El pasado 30 de abril el jovén de 19 años, Xavi Cayuela Camilo, murió trabajando en la fábrica CIDAC de Cornellá del Llobregat destrozado por una máquina tras el fallo de los sistemas de seguridad. El entorno del fallecido se concentró el pasado jueves, 13 de mayo, frente a la empresa en una manifestación pacífica organizada por la CGT y 12 asociaciones más.
Centenares de personas acudieron al encuentro al grito de «¡No es un accidente, es un asesinato!» y reclamando «justicia» por la muerte de Xavi. Desde la CGT Baix Llobregat han querido ir un paso más allá y ha arrojado algo de luz al suceso, denunciando que «a Xavi lo mató la avaricia de unos empresarios que abandonaron a su suerte a los trabajadores tras dejar bien atado un gran pelotazo urbanístico».
En este sentido, el sindicato ha explicado en su perfil de Twitter que en el año 2006 «los ayuntamientos de Cornellá y Sant Joan Despí, conjuntamente con los propietarios de los terrenos donde se encuentra la empresa CIDAC, comenzaron a tramitar ante del Departament de Política Territorial de la Generalitat la recalificación de los terrenos donde se encuentra la fábrica».
Dicha recalificación, fue aprovada en 2009 y el objetivo, según la CGT, no era otro que «la construcción de viviendas en los terrenos que ocupa la fábrica, 20% protegida, 10% concertada y 70% libre». Con ello, la CGT entiende que «CIDAC desde 2009 o incluso antes estaba condenada al abandono, en el momento que la familia propietaria dio el pelotazo dejaron de invertir en seguridad y tecnología, convirtiendo la empresa en un campo de exterminio de instalaciones ruinosas».
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