Con el título de “Al Alba, 40 años: la generosidad de la resistencia”, un grupo de antifascistas independientes, supervivientes de los Consejos de Guerra, familiares, amigos, abogados, periodistas y gente de la cultura, han constituido la “Plataforma Abierta” para conmemorar en Madrid el 40 Aniversario de los últimos fusilamientos del régimen franquista, del 27 de septiembre de 1975. Hablamos en Barcelona con uno  de sus promotores, Manuel Blanco Chivite, al que se le conmutó la pena capital en aquellos procesos en los que se llegaron a pedir once penas de muerte.

Dos meses, apenas dos meses antes de la muerte del dictador Francisco Franco, éste decidió irse como llegó, tiñendo de sangre la historia de España. En unos juicios ilegales, que fueron denunciados por las más importantes instancias internacionales, donde las supuestas pruebas, como las de balísticas, se perdieron misteriosamente. Donde los abogados defensores eran expulsados de la sala, donde dos mujeres testigos de los hechos no fueron llamadas a declarar, donde las pretendidas huellas de los acusados que la policía decía que estaban en el coche robado, resulta que eran de la familia dueña del vehículo, y claro, también se perdieron. Para la desesperación de los abogados defensores, además se estaba aplicando un decreto-ley sobre el terrorismo por unos hechos ocurridos dos meses antes de la entrada en vigor de dicho decreto.  Tampoco se oyeron los dictámenes de los médicos forenses que no concordaban con la versión oficial… ¡Ay!, la “versión oficial”, esa pétrea palabra que nos amenaza constantemente y a la que muchos están abonados… Todo estaba ensayado para la macabra pantomima, los actores: policías, guardiaciviles, magistrados y fiscales militares, estaban a punto para representar la obra, por encima de ellos el Consejo de Ministros dando el enterado, y Franco dejándonos claro que este escarmiento a la lucha antifranquista sería su particular rúbrica a aquella frase que dijo en el discurso de Navidad de 1969: “Todo queda atado y bien atado con mi propuesta y la aprobación de las Cortes de la designación como sucesor, a título de rey, del príncipe don Juan Carlos de Borbón”. Y, pese a las peticiones internacionales de clemencia, entre ellas las de Olof Palme y el Papa, Pablo VI, los pelotones de guardiaciviles y policías voluntarios hicieron sonar sus armas mientras eran jaleados (1) por otros compañeros llegados al lugar ex profeso. En Barcelona, Juan Paredes Manot (Txiki); en Burgos, Ángel Otaegui; en Hoyo de Manzanares (Madrid), José Luis Sánchez Bravo, Ramón García Sanz y Humberto Baena.

Manuel Blanco Chivite (San Sebastián, 1945) es escritor y editor, en el sello El Garaje Ediciones. Entre sus pasiones confesables están la novela negra y, como escritor y estudioso, la literatura popular encarnada en las novelas de quiosco,  y el buen vino, claro. Como coleccionista y ensayista sobre la historia del bolsilibro, cabe destacar su colaboración en la antología de las novelas policiacas de quiosco que, en cuatro volúmenes, editó Akal en 2012 para regocijo de los aficionados. ¡Bang, Bang, estás muerto!, es el título cuanto menos que curioso de la obra; donde coincedieron tres amigos como antólogos, el gran Luis Conde, el citado Chivite y el recientemente desparecido Moncho Alpuente. A Blanco Chivite se le juzgó en Consejo de Guerra sumarísimo en las dependencias militares de El Goloso (Madrid). Ejercía como periodista y era un dirigente destacado del Partido Comunista de España (marxista-leninista). Lo acusaron de ser el autor intelectual de atentado al policía armado Lucio Rodríguez. Se pidieron cinco penas de muerte y se ejecutaron tres. A él y a Vladimiro Fernández Tovar se les conmutó la pena por la de treinta años de cárcel. Fueron excarcelados con la amnistía de 1977.

Blanco Chivite comienza hablando tímido, casi en voz baja, pero a medida que transcurre la conversación, sus palabras y voz adquieren un tono enérgico, remarcando las frases de unos hechos de nuestra historia reciente que, en algunos casos, ponen en evidencia los trágalas y componendas de los pactos de la Transición. En fin, este es el testimonio de uno que vivió para contarlo.

¿Cómo será el acto político cultural que está preparando la Plataforma Abierta para conmemorar el 40 aniversario de los últimos fusilamientos?

Manuel Blanco Chivite.- El acto va a ser el sábado 26 de septiembre, a las 19:00 h en el Auditorio Marcelino Camacho –tiene un aforo de 1.200 personas-, calle Lope de Vega, 40, en Madrid. Se está cocinando todavía, pero te puedo decir que el espectáculo tendrá varias partes. Una de actuaciones musicales, otra de histórico e intervenciones, aunque no queremos cargarlo mucho de parlamentos.

¿Tenéis confirmado algunas actuaciones musicales y oradores?

Manuel Blanco Chivite.- Algunas sí. Tenemos confirmado a Patxi Andión; Bernardo Fuster (2), de la banda “Suburbano”, que acompañaba a Ana Belén y Luis Eduardo Aute, entre otros; Julio Castejón, del grupo “Asfalto”; Enrique Villarreal, el que fuera cantante y bajista, durante treinta años, de la banda de rock “Barricada”; el grupo de Aragón “Adebán”, de Jesús Escartín y Jesús Lucea. Luego hay otros en cartera que ya iremos viendo por si falla alguno a última hora. En el Memorial también hablaran abogados. Como Mariano Benítez de Lugo, que participó en el primer Consejo de Guerra en el acuartelamiento de El Goloso, y defendió a Pablo Mayoral, Juan Aguirre y algunos más… también hemos hablado con abogados de una generación posterior, como Endika Zulueta, que ha estado defendiendo a okupas, insumisos; Madres Contra la Represión, Caso Alfon, etc.…, para hacer una especie de puente entre la represión del tardofranquismo y el perfil que está adquiriendo la represión actual. Luego hablaran familiares, como la hermana de Luis Sánchez Bravo, Victoria; estará Flor Baena, hermana de Humberto Baena y luego nos queda por confirmar la viuda de Sánchez Bravo, Silvia Carretero (3). Hablaran los representantes de la Coordinadora Estatal de la Querella Argentina y de Presos del Franquismo (La Comuna), y claro, estaremos algunos sobrevivientes de la época…, También hay una parte visual que consiste en vídeos con recopilación de imágenes de aquellos tiempos y con saludos y testimonios de personajes de la cultura, la política, el sindicalismo…, en total serán cuatro vídeos que no superarán los tres minutos cada uno.

Como veteranos luchadores antifascistas: ¿Qué pensáis de los nuevos partidos como Podemos?

Manuel Blanco Chivite.- Bueno, creo que todavía está en fase de hacerse. Ha levantado muchas expectativas en España, pero creo que menos, o tiene un perfil más polémico, en Catalunya y Euskadi; porque en última instancia no es un partido que esté por la independencia, evidentemente, por lo menos hasta ahora así lo ha demostrado. Pero de momento son expectativas, ya veremos. Me recuerda como en los primeros años sesenta, y sobre todo en la Transición, hubo una especie de alteración del vocabulario político, y hoy está ocurriendo lo mismo, una especie de ruptura con el régimen del 78. A mí me parece magnífico, claro que no hay que olvidar que la piedra angular del régimen del 78 es la monarquía. La monarquía fue el cimiento básico que estableció el franquismo, que declaró a España monarquía en el año 1947, en un plebiscito terrorista de la época -Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado-; y cuando la monarquía se restaura en 1975, la Constitución de 1978 se encuentra con un hecho consumado de obligada aceptación –Chivite recalca la última frase repitiéndola dos veces-. Para hablar hoy de cuestionar el régimen del 78, hay que cuestionar la monarquía, si no ese cuestionamiento será falso.

El pasado mes de julio podíamos leer el siguiente titular de prensa: “El rey emérito cena con Rajoy, Zapatero, Aznar y Felipe González en Casa Lucio”. ¿Podemos da miedo a la derecha?

Manuel Blanco Chivite.- Esa fue la foto de familia del régimen. Más que miedo, lo que provoca es una agresividad antidemocrática peligrosa, porque la derecha siempre tiene miedo a la democracia. Y en este caso, la derecha y sus asociados, ese conciliábulo constitucional y monárquico del 78, se vuelve extremadamente agresivo cuando se toca los pilares básicos del sistema. Ellos los pueden tocar, como sucedió cuando reformaron la Constitución –reforma de 2011 del art. 135 sobre la prioridad del pago de la deuda y al “estabilidad presupuestaria”-, no llegaron a dos centenares de personas –los diputados-, sin contar absolutamente con nadie, en un país de 47 millones de habitantes, decidieron alterar la Constitución que fue aprobada en un referéndum. Tomaron una iniciativa abiertamente antidemocrática que no figuraba en ninguno de sus programas electorales. Pero cuando cualquier persona, colectivo o partido político propone, referéndum o plebiscito mediante, por ejemplo en el asunto monárquico o el asunto de la autodeterminación, modificar la Constitución, entonces es criminalizada, demonizada y perseguida judicialmente. El régimen del 78 está atravesado de un talante antidemocrático que se expresa en varias ocasiones, como dar por válido aquel referéndum sobre la Unión Europea con una abstención del 65% (4), hombre que no nos fastidien…

Antes de la “Ley mordaza”, ya había centenares de sindicalistas imputados y condenados, como en el caso de Laura Gómez, dirigente de la CGT, que pasó 23 días de presión preventiva -en 2012- y se le prohibió acudir a manifestaciones. Todo por quemar unos papeles que simulaban billetes en una representación lúdico/reivindicativa delante de la Bolsa de Barcelona. Ahora parece que todo se está recrudeciendo, como las denuncias penales y las sanciones administrativas, por ejemplo, a los participantes en las acciones para detener desahucios. ¿Cómo ve esta deriva alguien que vivió la época más represiva del franquismo?

Manuel Blanco Chivite.- Se está perfilando lo que podíamos llamar un Estado policíaco democrático, que tiene guasa. Las dictaduras se sufrieron en Europa en los años treinta, pero en el caso de España duró, como mínimo hasta 1977, por decir lo que duró sobre el papel, porque todavía el franquismo sigue coleando en las familias económicas y políticas, que como franquistas, no son democráticas.

Casi cuarenta años y los procesos de los Consejos de Guerra sumarísimos y los del Tribunal de Orden Público siguen sin ser anulados por el Tribunal Supremo. Recientemente la ONU ha solicitado a España que derogue la Ley de Amnistía para poder investigar los crímenes del franquismo, pero nada apunta a que lo hagan…

Manuel Blanco Chivite.- Al día de hoy, ni siquiera han condenado la dictadura; además se están promocionando actos memoriales, por ejemplo, para honrar a la División Azul, que formó parte del ejército nazi. Por no hablar de los jóvenes de las Nuevas Generaciones del PP que se fotografían con el brazo en alto, el saludo fascista. Esto va entre lo pintoresco y lo sangriento. Hay una burla permanente a las víctimas de la dictadura terrorista de Franco, y esto es continuo. Todavía me acuerdo de aquel: ¡Qué se jodan!, de una diputada del PP en referencia a los cinco millones de parados, y además fue aplaudida desde su bancada. Es la primera vez que una diputada, Andrea Fabra –hija del expresidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra-, lanza un… ¡qué se jodan!, a los parados y aquí no pasa nada. ¿El fiscal general del Estado no tiene nada que decir al respecto? ¿Eso no es reírse de las víctimas de la crisis económica?

¿Y qué decir del diputado del PP, Rafael Hernando, cuando dijo que las víctimas de Franco sólo se acuerdan de sus familiares “cuando hay subvenciones”?

Manuel Blanco Chivite.- Si quieren podemos hacer cuentas, de cuánto dinero han dado a los “suyos”, a los suyos, que ellos ya saben quiénes son. Que saquen las cuentas y las publiquen de los últimos treinta años y el dinero que han dado, repito, a los suyos, hablando de víctimas.

Hablando de cuentas: El periodista catalán Lluc Salellas escribió el libro El franquisme que no marxa (El franquismo que no marcha), donde se habla del enriquecimiento y apoyo económico a la dictadura por parte de las grandes empresas y familias de la burguesía catalana. Empresas (editoriales, bodegas, cerveceras, financieras, etc.) y familias –según Félix Millet las 400 familias que siempre han mandado en Catalunya- que siguen influyendo, cuando no dictando, la política general, municipal y económica en la actualidad.

Manuel Blanco Chivite.- Muchas de esas empresas, una de las fases más importante que tuvieron de acumulación de capital fue a través del trabajo esclavo (5), durante los años cuarenta y cincuenta. Son familias que dieron dinero a Franco, y muchas de ellas les dieron dinero antes del 18 de julio, porque sin dinero Franco no se habría movido (6). Los militares quieren dinerito para matar, sin dinero no matan, con dineros sí matan. Cuando les dieron dinero, Juan March, la familia Urquijo, banqueros y marqueses; Pedro Barrié de la Maza, conde de Fenosa, etc., estaban respondiendo a unos intereses económicos…

¿Pero no lo hacían por patriotismo?

Manuel Blanco Chivite.- (risas) …intereses económicos que querían lanzar al ejército contra el pueblo, y lo que hicieron fue matar, antes del 18 de julio, después del 18 de julio durante la guerra y después de la guerra mataron a más de 200 mil personas, por lo que hay 200 mil asesinatos, posteriores a la guerra, sin resolver. Que empiecen a resolver estos asesinatos, es más, que empiecen a buscarlos por las cunetas y las fosas comunes.

El problema es que hay jueces políticos y la judicatura no ha cambiado su cultura. Hay algún indeseable de éstos que dice por ahí que lo que sucedió bajo la dictadura obedecía a la legalidad… ¡a la legalidad de la dictadura! ¿Nos están diciendo que el holocausto obedecía a la legalidad de los nazis? La judicatura, todavía hoy, ha cambiado poco, poco. Igual que la policía… porque sigue habiendo casos de torturas, ahí están los informes de Estrasburgo, de Amnistía Internacional, etc. Porque no hubo ni la más mínima alteración. Los mismos siguieron haciendo lo mismo, y esa cultura política represiva se prolongó, y se prolonga todavía hoy, en la judicatura, en los llamados cuerpos de seguridad del Estado, seguridad del Estado, no de la sociedad, la sociedad siempre está desarmada, el Estado nunca está desarmado. Pero si se utilizan cuerpos armados para desalojar a una familia con cuatro niños, y van allá con pistolas, es decir, con capacidad para matar, fíjate ahí los “valientes” componentes de estos cuerpos. La cultura de la represión no se depuró, ni siquiera a niveles de cultura, de enseñanza, de didáctica, de pedagogía… no, no, no, ya no digo que los depurasen o no, sino que en las escuelas se explique lo que fue la dictadura y la necesidad de cambiar los hábitos, las formas…

 

¿Las nuevas generaciones tienen claro lo qué pasó en la dictadura?

Manuel Blanco Chivite.- No creo que lo tengan claro, salvo por cuestiones familiares, nadie les ha explicado que pasó de verdad. Y menos los discursos de los intelectuales orgánicos del poder, que son casi todos; los medios de comunicación; la escuela… Lo que pasa es que la crisis económica ha despertado una inquietud por el pasado y por unos problemas actuales que creían, la juventud, que nunca les iban a suceder a ellos y hoy les han golpeado. De pronto han descubierto que la policía pega porque sí, que no lleva placa de identificación. De repente han descubierto que los dejan sin futuro, que existe el paro y que también ellos tienen que emigrar, como lo hicieran sus abuelos o padres. Se creían que ser inmigrante era ser ecuatoriano, subsahariano…Todo esto ha sido un revulsivo que es lo que ha dado origen a los movimientos sociales de protesta que han levantado muchas expectativas, que ojalá se cumplan, aunque sólo sean la mitad de ellas.

Y se fueron de las plazas, algunos auguraban que eso sería el fin, pero no lo fue, siguen en los ayuntamientos…

Manuel Blanco Chivite.- Esa es la prueba de fuego.

¿Dónde quedó la Europa de las personas?

Manuel Blanco Chivite.- El mensaje del poder es que sin la Europa del Fondo Monetario Internacional no puedes hacer nada, cuando justamente los males vienen con la Europa del FMI, las otras entidades europeas son subalternas. ¿La Europa de las personas?.., eso pregúntamelo dentro de 40 años.

¿Qué te parece que un expresidente cuyo mandato estuvo marcado por el terrorismo de Estado del GAL vaya dando lecciones de democracia por el mundo?

Manuel Blanco Chivite.- El periodista José Luis Martín Prieto, que escribió para El País unas magníficas crónicas sobre el juicio del 23 F, que luego se convirtieron en libro, creo – Técnica de un golpe de Estado-, dijo que hacía falta un partido socialista en el gobierno y un hombre como Felipe González para normalizar la tortura en España…, terrible. Los muertos por tortura fueron bajo el gobierno socialista. Caso  Lasa, caso Zabala, caso Nani, caso Zabalza…, y algunos otros que por morir en casa después de ser excarcelados, se desconocen. Y esto se prolonga hasta hoy, las denuncias por torturas siguen estando ahí, palizas en las calles, etc. Decir que un policía se identifique, es motivo suficiente para que a uno lo apaleen y le acusen de haber agredido al policía. Porque el policía tiene, aunque la ley no lo contempla, presunción de verdad. El juez cree primero al policía y el acusado debe demostrar que no lo ha hecho, que es una perversión de ley, porque se conculca la presunción de inocencia.

Baltasar Garzón ha declarado recientemente que con la Ley Antiterrorista “pudo haber algunos excesos”.

Manuel Blanco Chivite.- Él lo sabe muy bien, fue protagonista. Es “don Baltasar excesos”. Gracias que aunque sea un poco de perfil, ahora ha reorientado su actividad, con algunas limitaciones un poco estridentes, pero a pesar de los límites, en la Querella Argentina lo está haciendo bien.

Notas:

1) El único civil que presenció las ejecuciones, fue el párroco de Hoyo de Manzanares, don Alejandro. Después de décadas de silencio, el 19 de septiembre de 2005, hizo estas declaraciones a la revista Interviú en un reportaje que firmaba Alfredo Grimaldos: “Además de los policías y guardiaciviles que participaron en los piquetes, había otros que llegaron en autobús para jalear las ejecuciones. Muchos estaban borrachos. Cuando fui a dar la extremaunción a uno de los fusilados, aún respiraba. Se acercó el teniente que mandaba el pelotón y le dio el tiro de gracia, sin darme tiempo a separarme del cuerpo caído. La sangre me salpicó”.

2) Bernardo Fuste, con el seudónimo de Pedro Faura, grabó en Alemania, Manifiesto (1974), dedicado al FRAP y que fue un disco clandestino que, en formato casete, corría de mano en mano en las postrimerías del franquismo. Como curiosidad, Bernardo Fuster, junto a Luis Mendo, son los autores de la popular letra La puerta de Alcalá.

3) Silvia Carretero tenía 21 años y estaba embarazada cuando fue detenida y torturada por la Guardia Civil en Badajoz. Su delito: ser miembro de la Federación Universitaria Democrática Española (FUDE/FRAP). Ingresada sin juicio previo en la cárcel madrileña de Yeserías tuvo que esperar que un tribunal médico decidiera si en su estado podía estar encarcelada. Con la libertad provisional, huyó a Francia donde tuvo a su hija. En 2010, se incorporó con su denuncia a la Querella Argentina, con su caso y el de Sánchez Bravo, declarando que su marido, que también contaba con 21 años cuando fue detenido, era inocente y que su confesión fue arrancada bajo torturas. Silvia Carretero exige que se declare ilegal el tribunal que condenó a muerte a su esposo.

4) Aquí Chivite se debe referir al referéndum sobra la Constitución Europea del 20 de febrero de 2005, donde hubo una escasísima participación, aunque los datos oficiales de abstención fueron del 57, 68% de un censo de 33.563.680 personas. Por lo cual, 19.359.530 ciudadanos se quedaron en casa mientras acudieron a votar el 42,32% del censo.

5) Se calcula que 400.000 presos políticos fueron utilizados como trabajadores forzados en empresas públicas y privadas, incluso la iglesia utilizó a estos trabajadores para construir parroquias y conventos. Muchas de esas empresas que dicen ignorar el abuso, hoy cotizan en el IBEX 35.

6) Antes de la guerra, cada general sublevado ya tenía asegurado por parte de Juan March, en caso de fracaso del golpe militar, un millón de pesetas para cada uno –depositado en Suiza- y la huida al extranjero. El empresario mallorquín le dio al general Mola el equivalente a los presupuestos de los ministerios de Guerra y Marina de 1935, que fueron 600 millones de pesetas, además de los avales necesarios para préstamos de la banca, como la inglesa. Los dictadores Mussolini en Italia, y Salazar en Portugal, también financiaron a los militares golpistas, como así lo hicieron la Diputación Foral de Navarra y Francesc Cambó, entre otros. Cambó donó cuantiosas cantidades a lo que él llamó “La cruzada española”. Para saber más: La financiación de la Guerra Civil española, de José Ángel Sánchez Asiaín, ed. Crítica, 2012.

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