El Ayuntamiento de Barcelona ha hecho efectivo este lunes el cierre de las cinco paradas de los antiguos pajareros de la Rambla que quedaban abiertas para llevar a cabo la recuperación forzosa de los establecimientos. Técnicos del Instituto Municipal de Mercados se han personado en los establecimientos y les han mostrado la autorización judicial que establecía que tenían que recoger y dejar libres las paradas.
El consistorio ha actuado dentro de los 10 días que les daba la autoridad judicial, según han explicado a la ACN fuentes municipales. Las cinco paradas que restaban abiertas eran de un mismo propietario, que ha confirmado a la ACN que estaban recogiendo los establecimientos para irse. Las otras seis paradas se cerraron el pasado 21 de agosto.
Con el cierre de las últimas cinco paradas, el Ayuntamiento de Barcelona ha recuperado los once establecimientos que en 2009 dejaron de vender animales y se reconvirtieron en paradas de venta de helados, dulces y recuerdos. En agosto, fuentes municipales indicaron que, una vez recuperados todos los establecimientos, se estudiaría cuál es el momento más adecuado para el derrumbe de las paradas, según el adelanto de las obras de reforma de la Rambla.
El cierre de las paradas llega después de que el pasado mes de julio el Ayuntamiento pidiera -sin éxito- a los propietarios que entregaran voluntariamente las llaves de los establecimientos. Ante la negativa, el consistorio puso en marcha la vía judicial para poder forzar el cierre y recuperar la titularidad. El consistorio recuerda, además, que en el Plan Especial de Ordenación de la Rambla, aprobado definitivamente en 2016, ya no se contemplaba la continuidad de estas paradas.
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.