Las autoridades italianas han dictado una orden de detención de 20 días contra el Geo Barents, el barco de búsqueda y rescate operado por la organización médica internacional Médicos Sin Fronteras (MSF), por presunto incumplimiento de las instrucciones de la Guardia Costera libia y por poner en peligro la vida de los supervivientes durante una operación de rescate en el Mediterráneo Central el 16 de marzo, acusaciones que MSF niega rotundamente.
MSF denuncia la imposición de sanciones a su navío y la connivencia sistemática de Italia con la Guardia Costera libia para impedir a toda costa que las personas busquen seguridad y protección en Europa.
«Las acciones de Italia son indignantes«, subraya Juan Matías Gil, representante de búsqueda y rescate de MSF. «Las mismas autoridades a las que se nos acusa de desobedecer —los guardacostas libios apoyados por Italia— fueron las que pusieron en peligro la vida de las personas aquel día. Sin embargo, somos nosotros los sancionados simplemente por cumplir con nuestro deber legal de salvar vidas en el mar», añade.
El 16 de marzo, un equipo de MSF acudió al rescate de 146 personas en apuros a bordo de una embarcación de madera en aguas internacionales. En medio del rescate, una patrullera de la Guardia Costera libia —donada a Libia por el Gobierno italiano en 2023— llegó al lugar e intentó detener el salvamento. Miembros de la Guardia Costera libia intentaron abordar por la fuerza una de las lanchas de rescate de MSF y amenazaron agresivamente a los supervivientes y al personal de MSF con detenerlos y trasladarlos por la fuerza a Libia.
Durante más de dos horas, la patrullera libia realizó maniobras peligrosas en un intento de bloquear el rescate en curso, poniendo en peligro la vida de decenas de personas, entre ellas los trabajadores humanitarios de MSF.
«Esta detención es el último ejemplo de la hipocresía de la Unión Europea y de sus Estados miembros, que hacen todo lo que está en su mano para castigar a quienes participan en actividades de búsqueda y rescate, mientras ellos mismos son cómplices de las violentas devoluciones de miles de personas a Libia cada año», denuncia Gil. «Una y otra vez, las autoridades italianas nos piden que coordinemos los rescates con la Guardia Costera libia, a pesar de saber perfectamente que Libia no es un lugar seguro para refugiados y migrantes y que devolver a Libia a personas en peligro en el mar es un delito«.
La detención del Geo Barentssupone la vigésima vez que se detiene a un buque de búsqueda y salvamento humanitario desde la entrada en vigor a principios de 2023 de una nueva ley italiana que persigue y obstaculiza intencionadamente las actividades de búsqueda y salvamento de las ONG en el mar.
«En los últimos años, las ONG han sido acosadas y criminalizadas por los Gobiernos europeos, incluido el italiano», afirma Gil. «Este comportamiento es una táctica política sucia para impedir a toda costa que la gente llegue a las costas europeas. El Geo Barents siempre opera de acuerdo con el Derecho Marítimo Internacional. Hemos recurrido ante los tribunales esta detención injusta y, en última instancia, peligrosa. Una vez más, son las personas que intentan huir de Libia las que pagan el precio final, ya que se impide, nuevamente, a un barco de búsqueda y salvamento salvar vidas en el mar».
Además de violar la legislación internacional y europea, la Ley italiana 15/2023, también conocida como Decreto Piantedosi, ha agravado la ya insuficiente capacidad de búsqueda y salvamento en el mar, haciendo aún más mortífero el Mediterráneo central, una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo.
MSF pide a las autoridades italianas que dejen inmediatamente de obstaculizar la asistencia de las ONG para salvar vidas en el mar y pide a la UE y a sus Estados miembros que pongan fin a todo apoyo material y financiero a la Guardia Costera libia y a unas autoridades con un historial de violaciones de derechos humanos.
El 16 de marzo de 2024, los equipos de MSF llevaron a cabo tres operaciones de rescate diferentes en el Mediterráneo central. Por la tarde, tras un primer rescate de 28 personas de una embarcación de fibra de vidrio, el equipo de MSF comenzó la operación de salvamento de 146 personas en peligro de una embarcación de madera. Durante la operación de rescate, los guardacostas libios interfirieron peligrosamente y retrasaron la finalización del salvamento. Más tarde, esa misma noche, los equipos de MSF rescataron a 75 personas de otra embarcación de fibra de vidrio que había volcado y de la que 45 personas cayeron al agua. Los 249 supervivientes, entre ellos un gran número de niños, desembarcaron el 20 de marzo en Marina Di Carrara, en el norte de Italia.
MSF ha participado activamente en actividades de búsqueda y rescate desde 2015, trabajando en ocho buques de rescate diferentes (solos o en asociación con otras ONG) y rescatando a más de 91.000 personas. Desde el inicio de las operaciones de búsqueda y rescate a bordo del Geo Barents en mayo de 2021, los equipos de MSF han rescatado a más de 11.300 personas, recuperado los cuerpos de 13 personas y asistido en el parto de un bebé.