altEl pasado noviembre nos fuimos de festivales por el mundo… primero visitamos el Glow de Eindhoven donde volvimos a dejar nuestro Río Portátil y de ahí nos marchamos al Lumiere de Durham, para llevar a cabo una pieza a gran escala, que trascendía las fechas del propio festival para seguir iluminando la ciudad durante las fiestas navideñas.

 

 

 

El pasado noviembre nos fuimos de festivales por el mundo… primero visitamos el Glow de Eindhoven donde volvimos a dejar nuestro Río Portátil y de ahí nos marchamos al Lumiere de Durham, para llevar a cabo una pieza a gran escala, que trascendía las fechas del propio festival para seguir iluminando la ciudad durante las fiestas navideñas.

 

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Para esta pieza nos basamos en la instalación Basura plástica custodiando museo, que ya habíamos llevamos a cabo en el Gewerbemuseum, pero esta vez queríamos darle una doble intención de denuncia, por un lado el uso masivo de bolsas de plástico y las consecuencias que este tiene para la medio ambiente, y por otro, el consumo excesivo e innecesario que se produce en estas fechas navideñas.

 

Tenía todo el sentido esta pieza no sólo por las fechas sino porque el espacio que nos asignaron para su ubicación era la zona comercial del centro de la ciudad y se contaba con el patrocinio de la asociación de comerciantes, que había pedido que la pieza se conservara durante el periodo navideño.

 

Durante todo el periodo que estuvimos trabajando en la pieza, además coincidió la huelga de los servicios de basura de Madrid, por lo que con más motivos, estuvimos totalmente solidarizados con los trabajadores.

 

Para llevar a cabo nuestro gigante Consumerist Christmas Tree, por supuesto, necesitamos la colaboración de muchos vecinos, que debían darnos las bolsas que iban acumulando con las compras previas a la navidad.

 

Para animar las donaciones, se organizó una campaña previa de difusión, en la que se invitaba, a cambiar bolsas de plástico por otras de tela diseñadas para la ocasión. De este modo conseguimos unas 4.000 unidades, de las que acabamos usando 3.000. Además, para darles volumen, las llenamos con plástico transparente, generado por las tiendas de alrededor durante las fechas de montaje, inimaginable la cantidad de plástico de embalaje que se desecha en los comercios en estas fechas.

 

Para llevar a cabo el proceso de montaje, se convocó a vecinos asociaciones y colegios para que se acercaran a nuestro espacio de trabajo, una tienda que se había quedado vacía y que nos sirvió para montar un taller que más que un espacio de trabajo parecía un parque de bolas gigantes, donde lo que más apetecía, era zambullirse entre las bolsas y quedar sepultado. Con mucha ayuda, logramos terminar el trabajo en una semana.

 

Una vez tuvimos las bolsas llenas y cerradas, nos echamos a la calle, concretamente a la plaza del Prince Bishops Shopping Centre, donde nos esperaba una enorme estructura prefabricada en forma cónica de 9 metros de alto que debíamos forrar con nuestro material plástico.

 

Después, sólo nos quedó meter luz en el interior y ya estaba listo nuestro plastificado y reciclado árbol navideño, hecho a base de montones de  bolsas consumistas, que se podían haber dejado de fabricar si la gente concienciada se llevara sus propias bolsas cuando van a hacer la compra.

 

Además, para iluminar todo el camino que conducía al árbol, montamos un tendido de luces que forramos con las bolsas sobrantes, convirtiendo simples bombillas de bajo consumo, en vistosas guirnaldas de luz que daban a la calle un ambiente verbenero de lo más popular.

 

Disfrutamos como niños, con las bolsas y pasamos unos días increíbles compartidos con vecinos artistas y amigos de la organización.

 

Queremos dar las gracias a todos los amigos de Artichoke, tanto a los organizadores como a los que trabajaron con nosotros a pie de obra, que con su profesionalidad y buen talante nos lo pusieron todo muy fácil. A los vecinos que nos ayudaron y compartieron buen humor y trabajo duro, a la gente de Prince Bishops Shopping Centre, que además de hacer posible la instalación nos apoyaron logísticamente en todo momento, a nuestro querido amigo Koldo, que fue capaz de conseguir que todo funcionara como un reloj sin ningún tipo de estrés, a Antonio, que nos acompañó y  nos hizo pasar una de las noches más divertidas que recordamos,… y por supuesto… a los habitantes de Durham que nos entregaron sus bolsas para una buena causa.

 

Las fotos, como no podía ser de otro modo, son de Gustavo Sanabria, las de los talleres las tomó Koldo.

 

Esta pieza ha sido comisionada por Artichoke, para Lumiere, Durham 2013.

 

Tiempo de montaje: 13 días.

Daños ocasionados: 0.

Permanencia de la intervención: 2 meses.

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