Las causas de la crisis económica en España vienen por dos factores. Unos factores son internacionales. Otros factores son internos de la economía española. La crisis financiera internacional tiene su origen en Estados Unidos y se produce por cuatro causas:
- La excesiva desregulación de los mercados de capital.
- Aumento de la oferta monetaria por parte del Banco Central.
- La opacidad de los productos financieros.
- Ejecutivos irresponsables y agencias de calificación ineficientes.
Se produjo una crisis inmobiliaria que provocó que la gente no pudiera pagar las hipotecas. Y como se habían concedido hipotecas a gente que no era solvente, esto comportó el inicio de un proceso por el cual los bancos tenían hipotecas que sabían que no cobrarían. Estas hipotecas se habían vendido con productos financieros opacos y las entidades bancarias empezaron a recibir unos productos financieros que sabían que no iban a cobrar.
¿Y por qué concedían hipotecas a personas que no eran solventes? Lo hicieron por dos razones. La primera es que pensaban que los precios de los pisos subirían. Y si un día llegaba el momento en que la gente no pagaba ellos se quedarían los pisos y recuperarían la hipoteca. Pero esto no siempre es así, los pisos llegó un momento que empezaron a bajar. En ese momento las entidades bancarias tenían pisos en su cartera que valían menos que las hipotecas concedidas.
Además, el sistema anglosajón es diferente al europeo en las compras de pisos. En el sistema europeo, cuando tú compras una vivienda y luego no la puedes pagar, se quedan con tu piso. Pero si tu piso no cubre toda la hipoteca, tú tienes que devolver el dinero de tu sueldo hasta que pagas toda la hipoteca.
En el Derecho anglosajón, cuando tú no puedes pagar una hipoteca, les devuelves el piso y ya no debes nada. La gente devolvía pisos que en lugar de valer más, valían menos. Y la banca no se podía recuperar. Es más liberal. Además estaba mucho menos regulado en Estados Unidos que en Europa. Encima, los ejecutivos cobraban según hipoteca concedida no hipoteca solvente. Cuantas más hipotecas hacían mas cobraban ellos.
Estas hipotecas las vendían en un paquete financiero y las vendían muchas veces a un segundo banco que las compraba con descuento. Y este segundo banco las vendía a una tercera entidad financiera que normalmente era asiática con sede en Japón. Cuando la gente empezó a no poder pagar, aquellos créditos, automáticamente, valían menos. Y la cuarta entidad financiera que había comprado aquello ni cobraba, o cobraba muy poco. Es decir, se había comprado unos paquetes hipotecarios, sin transparencia, sin saber lo que compraban. Pero como pensaban que el precio de los pisos subiría, no había problema. Si la gente no pagaba, ya recuperarían el piso, porque tenía más valor. Lo grave fue cuando los pisos empezaron a bajar de precio. Entonces, ya no recuperaban todo lo que habían prestado.
Esto provocó tres situaciones. Primero, una desconfianza en los bancos. La gente pensaba: tengo dinero en el banco, si el dinero quiebra, no me lo devolverá. Por eso se comenzó a sacar los depósitos. Eso causó problemas de liquidez, porque la banca no tenía dinero líquido para continuar seguir prestando. El resultado fue que muchos bancos tuvieron problemas de solvencia y podían quebrar.
Estos problemas comenzaron en Estados Unidos pero, de rebote, también llegó a Europa. En la Unión Europea no se hicieron hipotecas basura, porque el mercado estaba más regulado. Pero como muchas entidades financieras españolas o europeas pedían créditos a la banca americana y la banca americana no tenía liquidez ni podía prestar, entonces los bancos europeos se veían afectados. Por otro lado, la crisis inmobiliaria americana comenzó a crear desconfianza en Europa y los precios de las viviendas comenzaron a bajar, como pasó en España.
Causas propias de España.
Además de la crisis financiera internacional, España tiene unos problemas intrínsecos de su propio modelo de crecimiento. Aumentaron mucho los precios del petróleo y de las materias primas en los años 2007 y 2008. Eso causó algunos primeros problemas, aunque se solventaron en el 2009.
Se ha dependido demasiado de la construcción. La construcción en España representaba el 10 por ciento de la ocupación o el 10 por ciento del PIB. En otros países de nuestro entorno, sólo representa el 6 por ciento. Era un modelo en el que la construcción tiraba de la economía. Todo el mundo pensaba que la construcción seguiría siempre bien. Los precios subían, la gente se compraba un piso, después lo vendía, ganaba más dinero y se pensaba que los precios nunca dejarían de subir.
El precio de la vivienda subió y subió hasta que llegó un momento en que la gente no podía pagar tanto. Y cuando una parte importante de la población tuvo dificultades para pagar, la demanda de pisos comenzó a caer, como los precios. Cuando se frena este modelo, aumenta mucho el paro en el sector de la construcción.
De todo el crecimiento español que se produjo en los últimos años, un 38 por ciento tenía que ver, directamente o indirectamente, con la construcción. Si construyes casas, has de producir electrodomésticos o muebles para ellas. La tercera parte del crecimiento español se debía a la construcción.
Y, claro, cuando eso se frena, la economía hizo quiebra porque dependíamos demasiado de la construcción. ¿Por qué? Pues porque en España hubo demanda de vivienda por parte de la juventud, de los adultos para tener una segunda residencia en la costa y de ciudadanos europeos que venían a residir a España por cuestiones de trabajo o para jubilarse. Los inmigrantes también aumentaron la demanda de construcción.
El efecto fue que muchos especuladores internacionales acudieron a España al darse cuenta de que en España se podía ganar mucho dinero comprando y vendiendo pisos. Los especuladores marcharon al ver que la gente no podía pagar precios tan altos y la demanda cayó más todavía.
España construía unas 800.000 viviendas cada año, cuando la demanda real es, probablemente, de 300.000 o 400.000. Ahora mismo, hay aproximadamente 1 millón de pisos vacíos por vender y los precios aún han de bajar más.
El motor de la economía desde del 1996 al 2006 había sido la construcción, aunque las exportaciones aumentaron
El otro factor intrínsicamente español es que la productividad ha aumentado poco en los últimos años. Esto causa que España sea menos competitiva a escala internacional. A la hora de exportar, nos costaba porque nuestros precios no eran competitivos. En cambio, importábamos mucho. Eso quiere decir que se crecía menos y que había un déficit con el exterior.
Baja productividad.
¿Por qué hay una baja productividad? Yo lo culpo a que las nuevas tecnologías en España se han desarrollado poco. La formación de los trabajadores es baja. Hay poca inversión de capital por trabajador. Todo eso lleva a esta baja productividad. Si se quiere crecer más, se debe formar más a los trabajadores, disponer de más tecnología y más capital por trabajador en las empresas. Se exporta poco y se crece menos.
Gobierne quien gobierne, España es más expansiva que el resto del mundo económicamente en los buenos momentos y, en cambio, cuando hay crisis, la tiene más intensa que en el resto del mundo. Esto no tiene que ver con el color del gobierno que esté en el poder. Tiene que ver con la estructura de la economía española. España crecía al 4 por ciento cuando Europa creía al 2 por ciento en los mejores años de expansión económica.
Por el contrario, cuando ha venido la crisis, hemos recibido más que Europa. La comparación está en que la economía europea ha caído un 3 por ciento, mientras que la española cae un 4 o 5 por ciento.
Ante este panorama, lo primero que se evitó fue la desconfianza y las retiradas masivas de depósitos de la banca. Los gobiernos garantizaron los depósitos. Se dijo: no tengan miedo, que en España están garantizados todos los depósitos. Se dio tranquilidad a la gente y los Bancos Centrales han intervenido para controlar de más cerca las cuentas de la Banca.
Como faltaba dinero, los Bancos Centrales proporcionaron liquidez a la Banca a tipos de interés muy bajos. A cambio, pidieron que presentaran unos planes para estabilizar la Banca a medio plazo.
Hay que recordar que la crisis financiera en España ha sido mucho más pequeña que en Estados Unidos. Por suerte, el Banco de España había tomado medidas preventivas. De los beneficios que tenía la Banca, una parte no la podían repartir en dividendos, sino que se debía mantener en unas reservas de previsión para cuando viniesen los problemas. Era algo que no tenía la Banca americana. Además, la regulación del Banco de España era mucho más intensa que la norteamericana, que pecaba de ser muy laxa.
Fin de la crisis financiera.
La crisis financiera ha acabado. La desconfianza ha desaparecido, los bancos son más solventes y hay más liquidez. Pero aún no del todo, ya que la banca primero arregló sus problemas con las ayudas de los Gobiernos y la consecuencia es que el crédito llega poco a las familias y a las empresas. Se ha parado el golpe pero todavía no llegan los préstamos para las empresas que tanto lo necesitan. O sea, que la Banca ha parado el golpe pero el crédito no llega como tendría a dónde tendría que llegar.
La segunda medida fue intentar favorecer el consumo, ya que la crisis había provocado que la población gastase menos y faltase demanda. Los gobiernos estimularon la demanda bajando los tipos de interés para que se pudiese acceder a créditos baratos. Sobre todo, poniendo en marcha programas de gasto público y de reducir los impuestos. Es lo que los economistas llamamos política keynesiana. Si el Gobierno gasta construyendo carreteras, hospitales, trenes de alta velocidad o creando centros tecnológicos, se genera más demanda. A su vez, retiras impuestos y la población tiene más dinero para gastar y das créditos a tipos de interés bajo.
Ésta es la política keynesiana que se llevó a cabo en Europa y en Estados Unidos. Como dar ayudas a la compra de automóviles o dar ayudas a los Ayuntamientos para que realicen obra pública. En España se disminuyó el tipo de interés del impuesto de sucesiones.
¿Se solucionó todo al crecer la demanda y mejorar la crisis financiera? No, aunque es cierto que para este 2010 se ha previsto un crecimiento positivo y que el paro en Europa y Estados Unidos no se reduzca pero tampoco aumente.
España 2011.
¿Y España? Pues España ha conseguido parar el golpe pero todavía no habrá reactivación para este año 2010. Habrá que esperar al 2011. El paro seguirá aumentando en España durante el 2010. Aumentará menos pero no habrá recuperación. Europa, en su conjunto, y Estados Unidos se recuperarán durante este 2010, pero España no lo logrará hasta el 2011.
¿Qué ha hecho el Gobierno de Zapatero? ¿Ha seguido esta senda que he explicado? Sí. Es la senda que han seguido todos los gobiernos. ¿Ha dado resultado? Sí, en el sentido de que ahora estamos en crisis todavía, pero es más pequeña. Llegaremos al 20 por ciento de tasa de paro y a principios del 2011, poco a poco, la economía puede comenzar a crecer. Se han perdido 2 millones de puestos de trabajo en España y eso costará de recuperar, pero se crearán otra vez a partir del 2011.