En el acto se ha hecho balance de las últimas movilizaciones, así como discutido entre todos los asistentes cuestiones que afectan a las familias trabajadoras, más allá de la problemática de los suministros eléctricos por los que se ha estado batallando en los últimos años. Se han sometido a debate y se ha acordado una defensa a ultranza de los servicios e infraestructuras públicos, el trabajo digno y el futuro de los jóvenes de los barrios obreros.
El evento también ha servido para establecer un ideario común enraizado e inspirado en las luchas históricas de los movimientos vecinales de la ciudad, encabezados por las familias obreras que en muchos casos tuvieron que luchar contra una vida de precariedad y carestía, acentuada por cuestiones tan básicas como el agua corriente, el asfaltado, el alcantarillado, etc.
Hoy en día estas cuestiones, que se conquistaron sobre la base de infinidad de luchas en las calles, siguen estando en peligro y a esto se suma el resurgimiento con fuerza de lacras como la extensión de la droga en un medio de carencia de espacios de ocio, deportivos y culturales al alcance de las mayoría de las jóvenes de nuestros barrios, así como al incremento de la precariedad y el desempleo crónico.
Todos estos aspectos han sido tratados y fijados con el acuerdo de casi un centenar de participantes que han dedicado toda la jornada a diversos debates, participando en las distintas salas de discusión que se habilitaron. En el encuentro se ha elegido una Coordinadora de entre todas las plataformas vecinales, como un instrumento clave a la hora de hacer más eficaz la articulación de las movilizaciones, asambleas y organización de un movimiento que hunde sus raíces en un malestar creciente por la brecha social que se abre en la quinta capital del estado que sigue manteniendo 7 barrios obreros de los 15 más empobrecidos de todo el país. Las conclusiones de estos trabajos, emanadas de los debates a través de enmiendas realizadas a los documentos que sirvieron de base para el evento, serán publicadas en los próximos días.
Con esta jornada, Barrios Hartos se consolida como fuerza organizada que enfrenta las condiciones que condenan a la precariedad e incertidumbre a miles de familias obreras de la ciudad. Estamos convencidos de que no basta con esgrimir unos principios que hunden sus raíces en las tradiciones combativas de los barrios obreros contra la tiranía y la voracidad de los intereses capitalistas y amigos, sino que es un deber de toda persona consciente unir sus fuerzas para, en primer lugar, poner freno a la descomposición de las zonas obreras y sobre todo luchar por una idea que preside Barrios Hartos: contribuir a que el mundo, empezando por nuestros barrios, cambie la base del modo de funcionamiento del actual modelo social, enfocado al amasamiento progresivo de grandes fortunas por una minoría.
Seguiremos en las asambleas, ahora más organizados, forjando la unidad en la movilización y contribuyendo al avance de la consciencia y la confianza en las propias fuerzas de la clase trabajadora para transformar la realidad, desde lo más cercano hasta lo que parece más alejado. No estamos solos, somos la mayoría.