Tras el desalojo del Taller de Bicis en abril, Nou Barris vive ahora pendiente de la amenaza que se cierne sobre otro espacio liberado: el casal “3 Voltes Rebel”. Muchas de las iniciativas populares de mayor alcance y amplitud surgidas en Nou Barris, vieron la luz en este local de la calle Argullós. El pasado 26 de septiembre se debía efectuar la orden de desalojo, pero un centenar de personas lograron detener lo que, por otra parte, parece inevitable…
Los operarios de Enderrocs Markos lo tenían claro: hasta que no llegaran los Mossos d’Esquadra, ellos no iban a hacer nada. Eran las ocho y media de una fresca mañana de lunes, pero el almuerzo solidario (magdalenas, bizcochos y chocolate) frente el “3 Voltes Rebel” ya había convocado a medio centenar de personas. Este centro fue liberado en julio de 2006 por un grupo de jóvenes de la Assemblea de Joves de Nou Barris. La acción respondía a dos causas: por un lado, la ausencia de un espacio abierto en el distrito y, por otro, los elevados alquileres imposibles de asumir por cualquier colectivo; de este modo, el “3 Voltes Rebel” disparaba contra dos ‘pajarracos’ de un solo tiro. La liberación del espacio se realizó después que el grupo de jóvenes recibiera un exhaustivo asesoramiento legal sobre las implicaciones que comporta ocupar un local. Al respecto, un vecino que acudió al almuerzo solidario, recordaba que “el patio interior era una auténtica jungla, lleno de basuras y ratas. Los chicos que entraron lo arreglaron tanto como pudieron, y por eso los vecinos les estamos agradecidos”.
En 2007, la Assemblea de Joves de Nou Barris se disuelve y en su lugar se consolida la Trobada Alternativa de Nou Barris, que es la entidad que empieza a dinamizar el espacio liberado. Con la Trobada como punto de partida, distintos proyectos han emprendido su andadura a lo largo de estos años: la Oficina de Drets Socials de Nou Barris, l’Associació 500×20, la Candidatura d’Unitat Popular de Nou Barris o la cooperativa agroecológica “El llevat de 9barris”; de igual modo también ha servido para dar cabida a colectivos que habían visto sus locales cerrados por la ley y el orden, como “La Cuarta” del Casal de Joves de Prosperitat o el ya citado “Taller de bicis”, con el fin que pudieran seguir llevando a cabo sus actividades.
A las once de la mañana, con el sol en alto y comenzando a apretar, los minutos pasaban tediosos y la gente resistía charlando en pequeños círculos. El número de personas ya se había prácticamente doblado, y unidas gritaban: “El 3 Voltes és del barri!!”. A escasos veinte metros, el Secretario Judicial entregaba un papel conforme el desalojo no se podía llevar cabo ante el evidente riesgo de resistencia ciudadana, y desaparecía tras doblar la esquina por la calle Canyameres. A los Mossos d’Esquadra no se les había visto el pelo, excepto en algún coche patrulla que circulaba por Via Júlia (sin contar a cierto individuo que pasó por ser un agente secreto). El “3 Voltes Rebel”, de momento, había ganado la batalla, y entre aplausos, se escuchaba como una sola voz: “Unió, acció i autogestió!”. Uno de los muchachos cogió el megáfono para agradecer el apoyo de todas las personas asistentes. “No es el “3 Voltes Rebel”. Es un proceso que hace tiempo que dura, y que ha llevado a la desaparición de dos espacios [el Taller de Bicis y el Casal de Joves de Prosperitat], y a la amenaza a un tercero. Son espacios vecinales, donde se defienden a familias en riesgo de ser desahuciadas, donde nacen cooperativas agroecológicas, espacios en los que se enseña a reparar bicletas… Se trata de una filosofía común en un ambiente de asamblearismo, de autogestión. El desalojo del “3 Voltes Rebel” supone perder un espacio donde compartir esta filosofía. Estos espacios dan vida a Nou Barris”. Y con una misteriosa sonrisa, concluyó: “Aunque regresen con nocturnidad, aunque vuelvan por la espalda cuando nadie les pueda ver, deben saber que las vecinas y los vecinos de Nou Barris tienen la capacidad de abrir nuevos espacios donde esta filosofía continúe”. Estaremos atentos.