El ex Presidente Aznar a través de su fundación FAES habría diseñado una estrategia para descabalgar del Poder al Gobierno PSOE-Unidas Podemos y convocar unas nuevas elecciones y para esta operación habría elegido a Díaz Ayuso como su nuevo delfín y adalid de la nueva política neoliberal que intenta implementar.
Ayuso, desde su atalaya de la Puerta del Sol en Madrid, se habría convertido en el vivo reflejo de la incongruencia trumpiana que consigue desarbolar cualquier estrategia opositora que sea mínimamente racional y como en el caso de Trump, sus controvertidas decisiones y manifestaciones rozarían la megalomanía, “entendido como delirio de grandeza que provoca que el individuo se crea dotado de un talento y un poder extraordinarios debido a que las deidades le han elegido para una alta misión” (ser la némesis de Pedro Sánchez ).
El pensamiento de Díaz Ayuso es rígido e incorregible: no tiene en cuenta las razones contrarias, sólo recoge datos o signos que le confirmen el prejuicio para convertirlo en convicción y aunque esté aquejado de un cierto trastorno delirante sería bastante funcional y no tiende a mostrar un comportamiento extraño excepto como resultado directo de la idea delirante. Otro rasgo de la personalidad de Ayuso sería el histrionismo que le impele a llamar la atención pública y ser temerario en sus afirmaciones sin importarle la opinión de los demás debido a su evidente falta de moralidad así como la tentación de perjudicar la vida de los demás (léase los menús infantiles de Telepizza).
La personalidad de Ayuso explicaría su frivolización de la tercera ola de la pandemia en Madrid y la consecuente falta de adopción de medidas profilácticas para evitarlo como mantener la apertura perimetral de la Comunidad o convertir a la capital en madrileña en la metrópolis del ocio europeo, quedando la sanidad pública madrileña inerme ante la previsible llegada de una cuarta ola que no impedirá que Ayuso siga apostando por la economía en detrimento de la salud, lo que confirmaría el aforismo de Voltaire:“La pasión de dominar es la más terrible de todas las enfermedades del espíritu humano”.
Sin embargo, la paranoia de Ayuso se habría agravado al verse afectado por el llamado “sindrome de hydris” citado por el médico y político inglés David Owen en su obra “The Hybris Syndrome: Busch, Blair ant the Intoxication of Power”, término que procede de la palabra griega “hybris” y que significa desmesura. Así, la presentación por PSOE y Cs de una moción de censura contra el Presidente de Murcia, el popular López Miras, le habría obligado a revisar su actual estrategia e incorporar a su bagaje político la llamada inteligencia maquiavélica, consistente el “uso de comportamiento cooperativos o combativos que le puedan reportar mayores posibilidades de adaptación en función de una situación concreta” y que tendría su plasmación en la convocatoria de Elecciones anticipadas en la Comunidad de Madrid para el mes de Mayo.
Asimismo, la inteligencia mediática se distingue por “una extraordinaria capacidad para encontrar las debilidades ajenas y utilizarlas en beneficio propio así como de realizar acciones complejas que pueden no ser entendidas en un principio por sus votantes pues sus metas se proyectan hacia un futuro mediato” (Presidenta del PP).
Este movimiento magistral de sus piezas habría descolocado a los partidos de la oposición que si no concurren en una candidatura unitaria quedarán condenados al ostracismo en la nueva legislatura pues es previsible que Ayuso consiga aglutinar en torno a su figura tanto a votantes del PP como a los de Vox así como de fagocitar los restos del naufragio de Cs, no siendo descartable que pueda lograr una mayoría absoluta en las nuevas Elecciones y erigirse como alternativa a Pablo Casado.
Nacido en Navarra en 1957. Escribe análisis sobre temas económicos y geopolíticos. Es miembro de Attac-Navarra. Colabora habitualmente en varios medios digitales e impresos españoles y latinoamericanos.