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A Paganini, cuando llegaba a una ciudad para ofrecer unos conciertos, toda la alta sociedad le disputaba. Era tan grande su fama, que no podía dar un paso sin que se le acercara el aristócrata o burgués de turno a invitarle a cenar en su palacio. «Traiga su violín«, añadían, y él solía contestar: «No, mi violín no sopa«.

Y es que la suposición de que el arte puede pagarse con una palmada en la espalda y una frase aduladora y, como mucho, una cena, viene de lejos y ha llegado hasta nuestros días. Has probado de coger nunca un taxi y decirle al taxista: «Si me gusta como conduces, te pagaré»? O al sastre: «Hazme un vestido así y asá … y si me gusta como me queda, te pago».

La cosa se complica con la aparición de Internet, herramienta mágica que nos ha cambiado la forma de comunicarnos y de consumir cultura. Y automáticamente se convirtió en una zona de saqueo sistemático: es tan fácil descargarse cualquier contenido! Pero no todo lo que puede hacerse debe hacerse … La totalidad de lo que se encuentra en la red tiene propietario, esté especificado o no en el lugar que lo encontramos. Si lo tomamos sin más, y lo usamos para nuestro provecho, estamos robando, así de claro.

Es evidente que no todos los artistas somos genios, pero todos somos trabajadores que hemos invertido muchos años en perfeccionar nuestra técnica. Y hemos tenido que comprar nuestras herramientas de trabajo, y los materiales necesarios para realizar nuestras obras, y pagar el alquiler de nuestro estudio … y un largo etcétera que sólo podría sorprender a personas muy despistadas o malintencionadas.

¿Qué tiene de malo que pretendamos cobrar un precio razonable por nuestro trabajo?

Hay un papanatismo muy extendido entre esnobs y nuevos ricos, basado en un falso romanticismo, según el cual un artista sólo puede ser muy muy pobre o muy muy rico. Sin término medio. La segunda parte de esta estúpida suposición es que el artista, cuanto más pobre, más enfermo, más drogadomejor crea. (Este pensamiento, además de inmoral, roza el criminal.) A ver si nos entendemosaunque conozcamos casos de artistas que han realizado una gran obra a pesar de sufrir terribles situaciones personales de enfermedades, adicciones y otras miserias humanas , este trabajo lo han realizado siempre con su parte sana!

Cabe recordar que el malditismo en el arte nace en paralelo al capitalismo, y se ha exagerado deliberadamente por los buitres codiciosos que sobrevuelan los cadáveres de artistas desafortunados, como el método más barato, fácil y rápido de promocionar una obra de la que ya no sacará ningún provecho a su autor.

Adictos al Verso

Arts de Ponente

Asociació Cultural La Quera

Café del Teatre

Escuela Ermengol

Escola d Escriptura de Lleida

Humoràlia

L Orfeó Lleidatà

Res Non Verba

Scriptum

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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