagrado como uno de los más populares del momento.
Con sólo tres sencillos en su haber, este grupo navarro ha conseguido posicionarse entre las grandes promesas de la música. Compuesto por Ignacio, Ana, Ángel, Tasio, Pablo y Vicente, Belize se define como un grupo con una gran riqueza en matices.
Muestra de ello son Egos, Teenage wasteland y Ritmos, tres temas que han sido acogidos con gran expectación entre el público y que constituyen el reflejo de un grupo que ahonda en la búsqueda de nuevos ritmos.
Un recorrido que trasciende lo comercial y que se aproxima al soft pop más alegre, con elementos de percusión de carácter tribal y acompañado de guitarras y voces que pretenden acercar lo electrónico y lo acústico.
Ya han formado parte del famoso Festival Fardelaj, donde compartieron cartel con grandes artistas a los que un día acompañaron en sus giras. Ahora, a escasos días de entrar a grabar su primer álbum, Belize se reúne para dar a conocer los secretos de un grupo que dará que hablar.
Teniendo en cuenta la situación actual, ¿por qué dedicarse a la música?
No hace mucho que terminamos la universidad, y tal y como se nos presenta el mundo profesional a día de hoy, la pregunta que habría que hacerse es otra: ¿y por qué no? A parte de Belize, como cualquier otro joven recién titulado, trabajamos o seguimos estudiando.
Belize está compuesto por seis integrante, ¿todos tienen un pasado musical?
Todos tenemos backgrounds distintos. Tasio, Ángel y Pablo tocamos juntos en Pete Bombastic. Para Ana y Vicente todo esto es una nueva experiencia. María, por el contrario, acaba de graduarse en el conservatorio.
Elegir el nombre para un grupo puede ser una de las cuestiones más decisivas, ¿por qué Belize?
Elegimos llamarnos Belize el mismo día que terminábamos las mezclas de Egos y Ritmos. Fue un viaje largo, de casi un año. Quisimos tenerlas acabadas para descubrir a dónde nos llevaban y, una vez ahí, ver en sitio en el que habíamos naufragado. Y ese sitio era Belize. Creemos que es un nombre que de por sí transmite una naturaleza especial, y aspiramos a que nuestras canciones también lo hagan.
Los últimos grupos que se han dado a conocer cuentan con un estilo más o menos definido, ¿cuál es el estilo de Belize?
No sabríamos contestar porque no nos preocupa mucho. No somos muy amigos de las etiquetas, creo que simplifican mucho la realidad e impiden profundizar en sus matices. Y a mí me gusta pensar que Belize es un grupo con una gran riqueza en matices. Es algo que se puede ver en el remix que hicimos de Baba O’Riley. Tardamos casi un año en mezclarlo.
Entonces, ¿cuál es el perfil de vuestro público?
El de orejas muy abiertas.
Hasta el momento sólo han salido tres sencillos a la luz. ¿Algún adelanto de lo que sonará en el álbum debut?
Por ahora solo podemos decir que lo grabaremos en agosto.
Las canciones de Belize tienden al optimismo, transmiten alegría, y juegan con melodías pegadizas, pero, ¿contará el disco con algunas letras desgarradoras?
Una letra desgarradora va de la mano de una interpretación musical desgarradora. Letra y música forman siempre un solo tándem en la misma canción, por eso es imposible que la letra vaya en contra del espíritu que transmite la melodía. Si en el disco hay espacio para una canción así, la letra la acompañará.
¿Quiénes son los responsables de la composición de esas canciones?
Normalmente es Ángel quien plantea las canciones y las trabaja con Ana desde su fase inicial. También es él quien escribe las letras y compone la mayoría de los arreglos vocales y musicales.
A partir de ahí, el desarrollo lo lleva más Tasio, quien replantea y decide el carácter final de los temas, involucrándose en la producción de cada uno de los sonidos que aparecerán en la mezcla. Todo esto lo llevamos a cabo en el estudio de Pablo. Él aporta también su visión como productor. De esa manera, producción y composición van de la mano.
El panorama musical español está plagado de grupos frescos y novedosos que han roto con todo lo conocido hasta el momento, ¿las tendencias están cambiando?
La escena nacional está cambiando, de eso no cabe duda, aunque no estamos seguros de si es un cambio hacia un lugar mejor. El tiempo lo dirá. El boom de los festivales está en pleno auge, y no tardará mucho en caer.
Nos da la impresión de que hay una distancia abismal entre los grupos que más suenan y que mejor funcionan en España y las demás propuestas que se hacen en el resto del mundo. Es una verdadera lástima, porque aquí hay grandísimos grupos con propuestas muy innovadoras y contemporáneas que se ven forzados a pasar a un segundo plano. En ese sentido, puede que quienes estén innovando más en España sean quienes se dedican a la música electrónica.
El pasado 4 de julio, Belize formó parte del Festival Fárdelej, donde compartió cartel con dos de los grupos a los que acompañó como telonero en alguna ocasión. ¿Se puede decir que habéis alcanzado la meta?
Estamos muy ilusionados con el concierto. Llevamos funcionando menos de un año, y todo ha llegado demasiado rápido. Hemos cumplido muchas de las metas que nos habíamos propuesto, aunque lo que más nos preocupa ahora son las nuevas canciones.
¿Qué esperáis de la nueva trayectoria de Belize?
Conseguir transmitir esa naturaleza especial.
¿Se puede vivir de la música?
Nadie puede vivir sin música.
Entrando en el terreno personal, ¿qué música suena en la intimidad de Belize?
En la intimidad suena el silencio. Sin ese espacio para la reflexión componer resultaría una ardua tarea.
¿Una canción favorita?
Mon Nom, de Rodrigo Amarante, es la que suena con más frecuencia en mi cabeza estos días.
Y por último, un deseo.
Menos aire en las patatas de Matutano.