El Observatori contra la LGTBI-fòbia ha registrado 303 incidencias por situaciones discriminatorias en Cataluña en 2023, un 27,8% más que el año pasado, cuando se detectaron 237. Así lo confirma el último informe sobre el estado del LGTBI-fobia elaborado por el Observatori, que indica que, por colectivos, los hombres gais son los que reportan más incidentes, 145 del total (63%). Le siguen las mujeres trans, con 39 casos (17%), los hombres trans, con 11 casos (4,8%), las personas no binarias, con 8 casos (3,5%) y las personas bisexuales (2,2%%). Casi la mitad de las incidencias se registraron en el espacio público (47,8%), seguido del espacio privado de concurrencia pública (26,2%), el espacio virtual (14,3%) y el espacio privado (11,6%)

Una de cada cuatro personas que ha sufrido una incidencia son trans y los responsables del informe han atribuido en parte este porcentaje a la polarización del debate a raíz de la ley trans, aprobada el año pasado. «Se dijeron y se gritan barbaridades, insultos, odio, sobre todo contra las mujeres trans», ha afirmado el presidente del Observatori contra el LGTBI-fòbia, Eugeni Rodríguez, en la presentación del documento.

Rodríguez también ha advertido del auge de la extrema derecha en los últimos tiempos y ha alertado que quiere «derribar» la «casa de los derechos de las personas LGTBI», que, ha recordado, ha costado «sudor y lágrimas» construir en las últimas décadas. «Os lo dice una persona que lleva 40 años [de activismo]. No es fácil llegar hasta aquí», ha expresado.

Cerca de una de cada cuatro incidencias son agresiones físicas

El informe presentado este jueves por el Observatori contra el LGTBI-fòbia también recoge datos sobre el tipo de agresión o discriminación. Según los datos, en 2023 el 25,5% fueron agresiones verbales (77 casos). Esto incluye insultos, comentarios despectivos y otras formas de violencia verbal dirigidas a personas LGTBI+.

En segundo lugar, el 24,8% de las incidencias registradas están vinculadas al indicador de odio y exaltación (75 casos). Se trata de discriminaciones que implican manifestaciones públicas o privadas de sentimiento de odio hacia el colectivo LGTBI+, a menudo con la intención de promover la discriminación y la hostilidad.

Las agresiones físicas representaron un 23,5% del total de incidencias, con 71 casos, 12 más que el 2022. Se trata de una cuarta parte de todos los incidentes registrados y se refieren a hechos de violencia física directa por motivos de orientación sexual, de identidad o de expresión de género. El 2022 las agresiones físicas supusieron el tipo de discriminación más registrado, con 59 casos (24,9%).

Con porcentajes más inferiores, el 9,93% de las incidencias registradas fueron por trato inadecuado, que refleja situaciones en que las personas LGTBI+ reciben un trato inadecuado o discriminatorio en lugares como por ejemplo servicios públicos, empresas o instituciones. El acoso representa el 7,3% de los casos (22), indicando situaciones de persecución persistente hacia personas LGTBI+, que puede ser verbal, físico o digital. Finalmente, debajo del umbral del 5% hay incidencias relacionadas con amenazas a la integridad física y moral de las personas afectadas (5%) y negar el derecho de admisión a un espacio o servicio (4%).

Perfil de los denunciantes y distribución territorial

Por otro lado, el informe presentado este jueves por el Observatorio apunta que la media de edad de las personas que registraron una incidencia LGTBI-fóbica es de 35,7 años. La franja de edad que comunicó más incidentes a la entidad es la que va de los 26 a los 35 años (37,2%), con un total de 61 casos. Los sigue la franja de edad que va de los 36 a los 45 años, con un 20,1% de los casos. La franja de edad de entre 46 y 60 años registraron el 19,5% de las incidencias, la que va de los 18 a los 25 años el 16,5% -casi diez puntos porcentuales menos que el 2022-. Las personas menores de 18 años comunicaron el 5,5% de las incidencias y las de más de 60 años el 1,2%.

En cuanto al ámbito territorial, la mayoría de incidencias se produjeron en Barcelona, con 236 casos (70,5%). El resto se distribuyeron entre Tarragona (23,6%), Lleida (3,9%) y Girona (2%). Uno de los objetivos del Observatorio es llegar de forma eficaz en todo el territorio y por eso están preparando un proyecto, que explicarán más adelante, para tener «antenas» por todas partes. Los meses con más incidencias registradas fueron el junio, el febrero y el julio, en este orden.

Así mismo, el análisis de la distribución de incidencias por medio de discriminación en Cataluña en 2023 revela que la gran mayoría de las incidencias de LGTBI-fobia se produjeron de manera presencial, con un 80,4% (242 casos). Porcentaje que, según el Observatorio, indica que la discriminación y las agresiones físicas o verbales en espacios públicos o privados son todavía muy prevalentes.

El 13,9% (42 casos) de las incidencias se produjeron de manera no presencial, incluyendo actas de discriminación a través de medios digitales como las redes sociales, correos electrónicos u otras plataformas en línea. Un hecho que, para el Observatorio, «subraya la importancia de abordar el LGTBI-fobia en el entorno digital, un espacio donde el anonimato puede facilitar las actitudes discriminatorias». Las incidencias por apoyo físico (carteles, dípticos) representaron el 4,6%.

En la calle y al ocio nocturno, donde más discriminaciones se cometen

Por ámbito, los datos apuntan que la mayoría de incidencias (24,7%) se produjeron a la vía pública, seguido del espacio de ocio nocturno (16,3%), el transporte público (7,7%), internet y redes sociales (7,3%), el ámbito laboral (6,3%) y educativo (6,3%), y el institucional (5%). También se registraron incidencias en otros ámbitos como el de la salud, los medios de comunicación, el ámbito cultural y deportivo o en establecimientos comerciales.

Ante estos datos, el director técnico del informe, Cristian Carrer, ha advertido que la LGTBI-fobia encuentra «las rendijas por donde puede hacer daño» y ha añadido que hacer políticas en los contextos donde se producen las discriminaciones permite detectarlas, puesto que se está produciendo en el ocio nocturno.

En este sentido, Aida C. Rodríguez, del Síndic de Greuges y que ha clausurado la presentación como invitada, ha recalcado que hace falta «más discurso» y «más ojos» para «detectar» las discriminaciones, «intervenir» y «transformar» y ha dejado claro: «Una persona LGTBI sufre discriminaciones. Esto pasa hoy y aquí, en Cataluña, no hay que ir mucho más lejos.

Reparación de la dignidad

Calle también ha hablado de la reparación de la dignidad de las personas que han sufrido discriminaciones. Si bien como entidad animan a denunciar ya sea por la vía penal o la administrativa, entienden la frustración que puede generar un proceso como este, sobre todo porque se puede alargar mucho en el tiempo, y por eso intentan ofrecer un abanico «el más coral posible» de recursos, como atención psicosocial o comunicados públicos, para que las personas puedan ver reparada la dignidad.

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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