La convocatoria de paro general para el 14 de noviembre organizada por los sindicatos, con el apoyo de las entidades sociales de la Cumbre Social, consiguió ayer canalizar el malestar creciente contra a los recortes sociales que llevan a cabo los gobiernos del PP y CiU.
En los discursos de las manifestaciones de Madrid y Barcelona los líderes sindicales destacaron que la convocatoria ha sido un éxito, que los ejecutivos popular y convergente tienen que oír la voz de la población y que les corresponde ahora a ellos “mover ficha” y que si no hay cambios, las movilizaciones seguirán.
En Madrid, tanto Cándido Méndez, secretario general de UGT en España, como Ignacio Fernández Toxo, secretario general español de CCOO reclamaron con fuerza un referéndum sobre los recortes. Méndez, valoró el esfuerzo de los trabajadores pese a ser un contexto difícil para la huelga y exigió “un cambio rotundo de las políticas del Gobierno, si no nos llevarán al precipicio». Por su parte, Toxo, resalto que existen alternativas a las actuales políticas económicas.
En Catalunya los sindicatos se manifestaron en el mismo sentido: la huelga fue un éxito y los gobiernos español y catalán deben de cambiar el rumbo de su política económica. “Tienen que ser conscientes de que o escuchan o esto va a más, y los sindicatos tenemos el compromiso de continuar hasta que nos devuelvan lo que nos han quitado.
No sé cuanto durará, pero los bancos y las grandes multinacionales no nos ganaran la batalla”, afirmó Josep Maria Álvarez, secretario general de UGT en Catalunya. Joan Carles Gallego, secretario de CCOO en Catalunya, indicó que “sino cambian seguiremos en la calle”. Gallego agradeció “el gran nivel de compromiso por parte de colectivos muy afectados por los recortes como son los parados, los pensionistas y los jóvenes, que han participado en los piquetes recorriendo la calle y en la manifestación”.
El secretario catalán de CCOO señaló que hay alternativas y que con la crisis la riqueza no se ha “evaporado”, existe y hay que buscarla entre el fraude fiscal y un sistema fiscal injusto que favorece a las grandes fortunas y las multinacionales.
“Hay que hacer aflorar esta riqueza con una reforma fiscal justa para que se ponga al servicio de la sociedad creando economía y trabajo y manteniendo unos servicios públicos potentes, que crearan más empleo, y garantizarán la igualdad social”, afirmó Gallego.
Guerra de cifras… multitudinarias
Las manifestaciones fueron multitudinarias tanto en Madrid como en Barcelona donde los organizadores contabilizaron 1 millón de asistentes y las cifras más pesimistas las sitúan en 110.000 en Barcelona y 35.000 en Madrid. También fueron ampliamente secundadas en el resto de España. Según el Ministerio de Interior salieron 800.000 personas a protestar en toda España en las más 100 manifestaciones que habían sido convocadas por los sindicatos, datos que se multiplican por 10 según las organizaciones obreras.
Las cifras de trabajadores que realizaron la huelga también oscilan en función de la fuente que se consulte: un 76,7% según los sindicatos, más de 9 millones de trabajadores hicieron huelga en España, frente al 10% de seguimiento que indica la patronal CEOE. Los sindicatos resaltan que este respaldo se produce pese a que había 1 millón más de trabajadores, respecto al 29-M, llamados a realizar servicios mínimos y a que hay 600.000 nuevos desempleados que en marzo de este año.
Los datos de consumo eléctrico también tienen diferentes interpretaciones: el descenso general del consumo fue del 12,7% respecto a las previsiones, un dato menor que el 29-M cuando fue del 16,3%. En cambio, Economistas frente a la crisis, que centran su análisis en el descenso del consumo eléctrico imputable a la actividad productiva que cifran el descenso en un 66,8%.
Según UGT y CCOO, la participación por sectores en el paro fue, apenas, del 41% en el sector financiero, pero casi total en agricultura, ganadería y pesca, industria, energía y construcción. Mientras que el comercio y la hostelería estuvo en el 68%, y un poco menos, el 66% en administración pública.
Catalunya, Madrid y Andalucía, siempre según datos sindicales, fueron las comunidades con mayor seguimiento, mientras que el País Vasco, donde no convocaban los sindicatos nacionalistas, fue apenas del 51%.
Más apoyo del comercio a la huelga
Otra de las constataciones de la jornada, al menos en Barcelona, es que el pequeño comerciante cerró durante la jornada de ayer. Sobre todo, cerraron en mayor número que en las dos huelgas anteriores, la del 29-M de este mismo año y del 29-S de 2010, cuando aún gobernaba Zapatero.
También se constata que muchos lo han hecho por convencimiento propio y no por “presión” de los piquetes: esta vez el cierre ha ido más allá de bajar la persiana unos minutos ante el paso de sindicalistas. Se podía confirmar esta realidad con un simple paseo por la ciudad: muchos comercios habían, efectivamente, cerrado todo el día. Durante toda la jornada no hubo actividad comercial en calles que son verdaderas arterias de la ciudad en este sentido.
En Gran Via, Passeig de Gràcia, Portal del Ángel, Via Laietana, Rambla Catalunya o Ronda Sant Pere parecía un festivo. Si bien es cierto que el centro de la ciudad suele ser más propenso a que se cierren los comercios, también había informaciones que indicaban que el número de comercios abiertos en los barrios era mínimo.
Al medio día de ayer, en nota de prensa, el sindicato CGT situaba en un 60% el número de comercios barceloneses cerrados.
Este periodista pudo confirmar la tendencia cuando, alrededor del medio día, delante del Corte Inglés, cuando se le dirigieron una pareja de pequeños comerciantes. “No entiendo qué necesidad tienen la gente de comprar precisamente hoy, – afirmó uno de los dos mientras se veía salir a gente del Corte Inglés con bolsas de compra-. Yo tengo dos pequeños comercios en Sant Andreu y los he cerrado porque esto que están haciéndonos no puede ser”, indicó el pequeño empresario.
Este caso, tal vez, no es generalizable a todos los comerciantes, pero si que es un ejemplo de que, al menos por esta vez, sí que ha habido un mayor apoyo a la huelga laboral y de consumo respecto a otras convocatorias por parte de la pymes, autónomos y profesionales que también se sienten perjudicados por las medidas del Gobierno.
“Donde va la “mani”?”
La multitudinaria manifestación que tuvo ayer lugar en Barcelona, pese a su éxito no estuvo exenta de dificultades logísticas. La importante cantidad de gente presente que dificultaba el avance, el hecho de que hubiera dos convocatorias (la encabezada por el 15-M y otra los sindicatos mayoritarios) y que la de estos últimos hiciera exactamente el recorrido contrario a las múltiples manifestaciones que han convocado durante este último año, provocó una cierta confusión entre los asistentes.
El 15-M, los «iaioflautas», y sindicatos libertarios como CGT y CNT habían convocado en “Jardinets de Gràcia” y su recorrido iba a bajar por Bruc. Los sindicatos mayoritarios habían convocado en Plaza Catalunya para subir Passeig de Gràcia hasta Diagonal, al revés de lo habitual, y la lectura del manifiesto se realizó en el cruce del paseo con Aragó. En esta situación, se producía un continuo subir y bajar de gente, unos con estética “alternativa” y otros con banderolas de CCOO y UGT, para llegar a “su” convocatoria.
En varias ocasiones se pudo oír la frase “¿Dónde va la “mani”?” ya que la cantidad de gente la convirtió más en una masiva “concentración”, que no se movía, que en una manifestación que se desplaza.
La marcha alternativa
Mientras la cita de los sindicatos mayoritarios emplazaba a los asistentes a concurrir a la confluencia de Paseo de Gracia con Aragón, unas manzanas más arriba, en los jardinets de Gràcia, tenía lugar la llamada manifestación alternativa que, principalmente, convocaban las diferentes asambleas de barrio surgidas del 15M, la izquierda independentista, y los sindicatos CGT y CNT.
Si la concurrencia a la primera ha sido masiva también lo ha sido, aunque en menor grado, la asistencia a esta segunda. La manifestación, que se definía como anticapitalista, ha recorrido pacíficamente desde la Diagonal hasta la confluencia de Via Laietana con la plaza de la Catedral donde, después de leer un manifiesto, ha quedado desconvocada.
Unos minutos después, mientras todavía quedaba mucha gente por llegar al final de la marcha, algunos de los manifestante se han encarado con la policía y les han lanzado botellas y algún objeto contundente. Hecho que los antidisturbios han interpretado como detonante para su intervención. A partir de ese momento se ha desatad una pequeña batalla campal circunscrita principalmente a Via Laietana. La policía ha repartido estopa indiscriminadamente hasta que ha conseguido dispersar a los manifestantes, incluidos los muchos que quedaban por llegar al final de la marcha.
Las escaramuzas y los disturbios se han prolongado durante una hora. El saldo final son numerosos manifestantes heridos, incluida una chica que ha perdido un ojo debido a una pelota de goma, destrozos en el mobiliario urbano, dos coches de la Policía Nacional quemados y algún disparo y porrazo contra la prensa. También ha quedado herido un Mosso d’Esquadra que ha sido atropellado por sus propios compañeros. Y un menor de trece años en tarragona que le han abierto la cabeza de un porrazo teniéndole que poner cinco puntos