La falta de demanda laboral sigue siendo un problema al que se enfrentan diariamente muchas personas, especialmente pertenecientes al sector más joven de la población. Las universidades españolas siguen sacando egresados a la calle que topan la ilusión de encontrar un trabajo con la dura realidad: no hay plazas para todos. Si encima abrigan la esperanza de encontrar un puesto decente, con condiciones dignas, un sueldo adecuado y en una empresa o negocio relacionado con sus estudios, entonces las posibilidades se reducen sensiblemente.

La competencia actual por cada puesto de trabajo es indescriptible y existe gente muy preparada que está dispuesta a acaparar todas las oportunidades laborales que el mercado ofrezca. Por esa razón no vale únicamente con estar formado y tener un título de grado o un máster; es necesario darse a conocer y llamar la atención de quienes tienen el cometido de elegir a los mejores candidatos para cubrir las vacantes.

Actualmente existen muchas plataformas y aplicaciones en las que las empresas se abren a los usuarios que deseen presentar sus candidaturas, por lo que la dificultad crece aún más. Pero aún sigue valiendo un arma tan efectiva como antigua, aunque en los últimos tiempos ha estado un poco denostada. En efecto, hablamos del currículum, y aunque algunos especialistas han pretendido difundir la idea de que no sirven de gran ayuda, lo cierto es que se trata de la mejor carta de presentación antes de la entrevista personal. La pregunta es: ¿qué debemos hacer para que nuestro currículum no vaya directamente a la basura? En esta publicación queremos ofrecer algunos consejos que suelen funcionar.

Usar una plantilla

Muchos usuarios creen que basta con poner los datos personales y los honores académicos o profesionales para que el relaciones laborales de turno se detenga impresionado ante nuestras capacidades. Pero lo cierto es que esto no funciona así. La presencia y el formato son importantes, por eso nuestra recomendación es usar una plantilla CV. Una herramienta tan sencilla como Word cuenta con algunos diseños interesantes que nos ayudarán a destacar nuestro currículum sobre el del resto. Si acaso no nos convencen las opciones de este programa, internet está plagado de plantillas que son verdaderas obras de arte y que a buen seguro harán que el seleccionador se detenga a leer nuestra información.

La experiencia laboral importa

Son muchos los profesionales de algún sector que previamente han dedicado su tiempo a otras profesiones que nada tienen que ver con los estudios. La hostelería, por ejemplo, es uno de esos recursos a los que uno acude cuando necesita dinero mientras estudia. Por alguna razón hubo una corriente que recomendaba no hacer referencia a las experiencias laborales no relacionadas con el sector al que se postula, pero se trata de un error. ¿Qué pasa si nunca hemos podido trabajar de lo nuestro? A ojos del seleccionador, nunca habremos trabajado y si algo podemos asegurar es que la experiencia laboral cuenta.

Dependientes de una tienda de ropa, camareros, repartidores, vendedores… Da igual. Siempre se valora positivamente que un usuario haya conocido la disciplina del trabajo y la responsabilidad que conlleva.

Sacarse partido

Nuestro currículum es la gran publicidad que hacemos de nosotros mismos y nuestro perfil profesional. Nadie mejor que nosotros conoce nuestras capacidades, nuestras fortalezas y nuestras destrezas, y eso precisamente es lo que más debemos sacar a relucir. Predisposición al trabajo, proactividad, iniciativa, compañerismo… Todos ellos son valores bien valorados en las empresas, especialmente en el sector privado. Poco importa si nuestra mejor baza es una gran memoria o una vis cómica que alegrará el día de los compañeros; se trata de nuestro fuerte y no debemos dejar la oportunidad de explotarlo.

Generar ilusión

Cuando una empresa incorpora un nuevo trabajador a sus filas no espera únicamente que cumpla con su cometido, sino que con su actitud ayude a la empresa a crecer. Estudiar el ámbito de acción de la empresa y mostrar qué ventajas puede aportar nuestra presencia a la compañía es fundamental para que el encargado de gestionar los currículos le hable de nosotros al jefe. ¡Ojo! Debemos estar seguros de que podremos cumplir sobradamente con las expectativas que creamos.

Mostrar los logros académicos

Algunos usuarios se limitan a escribir el título universitario en el currículum para demostrar su formación, pero se puede ir más allá. Todos hemos tenido alguna asignatura que se nos daba genial y en la que sacamos una nota excelente. ¿Por qué no íbamos a presumir de ella en nuestro currículum? ¿Colaboramos con una investigación? ¿Ganamos algún pequeño concurso? ¿Obtuvimos algún reconocimiento? ¿Hicimos cursos de formación anexos? Todo lo que nos pueda hacer destacar es digno de aparecer en nuestro currículum.

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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