En Estados Unidos, Arizona ha reacondicionado la cámara de gas de una prisión y ha comprado los ingredientes necesarios para crear el mismo compuesto químico mortal utilizado por los nazis durante el Holocausto. El diario The Guardian publicó la semana pasada documentos internos del Departamento de Correcciones, Rehabilitación y Reingreso sobre las recientes medidas adoptadas por el Estado.

Uno de ellos, un memorando con fecha del 17 de diciembre, describía una batería de pruebas realizadas en agosto de 2020 para determinar si una cámara de gas en la cárcel de Florence estaba en funcionamiento. El documento mostraba que se detonó una granada de humo en el interior de la cámara para asegurarse de que era hermética y que también se probaron las funciones del ventilador.

Según el periódico británico, que obtuvo documentos y facturas estatales, el Departamento Correccional del Estado también ha comprado ingredientes por valor de más de 2.000 dólares para fabricar gas cianuro de hidrógeno.

Zyklon B, el asesino masivo de los campos de concentración

Durante la Segunda Guerra Mundial, ese mismo tipo de gas fue utilizado por los nazis para asesinar a más de un millón de prisioneros en Auschwitz-Birkenau y otros campos de exterminio compuestos por judíos, polacos, gitanos y prisioneros de guerra. En esa época, el gas se conocía con el nombre comercial de ‘Zyklon B’, un producto que se desarrolló originalmente como pesticida y que después fue elegido como medio de asesinato masivo en los campos de concentración del Tercer Reich. Las autoridades de Arizona no han confirmado aún que el Estado esté preparando el uso de cianuro de hidrógeno. El Departamento de Correcciones declinó hacer algún tipo de comentario y no estaba muy claro cómo la agencia pudo comprar los productos químicos.

Sin embargo, Robert Dunham, director ejecutivo del Centro de Información sobre la pena de muerte, dijo el miércoles al diario The Guardian que el protocolo de Arizona designa el cianuro de sodio, y no de hidrógeno, como el gas letal que se utilizará para las ejecuciones. Pero estos documentos, dijo, sugieren que si el Estado «no puede conseguir drogas de inyección letal, entonces nos estamos preparando para llevar a cabo las ejecuciones con gas cianuro». Y agregó: «La cuestión es si en el siglo XXI es apropiado que cualquier estado de Estados Unidos ejecute a los presos con gas cianuro».

Por una escasez de fármacos letales

La preparación de Arizona para el uso de gas letal se produce en medio de una escasez de medicamentos utilizados para las inyecciones letales. La falta de este tipo de fármacos ha empujado asimismo a varios Estados a buscar alternativas, como en Carolina del Sur, donde los legisladores han propuesto la silla eléctrica o el pelotón de fusilamiento. El Complejo Penitenciario Estatal de Arizona, en Florence, donde se encuentra la cámara de gas del Estado, ha estado fuera de servicio durante años después de que una ejecución fallida en 1999 dejara a un preso –el encarcelado Walter LaGrand–, asfixiado durante 18 minutos antes de realmente morir. En origen, la cámara fue construida en el año 1949.

Hay pocas investigaciones médicas sobre los efectos del gas letal en el cuerpo humano, pero las ejecuciones con gas han durado mucho más que otros métodos, según la profesora de derecho de la Universidad de Fordham, Deborah Denno. La noticia ha provocado indignación. Sobre todo entre los supervivientes del campo de Auschwitz. «A sus ojos se trata de un acto vergonzoso e indigno de cualquier democracia y, además, insulta a las víctimas del Holocausto», declaró este miércoles Christoph Heubner, vicepresidente ejecutivo del Comité Internacional de Auschwitz. «El mundo acabará por desmoronarse, si en algún lugar de esta tierra se vuelve a considerar el uso del ‘Zyklon B’ para el asesinato de seres humanos», sentenció Heubner.

Aunque la aplicación de la pena capital por parte de los estados ha disminuido en los últimos años, la Administración Donald Trump estableció un récord de ejecuciones. Al contrario, el presidente Joe Biden ha apoyado la eliminación de la pena de muerte a nivel federal a través de la legislación. El apoyo público a la pena capital también ha disminuido, según las encuestas de Gallup.

En la actualidad, Arizona sigue siendo uno de los 27 estados de Estados Unidos donde la pena de muerte es legal. La ejecución por gas letal sigue siendo permitida en seis estados, entre ellos Oklahoma, Mississippi y Alabama, que utilizan nitrógeno para la muerte por hipoxia o falta de oxígeno cerebral.

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