Los Mossos han iniciado a las seis de la mañana de este jueves el desalojo de Ca la Traba, un bloque ocupado en el número 154 de la Travessera de Gràcia. El desalojo lo ha ordenado el Juzgado de Instrucción número 24 de Barcelona. Dos personas han sido detenidas por resistencia y desobediencia a los agentes de la autoridad y otras dos han sido denunciadas por la Ley de seguridad ciudadana. El resto han quedado identificadas.
El bloque se conoce como Ca la Traba. Según los Mossos, había nueve personas dentro del edificio, intentando resistir al desalojo. Cinco han salido voluntariamente, según la policía, y cuatro activistas se han encadenado a unos bidones con hormigón para evitar que los sacaran. A las nueve de la mañana, los Mossos han conseguido vaciar del todo la finca.
Una vez desocupado, los servicios de limpieza han vaciado del edificio y han sacado vallas y bidones. Ahora, el bloque está vigilado por agentes de seguridad privada y se está blindando para evitar futuras ocupaciones, unas tareas que durarán todo el día
Desde las seis de la mañana, un helicóptero de los Mossos ha sobrevolado la zona y ha alertado algunos vecinos del barrio. Por su parte, los ocupas han tirado cohetes para avisar a los vecinos y recibir su apoyo para intentar evitar la actuación de los Mossos.
El dispositivo policial también ha afectado la movilidad en la zona: se ha cortado la Travessera de Gràcia desde Gran de Gràcia hasta Torrent de l’Olla hasta media mañana y también se han blindado todos los accesos al tramo donde hay el bloque ocupado.
Miembros del colectivo y personas que apoyan la finca han hecho una concentración espontánea en la Travessera de Gràcia esquina Torrent de l’Olla.
El espacio estaba ocupado desde el 2016. Según el colectivo Ca la Traba, en este bloque se querían «hacer pisos de lujo y expulsar a las vecinas», y entraron en la finca para evitarlo y luchar contra la especulación. El propietario denunció la ocupación pero hasta hoy no se ha desalojado porque la propiedad pidió varias veces una prórroga porque estaba negociando con el Ayuntamiento la venta del inmueble.
Dirigiéndose ha la Oficina de Vivienda de Gracia, un colectivo que plantea soluciones a las diversas problemáticas de vivienda, ya sea deteniendo desahucios, defendiendo las vecinas en casos de acoso inmobiliario, o ayudando a okupar para garantizar a todos el acceso a una vivienda digna.