En la pequeña sala del Círcol Malda, se representa una gran obra, «Cantando bajo las balas» de Antonio Álamo, dirigida por Álvaro Lavín. Una representación teatral de gran nivel; un escenario mínimo, una atmósfera apropiada y unos muñecos cual marionetas colgantes, diseñados por José Ibarrola, que son los espectros del pasado siniestro de este pais, un músico, Mariano Marín al piano, y en el centro de ese ambiente esperpéntico, un personaje recuperado de los avernos, Millán Astray, interpretación magistral de Adolfo Fernández. Este actor nos presenta en la cercanía un personaje de los más siniestros de la Historia de España: Millán Astray, que vivió desde el siglo XIX en las colonias de ultramar, hasta el siglo XX, en la guerra civil y la cruel posguerra. Este personaje se mueve por el escenario con sus heridas visibles, cojera, amputaciones y ojo de vidrio, nos cuenta sus heroicidades, sus pérdidas, sus arengas, sus méritos y condecoraciones. Reparte estampitas, canta canciones y hace estremecer al público con sus bravatas y falta de piedad. Millán Astray fundador de la Legión, piltrafa renqueante está en escena para hablar del enfrentamiento que tuvo con Miguel de Unamuno en el paraninfo de la Universidad de Salamanca el día 12 de Octubre de 1936, el día de la raza, aquel día quedó claro como se iba a desarrollar el conflicto de la Guerra civil española, una guerra de aniquilación, con el uso de la fuerza bruta, sin clemencia, la España que sobraba, la España que hablaba otras lenguas, fue aniquilada por esa España nueva cuya representación gráfica fue ese acto, donde Millan Astray y Miguel de Unamuno, se enfrentaron de forma violenta, al grito de «Muera la intelectualidad traidora» «Viva la muerte», a la que Unamuno contestó «Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha». Los legionarios estuvieron a punto de linchar al intelectual, la intervención de Carmen Polo, la mujer de Franco, acompañando a Unamuno hasta la salida impidió el desastre. (años atrás Miguel de Unamuno acusó a la República con la frase «no es esto, No es esto», apoyó el golpe militar, pero a partir del 12 de octubre del 36, fue desprestigiado y murió tres meses más tarde).
Detalles… 12 de octubre de 1936, Espaaaaaña, son las palabras que suenan repetidas veces en la obra, Adolfo Fernández no tiene reparos en mostrar a un Millan Astray psicópata, estrafalario, con mucha oratoria y verborrea. Son espeluznantes sus discursos legionarios, amenizados con unas canciones escogidas; himnos militares trasnochados, alguna copla rancia de Celia Gámez, y una bella canción de Nick Cave (Death is not the end), en una de las escenas, homenaje a la madre de Pascualito, un héroe de la legión, acompañado de un discurso de muerte.
El excelente texto, es una recuperación de la memória histórica, la puesta en escena es envolvente y sobrecoge, la actuación es de recuerdo, la sátira y el humor esta presente en toda la obra, acompañado de un buen fondo músical.
Este espectáculo se ha representado desde el año 2007 por más de 80 teatros, y al fin se puede disfrutar en la ciudad, pero sólo estará unos días en el Círcol Malda, aprovechen para ver «teatro», de este tipo de teatro que cuesta ver en Barcelona.
Del 22/03/2012 al 01/04/2012 en Associació Cultural Círcol Maldà, carrer dl Pi, 5 Barcelona.
- Texto: Antonio Álamo
- Dirección: Álvaro Lavin
- Actor: Adolfo Fernández
- Músico: Mariano Marín
- Escenografia, vestuario: José Ibarrola
Evelio Gómez
Editor, diseñador e ilustrador.