El Teatre Lliure nos deleita con dos horas sin interrupción del mejor Eduardo de Filippo (1900-1984), polifacético y original dramaturgo y cómico napolitano. Bajo la dirección de Lluís Pasqual y con una interpretación orquestada y armónica de actores y actrices de la talla de Jordi Bosch, Laura Aubert, Ramon Madaula y Mercè Sampietro, entre otros, entramos en la obra de Filippo con dos de sus piezas. El primer acto de Home i senyor i la obra entera La gran il·lusió balancean al espectador entre la verdad de la ficción y la ficción de la realidad, siguiendo un movimiento frenético, divertido y extremadamente rítmico y lírico.
El teatro y el ilusionismo como forma de dar sentido a la realidad caleidoscópica de la vida es la propuesta de este autor vital, emocional, con trazas de hilaridad. El primer acto es la ventana que permite adentrarse en los ensayos de una compañía de teatro, con sus encuentros y desencuentros, mientras que la segunda parte aúna realidad y ficción como piezas indispensables de un único puzle. El ilusionista, el público y los espectadores se confunden en una sola función y el tiempo transcurre con una continuidad casi cuántica, porque la percepción de cada sujeto es la que determina su propia realidad.
Personajes que buscan autor, autor que busca personajes, el ilusionista que inventa el mundo en que vive a través de su propia magia, en no pocas ocasiones más verídica y cierta porque, pese a todo, alcanza a ser más lógica que la vida misma. Situaciones que saben emocionar y cautivar al espectador, que reconoce deseos propios en el devenir de la trama. Y el misterio final de una caja en la que duerme cautivo el deseo del protagonista, y que no se revela hasta que, cual gato de Schrödinger, no se accede a su contenido, provocándolo: No ha pensat que a la seva senyora l’ha fet desaparèixer vostè mateix?
Divertida y original, consigue aún más envolver al público gracias a la genial actuación de los músicos y cantantes (Robert González, Laura Aubert, Pablo Martorelli, Carles Pedragosa, Roman Gottward), que sirven en bandeja el espíritu más napolitano, mediterráneo y romántico del gran cómico italiano.
