Manifestaciones por todo el país. Voces al alza, pasos firmes, contundentes. Gritos y protestas. Un objetivo: ser oído. Para CCOO ser oído es un símbolo, una obligación, una necesidad. Ser oído, escuchado, atendido, convencido. Ser oído es símbolo de avance, continuidad. Ser oído es una forma de progreso.
Ante la atenta mirada de un Gobierno de derechas, de un Gobierno del PP. El pueblo se alza, se manifiesta ante unas medidas que no las han aprobado, que no les benefician. Se alzan contra quienes les quieren quitar sus derechos. Hoy el pueblo se revela. ‘’Hoy empieza una bola de nieve’’ como decía Joan Carles Gallego antes de salir a la calle y empezar con la protesta. Le esperaba la primera de muchas manifestaciones y solo importaba el objetivo. Hoy: ocupación, salarios y pensiones.
La hora ha llegado, se tiene que empezar con buen pie y reconocer los errores, reconocer que parecía que estuviéramos muertos, que no nos hemos hecho oír lo suficiente, es hora de volver a empezar y gritar que seguimos aquí y que vamos a ganar. Esta vez la batalla era para recuperar los derechos de quienes han trabajado para levantar el país, nuestros jubilados. Es día de que la sociedad se levante con ilusión, que las sábanas no se les peguen a quienes cada día hacen un poco para que el país vuelva a vivir, que los trabajadores vayan al trabajo con unas condiciones mínimas, básicas; que se derrogue la reforma laboral y devuelvan las condiciones de trabajo. Porque una ocupación digna es poder vivir de tu trabajo, que no haya empleo sumergido, pero sobretodo, es poder decir que trabajas.
Los sindicatos son necesarios para ello y, por eso, CCOO (Comisiones Obreras) y UGT (Unión General de Trabajadores) han organizado una manifestación conjunta para reivindicar las pensiones, como decía Antonia Pascual, secretaria socioeconómica de CCOO, ‘’El problema de las pensiones no es la sostenibilidad, es la gestión’’ La gestión de un gobierno que no vela por el bienestar económico de los mayores.
Aunque las pensiones sean un punto importante sobre el que reivindicar, no son el único para este día, Pensiones compartirá escenario con Ocupación y Salarios. Tres temas tan diferentes y tan unidos. Unidos por la reforma laboral de la anterior legislatura, en el Gobierno de Mariano Rajoy.
A través de ‘’la gran movilización a nivel estatal’’ como decía en la rueda de prensa Joan Carles Gallego, secretario general de UGT, se volverá a hacer ruido, a molestar, ‘’ganaremos en la calle y cuando toque en las urnas’’. A ésta, la que empieza solo unos momentos más tarde, han asistido entidades como Miquel Iceta, del PSC (Partit dels Socialistes de Catalunya) o Ana Figueres de JxS (Junts pel sí) como decía Joan Carles Gallego, secretario general de CCOO.
‘’Nos han bloqueado la negociación colectiva con la reforma laboral’’ sentenciaba con una voz grave y segura Montse Romero. El gobierno ha quitado la negociación colectiva, durante los últimos años han intentado callar a la gente, callar a la población, que no reclamen sus derechos y que lo acepten que eso no es lo que les beneficia. Han intentado quitar la única forma ciudadana de reclamar derechos: los sindicatos. Pero ahora es hora de salir a la calle y luchar por un salario digno, donde tener 2 o 3 trabajos no sea una realidad, donde las condiciones laborales mejoren año a año y no empeoren legislatura a legislatura, donde exista una jornada laboral digna y no de 2 o 3 horas para generar multiempleo.
Esa es la fuerza a la que se enfrenta el gobierno, la fuerza de la gente que sale a la calle día tras día y que lucha por los derechos y por los que lucharon por conseguirlos, sus padres, sus abuelos. Es gente fuerte que no permitirá que nadie les intimide. Que nadie les quite lo que ha costado sudor y esfuerzo conseguir. Porque es necesario seguir avanzando y lo hay que demostrar.
Este era el ambiente fuerte, seguro, reivindicativo que se palpaba en una sala de prensa abarrotada, donde las palabras se unían para crear fuerza, para llegar a la manifestación convencidos de que la lucha sin descanso ganaría, de que los objetivos eran claros y era hora de hacerse notar. Hacerse notar con paso firme y velar por aquello en lo que se cree.