La Carboneria fue en su día un edificio funcional, pensado para alojar las familias de los obreros empleados que construyeron el barrio de Sant Antoni. Cuando entraron los okupas, el lugar estaba desaliñado y llevaba años deshabitado.
La Carboneria fue en su día un edificio funcional, pensado para alojar las familias de los obreros empleados que construyeron el barrio de Sant Antoni. Cuando entraron los okupas, el lugar estaba desaliñado y llevaba años deshabitado.
El edificio, que alojó también una carbonería —de ahí su nombre— se ha convertido de hecho en un lugar de reunión, con espacios abiertos al vecindario donde se realizan talleres, cenadores populares, clases de danza y artes marciales, y donde uno puede encontrar desde una biblioteca hasta una “tienda gratis”. “Al principio se generó un conflicto de intereses e ideológico: nosotros cuestionamos el modelo actual de propiedad y eso choca con los principios básicos de algunas personas”, interpreta López. “Pero tras cuatro años es ha habido entendimientos”, admite. Un hecho que confirma la integración de La Carboneria en el barrio es su participación en la organización de la fiesta mayor, codo a codo con las asociaciones de vecinos. Este año los okupas montaron un concurso de paellas, otro de tortillas de patatas y un correbars, actividades incluidas en el programa oficial de las festividades.
Los Mossos han desalojado este mediodia la casa okupada de La Carbonería, en el Eixample barcelonés, para impedir el desalojo que lleva a cabo la policía autonómica desde este mediodía por orden judicial.
Más de doscientas personas se están manifestando por el centro de Barcelona en un acto de protesta improvisado, y hasta ahora sin incidentes, a raíz del desalojo de la casa okupada, Entre 200 y 300 jóvenes han iniciado una manifestación improvisada ante La Carbonería, ubicada en la calle Urgell con Floridablanca, desde donde han recorrido varias calles del Eixample hasta llegar a la Gran Via, a la altura de la calle Casanova, donde han decidido cortar la Gran Via.
Los manifestantes, que han coreado consignas en contra del desalojo como «un desalojo, una ocupación«, han estado vigilados de cerca por efectivos antidisturbios de los Mossos d’Esquadra y de la Guardia Urbana, que desvía a los vehículos antes de la zona en la que los manifestantes han cortado el tráfico.
La operación se lleva a cabo con un amplio despliegue policial que incluye la utilización de un helicóptero y de varias furgonetas antidisturbios, además, se han desplazado a la zona ambulancias del Sistema de Emergencias Médicas (SEM).
Agentes de los Mossos d’Esquadra se han situado en el tejado de la casa para intentar descolgar a los dos jóvenes, que están sujetos con arneses a cuerdas que han atado al tejado de la casa, mientras otros policías intentan descolgarles desde una grúa hidráulica.
En el interior del edificio, otros jóvenes también se han atado para impedir el desalojo de este edificio, ubicado en la calle Urgell, esquina con Floridablanca.
Un cordón policial rodea el edificio al que se han acercado decenas de jóvenes para protestar por la actuación policial con pancartas con lemas como: «Basta ya de ataques a los espacios liberados«.