La acogida de 200 solicitantes de asilo en Tossa de Mar (Girona) ha despertado diferentes opiniones entre los vecinos del municipio: algunos recuerdan que estas personas «tienen derecho a vivir como todo el mundo», mientras que otros se muestran contrarios y consideran que es una «aberración», recoge la ACN.

El alcalde, Martí Pujals, ha remarcado que no es contrario a la acogida, pero sostiene que no están preparados para atender a estas personas, teniendo en cuenta que Tossa de Mar todavía está inmersa en plena temporada turística, que teme salga perjudicada.

Además, ha recordado que municipios como Lloret de Mar o Blanes, con un volumen de habitantes muy superior al de Tossa, están recibiendo el mismo número de migrantes.

De todas formas, pese a mostrarse disconforme con el traslado, ha asegurado que la acogida no implicará ofrecer ningún servicio extraordinario por parte del Ayuntamiento de Tossa.

Este sábado, el delegado del Gobierno del Estado español llamó al alcalde de Tossa de Mar para avisarle de que enviarían a 200 personas de acogida, integrantes del programa español de asilo, a un hotel del municipio, mientras se tramita toda la documentación necesaria, con un plazo máximo de estancia de un mes.

En ese tiempo, según recoge la misma información, se estudiará una salida para cada caso y para algunos de ellos se está cerrando ya el traslado con familiares que estas personas tienen en Europa.

El alcalde cree que si esta acogida se hubiera realizado a partir de octubre, se habría causado un perjuicio menor al municipio porque la mayoría de establecimientos ya estarían cerrados.

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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