Hace una semana estábamos volviendo a las plazas. Alzábamos la voz para que resonaran nuevamente en la conciencia colectiva las propuestas de cambio. Hace una semana vivíamos el primer aniversario del 15M, no como una efemérides, no como un acto de nostalgia, sino como un auténtico cumpleaños, es decir, como una celebración del crecimiento, de la vida que continúa.  alt

Si de algo valieron las multitudinarias manifestaciones en todo el país el sábado por la tarde y el retorno a las plazas centrales de Barcelona, Madrid, Valencia o Sevilla de las comisiones de trabajo y las asambleas populares, fue para visibilizar la solidez de un movimiento que sólo ha menguado en su presencia mediática. Durante estos cuatro días hemos podido constatar en los diferentes puestos informativos todo el trabajo que se ha ido haciendo a lo largo de un año, así como conocer los nuevos objetivos de cada área y sus consiguientes líneas de acción.

En la Plaza

Una vuelta por Plaza Catalunya el domingo a la tarde nos ha acercado, por ejemplo,  al testimonio de feministes indignades, grupo surgido en la acampada del año pasado para dar contenido de género a este nuevo espacio político, así como para evidenciar las discriminaciones que sufren las mujeres en la vida diaria. Una de ellas se muestra muy satisfecha porque “antes las reivindicaciones feministas no se reflejaban en el lenguaje de las asambleas y en cambio ahora siempre se tienen en cuenta a la hora de tomar decisiones”. También nos cuenta que a lo largo de este año de trabajo, en el que se han reunido (y lo seguirán haciendo) una vez por semana, “los vínculos del grupo se han consolidado y los objetivos de lucha se han ido puliendo, ajustándose a las necesidades de un contexto sociopolítico que se ha modificado”. Se refieren, fundamentalmente, a los cambios provocados por los recortes del gobierno en sanidad y su incidencia directa en las mujeres como principales trabajadoras del sector y como encargadas, por antonomasia, del cuidado de personas enfermas. “La disminución de horas de atención y de camas en los hospitales ya sabemos quiénes la absorberán, y sin ningún reconocimiento. Esto no puede seguir así”.

Las diferentes Asambleas de Barrios de Barcelona también han llevado a la plaza sus experiencias de todo un año. Anna, participante activa del grupo de trabajo de Gràcia, reflexiona sobre el camino recorrido y asegura: “El avance más grande ha sido el de aprender a comunicarnos. Las asambleas al inicio eran un verdadero caos y ahora, en cambio, podemos expresarnos, escucharnos y tomar decisiones conjuntas”. Josué, por su parte, es miembro de la Asamblea de Poblenou y nos cuenta que en el barrio ya existía antes del surgimiento del 15M un punto de encuentro para colectivos anticapitalistas pero que después de la acampada en la plaza la participación de la gente ha aumentado notoriamente. “Desde entonces, hay una masa crítica que se mantiene, más allá de las inevitables subidas y bajadas. Nuestro principal objetivo es el de informar y crear conciencia ciudadana. Hasta la revolución”.

En las asambleas

Quien ha estado en alguna de las cuatro asambleas que se llevaron a cabo desde el sábado 12 hasta el martes 15 de mayo, habrá podido percibir en ellas ciertos cambios con respecto a las de hace un año. Para empezar, la “escenografía” de la plaza. Donde en el 2011 había un gigante cartel publicitario de una lujosa marca de moda, ahora nos atacaba visualmente el siniestro oportunismo de la empresa Ray Ban mostrando la escena de una manifestación en la que, en medio de una violenta represión policial, una pareja de jóvenes se besa. Por suerte, la creatividad de los indignados no se ha quedado atrás y en tan sólo un día, las caras de unos enamorados han sido reemplazadas por las de otros: Artur Mas y Mariano Rajoy.

En este escenario observamos, entonces, el verdadero gran cambio: los contenidos. Si el año pasado el foco de atención era la falta de representatividad de la clase política, ahora el eje de reflexión ha girado en torno a la dictadura del poder financiero. Los recortes en sanidad y educación, las deudas hipotecarias y las estafas de los bancos han sido los indudables protagonistas de estas jornadas… y de las que vendrán.

En la acción

El martes 15 de mayo, como resultado de los debates, los encuentros, las asambleas y el incesante intercambio de ideas que se ha producido en Plaza Catalunya, se pusieron en marcha acciones reivindicativas y concientizadoras en diferentes puntos de la ciudad. Una de ellas fue la impulsada por las plataformas Auditoria Ciutadana del Deute, Democracia real ya Barcelona, Afectados por la Hipoteca y los Iaioflautas para pelear por el derecho a una vivienda digna y por la decisión soberana de qué hacer con la deuda de las hipotecas. Esta iniciativa recibe el nombre de Misión rescate ciudadano en tu banco más cercano y consiste en reunirse para entrar a los bancos y acompañar a las personas morosas para negociar la dación en pago de sus viviendas y la permanencia en ellas en régimen de alquiler social. A su vez, la intención es presionar a las entidades bancarias para reconvertir el stock inmobiliario que están acumulando, en un parque público de casas de alquiler.

A las 8 de la mañana del martes, se dio comienzo a esta campaña en cuatro plazas de la ciudad con una gran respuesta por parte de la gente, que brindó apoyo a las familias damnificadas al mismo tiempo que aprovechó para expresar su denuncia hacia los mecanismos ilegítimos que están empleando los bancos para lucrarse con la deuda pública.

Los colosos financieros también fueron el objetivo de la segunda gran acción organizada para el día del aniversario del 15M. A las 5 de la tarde la convocatoria era frente a lo que hasta ese día se conocía como la Sede Central de La Caixa, ubicada en Les Corts, y a partir de entonces pasó a llamarse “Las Torres de Mordor”. Con la escenificación de un juicio popular a la Generalitat de Catalunya y a los directivos del banco, se ha querido demostrar la culpabilidad de ambos sobre la actual crisis económica. En primera fila se encontraban los Iaioflautas y los miembros de la Plataforma Estafabanca, un grupo muy variado de personas que han sido engañadas con productos de ahorro (participaciones preferentes, deuda subordinada y otros productos tóxicos) que los bancos les vendieron como “seguros”.

Pese al enorme despliegue policial que acordonó la zona, se decidió en asamblea continuar la protesta con una acampada frente a las torres hasta el 22 de mayo, día en que está convocada una huelga general en el ámbito de la educación.

La idea es no parar. La idea es seguir denunciando a viva voz las mentiras que se utilizan desde el poder para proteger a los grandes capitales a costa de los derechos ciudadanos. La idea es unirse y seguir creciendo. La idea es continuar celebrando la vida de la lucha colectiva.

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