Al ínclito Francisco Franco, además de firmar sentencias de muerte, le gustaba inaugurar pantanos. Tanto es así que uno de sus sobrenombres fue el de “Paco el rana”, por aquello de “ir de charco en charco”
Al ínclito Francisco Franco, además de firmar sentencias de muerte, le gustaba inaugurar pantanos. Tanto es así que uno de sus sobrenombres fue el de “Paco el rana”, por aquello de “ir de charco en charco”