Baleares es la región que recibe más visitantes por vía marítima del total del territorio español. La condición insular, la calidad y cantidad de conexiones y una ubicación estratégica, muy cerca de la costa española, así como próxima a la italiana y francesa, sitúan a esta comunidad en la punta de lanza del turismo de cruceros y de otros formatos que utilizan al barco como medio de transporte. El público ha encontrado en esta opción una vía cómoda y eficaz, y por ello cada vez más público nacional busca los billetes para el ferry barcelona Mallorca si quiere disfrutar de su estancia en las islas.
Los puertos de Baleares reciben, anualmente, cerca de 3 millones de pasajeros procedentes de orígenes nacionales e internacionales. Esto significa, en el caso del turismo de cruceros, en torno al 25 por ciento del total de la actividad que se registra en la costa española. Unos datos que confirman a esta región como el referente del Mediterráneo para este modelo turístico. A estos viajes organizados se suman los visitantes que realizan trayectos directos, entre diferentes puntos españoles o europeos, y desembarcan para disfrutar de un periodo vacacional.
Mallorca es el puerto de referencia, pues acoge a la mayor parte de estos turistas. Su condición de capitalidad, unas instalaciones portuarias óptimas y de calidad y repletas de servicios, factores indispensables para acoger a las navieras, son aspectos clave. Desde los enclaves de Palma y Alcudia, que son los dos enclaves principales de llegada y salida de embarcaciones, especialmente en el caso de la capital; hay abiertas diferentes rutas para llegar a otras islas próximas como Menorca e Ibiza.
Flexibilidad
La apuesta de la Administración y las empresas del sector por comunicar la Península con Baleares por vía marítima es fuerte y se evidencia en la alta cantidad de horarios que los ciudadanos pueden encontrar diariamente. Tanto en Barcelona, el principal puerto de origen, como en otros puntos como Valencia o Denia hay una amplia oferta de rutas diarias que se amoldan a un amplio margen de horarios. El público tiene la posibilidad de elegir entre diferentes opciones, además de poder disfrutar de otras ventajas como llevar su propio vehículo. Esta es una de las opciones que más atractivos despiertan, ya que los visitantes desembarcan en la isla a bordo de su coche, lo que supone un ahorro de tiempo y dinero para quienes quieren moverse por la zona.
La reducción de los tiempos del trayecto es otro de los factores determinantes en estos datos. Las mejoras en la tecnología, las infraestructuras y los elementos de navegación han permitido establecer una duración de siete horas para la ruta entre Barcelona y Mallorca. La vía entre Denia e Ibiza se ha reducido hasta poco más de 120 minutos, mientras que la salida desde Valencia hacia este destino se queda en cinco horas. Muchas de estas rutas se organizan en horario nocturno, lo que facilita la adaptación a la mayoría del público y permite no trastocar los hábitos diarios de los ciudadanos.
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.