Los teléfonos móviles permiten que los datos de geolocalización, así como los contenidos de las comunicaciones, estén a disposición de los operadores de telefonía móvil. En un contexto de enfrentamiento como el que existe entre el estado de Israel y el grupo paramilitar musulmán chií libanés Hezbolá, esta circunstancia llevó a altos cargos de esta organización a utilizar mensáfonos (o buscapersonas) para comunicarse entre ellos.
Tras los ataques de Hamás a Israel en octubre de 2023, el líder de Hezbolá, Hasan Nasrallah, pidió a los miembros de su organización que no utilizaran teléfonos móviles. Y el pasado día 17 de septiembre, a las 3:30 de la tarde, en el Líbano, Israel decidió hacer explotar de forma sincronizada multitud de buscas que se encontraban en las manos, en los bolsillos o en los alrededores de un gran número de personas, sembrando con ello el pánico y la confusión. El ataque provocó la muerte de al menos 12 ciudadanos y dejó unos 4 000 heridos, muchos de ellos mutilados.
Al día siguiente se produjeron explosiones de otros dispositivos electrónicos, como comunicadores portátiles (o walkie-talkie), resultando muertas al menos otras 20 personas, y heridas más de 450. Entre los afectados, algunos eran miembros de Hezbolá, pero otros no. Cuatro de los muertos eran niños.
Buscapersonas independientes de la red de telefonía
El mensáfono (también conocido como beeper, pager, buscapersonas, o, simplemente, busca) es un dispositivo de telecomunicaciones que recibe mensajes cortos que muestra en una pantalla de cristal líquido.
Los buscas utilizan ondas electromagnéticas de frecuencias de VHF o UHF, según el país, para comunicarse con una estación base central que tiene la capacidad de enviar mensajes cortos de forma individual a un dispositivo específico, o bien mensajes grupales a todos los dispositivos asociados a esa central de llamadas. Hay mensáfonos que solo reciben mensajes numéricos y otros que reciben mensajes alfanuméricos. También los hay con capacidad tanto de recibir como de enviar mensajes.
El primer dispositivo de este tipo se fabricó en 1921, y era utilizado por el departamento de policía de Detroit. En 1949, Al Gross inventó y patentó el primer mensáfono telefónico, que fue utilizado por el Hospital Judío de Nueva York. En 1958, la Comisión Federal de Telecomunicaciones aprobó su uso para el público. Y, cuando la empresa Motorola sacó al mercado el producto Pageboy, en 1974, estos dispositivos pasaron a ser denominados pagers. Posteriormente, se conocieron como beepers, por el sonido de alerta que emitían al recibir una notificación.
El mayor uso de los mensáfonos se dio en los años 90, debido a que en aquel momento eran más baratos que los teléfonos móviles, su alcance llegaba a zonas en las que la red móvil no tenía aún cobertura y permitían enviar mensajes de texto. Todas estas ventajas se fueron desvaneciendo a medida que la telefonía móvil se hizo más asequible económicamente, su cobertura se amplió e incorporó el servicio de identificación de llamada entrante. Los buscas quedaron definitivamente obsoletos cuando los teléfonos móviles empezaron a ofrecer el servicio de mensajes cortos (SMS).
A pesar de todo esto, aún hoy en día podemos hablar de ciertos usos residuales de los buscas. Por ejemplo, en algunos hospitales se emplean comunicar con el personal sanitario. Y, como ya hemos explicado, Hezbolá los usaba por su independencia con respecto a la red de telefonía móvil y para evitar la geolocalización de los teléfonos inteligentes.
Walkie-talkies bidireccionales
En cuanto a los comunicadores portátiles (o walkie-talkie), funcionan de manera similar a los mensáfonos, pero permiten solo una comunicación de voz, no de mensajes de texto. Esta comunicación es bidireccional, pero no simultánea. La comunicación se inicia apretando un botón. El altavoz del comunicador permite escuchar en entornos ruidosos en los que el auricular de un teléfono no sería audible.
Se ha utilizado por la policía, servicios de emergencia, en empleos comerciales e industriales, y, debido a su bajo coste, también como juguete.
Activación de los explosivos
Según las informaciones que se han ido conociendo, los mensáfonos que explotaron fueron proporcionados por la empresa BAC Consulting, con sede en Hungría, a la que la compañía taiwanesa Gold Apollo dio permiso para comercializar los buscas con su nombre.
La escasa actividad, el corto recorrido de BAC Consulting (solo dos años desde que fue registrada) y el hecho de estar constituida por un único accionista apunta a que esta compañía podría ser una empresa pantalla utilizada por la inteligencia israelí para proporcionar los mensáfonos modificados con explosivos a Hezbolá.
La hipótesis más probable es que los mensáfonos se fabricaran con un detonador y varios gramos de explosivo. Y todo apunta a que se programaron para que el detonador de todos ellos se activara al recibir un determinado mensaje grupal.
*Fuente: https://theconversation.com/asi-se-usaron-los-mensafonos-explosivos-en-el-libano-239515
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