Puesta en marcha por los servicios de inteligencia de Marruecos para la ocupación de Ceuta, Melilla y las Islas Canarias, una plan que denomina el núcleo duro del régimen de Mohammed VI como la «operación reconquista» a pesar de que estos territorios nunca han pertenecido al reino alauí.

Al borde de la guerra

Ya en democracia, el momento más delicado de las relaciones España-Marruecos se vivió en julio de 2002, cuando doce miembros de la Gendarmería Real Marroquí ocuparon el islote de Perejil. Un episodio que estuvo a punto de provocar un enfrentamiento armado entre los dos países.

El 11 de julio, los gendarmes desembarcaron en Perejil (Leyla para los marroquíes), una isla de soberanía española situada a once kilómetros de la ciudad de Ceuta y a doscientos metros de la costa de Marruecos, en pleno estrecho de Gibraltar, sin que se produjera resistencia porque el territorio estaba vacío. Colocaron dos banderas de Marruecos, y poco después los gendarmes fueron sustituidos por infantes de marina marroquíes.

Una operación militar

El Gobierno de entonces, presidido por José María Aznar, no se quedó quieto. Al contrario. En una semana, montó una compleja operación militar, que movilizó abundantes medios terrestres, aéreos y marítimos, dirigida a liberar la isla.

A las 6,21 de la mañana del 17 de julio de 2002, soldados del Grupo de Operaciones Especiales desembarcaron en el islote. Apenas una hora después, sin disparar un solo tiro porque los marroquíes no opusieron resistencia, izaron la bandera de España en lo más alto de la isla, dándola por liberada.

A continuación, 75 legionarios del Tercio Duque de Alba de Ceuta sustituyeron a los ‘boinas verdes’, que trasladaron a Ceuta a los seis detenidos y los devolvieron por la frontera.

Condena de la “ocupación”

La reacción de Marruecos se produjo el mismo día 17 de julio: un Consejo Extraordinario de Ministros celebrado en Rabat condenó la ocupación, lo equiparó a una declaración de guerra, y anunció que lo denunciaría ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por violación del derecho internacional.

El 20 de julio, tras reanudarse las conversaciones entre los dos países por mediación de Colin Powell, secretario de Estado, España retiró los legionarios, y dos días después la ministra de Exteriores, Ana Palacio, y su homólogo, Mohammed Benaissa, firmaron en Rabat un acuerdo normalizando las relaciones.

Una decisión de calado

La decisión del Gobierno de España de poner todos los medios a su alcance para rescatar Perejil sorprendió en algunos ambientes, vista la determinación con que procedió, asumiendo incluso el riesgo de que se produjera una respuesta militar por parte de Marruecos dirigida a contrarrestar la operación.

De hecho, desde Madrid se adoptaron medidas extraordinarias para prevenir una situación bélica semejante: se mantuvieron en alerta unidades navales y escuadrillas de reactores, también por si fuera preciso enfrentarse a una ofensiva militar marroquí contra las ciudades de Ceuta y Melilla, las islas Canarias, e incluso al Sur de España.

Trasfondo

La operación militar para liberar Perejil, denominada ‘Romeo Sierra’, se convirtió en el primer incidente armado protagonizado por España en defensa de su soberanía desde el inicio de la democracia. Y mostró claramente que el Gobierno (el de entonces) no permitiría ninguna violación de la territorialidad española en el Norte de África ni en Canarias.

Destacados analistas no descartan que ese comportamiento tuviera relación con los planes de Hasán II para llevar a cabo una ‘invasión pacífica’ de Ceuta, Melilla y Canarias, planes que conocía el Gobierno, y que ahora se han desvelado en el libro “La trastienda de los servicios de inteligencia”, del ex agente del SECED (antecedente del CNI) Fernando San Agustín.

Cambiar la historia de España

Fernando San Agustín, 84 años, relata en su libro, a modo de memorias, las operaciones secretas en las que intervino como agente. Redactado casi como una novela, desvela hechos bastante desconocidos, y también comprometidos, sobre operaciones de los servicios de inteligencia.

El autor asegura que se trata de fragmentos de su vida, “un resumen muy extractado del diario de operaciones”, y que constituye una especie de “descarga de conciencia”. Y Fernando Rueda, uno de los máximos expertos en el ámbito de los servicios de inteligencia, afirma que las operaciones de San Agustín “cambiaron la historia de España”.

Repetir la ‘Marcha Verde’

Entre otros asuntos, el libro cuenta con detalle que Hasán II planeó una invasión masiva, simultánea y ‘pacífica’, sobre Ceuta, Melilla y Canarias, protagonizada por decenas de miles de marroquíes, al estilo de lo que hizo en 1975 con la ‘Marcha Verde’.

En resumen, el agente Fernando San Agustín relata lo siguiente:

-En el parador de Gredos, recibió instrucciones del jefe de Operaciones del servicio (el SECED, hoy CNI) para recibir a dos personas: una mujer norteamericana de unos treinta y tantos años, Ava Cohen, y un hombre de cincuenta con rasgos rifeños. Este era Abdul Saiz, comandante del ejército de Marruecos destinado en los servicios secretos, no de su país, sino del rey Hasán II.

-La mujer era esposa del profesor Collins, experto en Demografía y Sociología en la Universidad de Boston, que en 1975 colaboró con Thomson, consejero y asesor en la descolonización de varios países de África, en organizar el itinerario, participantes y logística de la ‘Marcha Verde’.

“Marruecos 2030”

-Años más tarde, Collins fue llamado de nuevo para diseñar, junto con Thomson, la operación “Marruecos 2030”, dirigida a incorporar a Marruecos Ceuta y Melilla, junto con las islas canarias de La Palma, El Hierro, La Gomera, Fuerteventura y Lanzarote, y algún islote adyacente. Después, solo se reconocería la soberanía española sobre Gran Canaria y Tenerife. Se llamaba Operación 2030 porque a finales de ese año debería haberse consumado la integración de dichos territorios, tras los consiguientes acuerdos con España.

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Fuente: https://geoestrategia.es/

-Ava Cohen y Abdul Saiz habían establecido una relación personal y habían escapado de Marruecos. Ellos detallaron el plan de reconquista de esos territorios.

-Según Thompson, la gran fuerza de Marruecos es su población, numerosa y joven, fiel al rey y a su religión. La gran debilidad de España era que se estaba dividiendo en reinos de taifas que cada vez querrían ser más independientes, y por tanto insolidarios con los demás.

En un momento de crisis

-El plan se ejecutaría cuando España estuviese sufriendo una grave crisis, por terrorismo, desafíos independentistas, problemas políticos que pusieran en duda la autoridad del rey y del Gobierno…

-Hasta el momento de la ‘reconquista’, Marruecos fomentará la llegada de marroquíes a España, Ceuta, Melilla y Canarias, que soliciten ayudas económicas, la residencia y la nacionalidad, a fin de poder votar y hacerse con concejalías y ayuntamientos, especialmente en las zonas a invadir

-El Día D, 20.000 personas entrarían en Ceuta y en Melilla, por tierra (con autocares, camiones, automóviles y máquinas para derribar las vallas) y por mar (utilizando barcas de pescadores, pateras y cualquier cosa que flotara).

Ceuta y Melilla

-En Ceuta y Melilla, la Guardia Civil y la Policía se verán arrolladas por la multitud, que ocupará sedes oficiales, viviendas y comercios. Arriarán la bandera española e izarán la marroquí. El resto se colocarán en posición de oración para dar gracias al Altísimo y así evitar la intervención policial. Comisarías y cuarteles no deben ser ocupados, sino rodeados, con el fin de limitar los movimientos de militares y policías.

-Hay que sembrar las calle de obstáculos: muebles, coches… que impidan el movimiento de vehículos: dificultar los desplazamientos del enemigo es básico. En los expedientes para cada ciudad vienen las calles y carreteras más importantes para cerrar, y cómo bloquear la entrada de embarcaciones a los puertos.

-En los ayuntamientos, se convocará una reunión extraordinaria para acordar su inclusión en el reino de Marruecos. Se informará con altavoces por las calles. A los españoles que no lo acepten, se les trasladará el puerto, donde los ferris y barcos de pesca los llevarán a la península. El Ejército y la Marina marroquíes harán acto de presencia, puesto que tendrán la consideración de plazas marroquíes.

-Los cristianos no lucharán por Ceuta y Melilla porque la mayoría de los españoles las consideran ciudades marroquíes. Habrá mayor resistencia en Canarias, pero se ofrecerá a España que se quede con las dos islas principales.

Canarias

-Sobre Canarias, desde la costa marroquí, entre Tarfaya y Bojador, saldrán barcas, barcos de pasajeros, buques de carga, con los reconquistadores y sus familias. Cada isla recibirá varias oleadas de 10.000 personas. La flota transportará 50.000 en una primera fase, y la misma cantidad en una segunda y tercera. Será un desembarco pacífico, retransmitido por emisoras y televisiones.

-Cuando se cumpla el mismo operativo que en Ceuta y Melilla, la armada marroquí atracará en los puertos canarios, y el ejército se dirigirá a las islas para proteger a su gente y ocupar los aeropuertos.

-Es básico crear en las calles un ambiente de pánico entre los cristianos, mediante pequeños incendios, desalojos de edificios y otras provocaciones, que generen caos, porque eso favorecerá el éxito de la operación.

-Los reconquistadores deben ser mayormente jóvenes. En recompensa, se les darán las casas y comercios que logren desalojar a sus propietarios cristianos. Es importante que la población cristiana se sienta desprotegida, porque así se entregará y aceptará la evacuación a Tenerife y Gran Canaria.

Españoles débiles

-A los policías y militares locales se los desarmará y se llevará a las zonas de embarque. Quienes se resistan serán fusilados de inmediato.

-La reacción del Ejército español no será la de los ingleses en las Malvinas, porque los españoles son débiles y poco patriotas, empezando por los políticos, que convencerán a la opinión pública de que conviene conformarse con conservar Gran Canaria, Tenerife y las Chafarinas, mientras se mantiene el litigio político por las demás islas. El resultado de esa inacción será el mismo que el de Gibraltar.

-El gran éxito de los regulares que combatieron en la guerra civil española fue el terror que infundían las tropas marroquíes. Una vez en tierra, habrá equipos dedicados a difundir la cantidad de asesinatos violaciones e incendios causados por los invasores, aunque no todo sea verdad.

-Los servicios británico y estadounidense se mantendrán neutrales o a favor de Marruecos, como en el caso de la ‘Marcha Verde’.

-El Día D deben cursarse órdenes de movilización de la población árabe en París, Londres, Madrid, Barcelona, Bruselas y Atenas, convocando manifestaciones para celebrar la conquista.

Se sabía

Aquí termina el relato de San Agustín sobre la operación “Marruecos 2030”.

Por supuesto, de todo esto tuvo información detallada el Gobierno español. Y, cuando se produjo la ocupación de Perejil, el Ejecutivo, presidido por José María Aznar y con Federico Trillo como ministro de Defensa, previsiblemente lo tuvo en cuenta para adoptar la decisión de liberar el islote con los medios que fueran necesarios.

Presencia marroquí en España

Los marroquíes son la primera comunidad extranjera en España: 880.000 personas. Con cifras de 2020, España es el segundo país del mundo que más marroquíes recibió (el 24% del total), solo por detrás de Francia (32%).

Se concentran en Cataluña, con un 28% del total de los marroquíes en España, seguida de Andalucía (18%) y Murcia (10%). Por provincias, Barcelona, Murcia, Madrid, Almería y Alicante se sitúan en primera posición.

Para municipios de más de 1.000 habitantes, representan el 31% de la población en Níjar, el 27 en La Mojonera, 25 en Talayuela, 24 en Aitona, y 23 en Albuñol. Además de ser la comunidad extranjera más numerosa, es también la más joven y la de mayor natalidad.

Marruecos corta lazos energéticos con España y construirá oleoductos y regasificadoras

La apuesta por el gas es solo un primer paso de un ambicioso plan para que en 2030 las energías renovables generen el 52% de la electricidad. Rabat ofrece además 300.000 hectáreas de terrenos públicos a inversores que produzcan hidrógeno verde.

No hay mal que por bien no venga. Argelia puso en apuros a Marruecos cuando, en octubre de 2021, cerró el gaseoducto Magreb-Europa que abastecía a España con gas de los yacimientos argelinos de Hassi R’Mel. En su camino hacia Zahara de los Atunes (Cádiz), donde desembocaba, cruzaba 522 kilómetros de territorio marroquí. Por facilitar ese tránsito, Marruecos se quedaba con una pequeña porción del hidrocarburo del que Argel le privó súbitamente.

Unas 20 naves marroquíes frente a Canarias: ¿por qué las maniobras de Rabat inquietan a Madrid?

Los ejercicios discurren a 125 km de las islas Canarias en aguas del Sahara Occidental, zona sobre la que la Justicia europea recomienda suspender el acuerdo pesquero entre la UE y Marruecos. Rabat escenifica una «posición de poder» ante cuestiones abiertas con Madrid y podría pretender ampliar el espacio de su jurisdicción, explican los analistas.

Con carácter diario y desde el 29 de marzo, la Marina Real de Marruecos está realizando ejercicios militares al sur del país, en aguas del Sahara Occidental. Una veintena de buques participan en las maniobras, entre los que destacan fragatas de las clases Fremm y Sigma, así como corbetas de la clase Floreal y patrulleros misilísticos y de altura.

Las maniobras discurren durante la mayor parte del día, entre las siete de la mañana y las ocho de la tarde, a 2,7 millas náuticas (cinco kilómetros) del litoral próximo a las localidades de El-Aaiún, Dajla, Sidi Ifni y Agadir. A tal efecto, las actividades de pesca en la zona están suspendidas hasta el 28 de junio, fecha en que finalizarán los ejercicios, según reza en la circular que difundieron el 19 de marzo las autoridades marroquíes a pescadores y armadores.

La duración de las maniobras, así como su envergadura y las medidas que conllevan, son inéditas. Además, no está claro que Rabat informara de ellas a Madrid con antelación. De resultas de la falta de información inicial, cierto nerviosismo ha prendido en la esfera política española, especialmente en el Gobierno regional de Islas Canarias, a cuyo presidente, Fernando Clavijo, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, tuvo que asegurar que los ejercicios militares de la marina marroquí se desarrollan en «áreas bien circunscritas y muy alejadas de aguas españolas».

En Canarias se teme por un posible impacto en la industria turística, dada la cercanía de la costa de la isla de Fuerteventura. Se da la circunstancia de que la zona elegida por Marruecos es «un santuario de fauna», en palabras de Lola García, presidenta del Cabildo Insular de Fuerteventura, un área muy rica en especies únicas que ya sufrió en 2002 una catástrofe ecológica, cuando un ejercicio naval de la OTAN con el empleo de sonares de gran potencia causó una matanza entre los cetáceos de esas aguas.

El espacio es un ámbito de tensión en la relación de los dos países, pues es escenario de las rutas marítimas de la inmigración ilegal. Y al discurrir las maniobras en aguas del Sahara Occidental, «por lo visto, se da por sentado que están bajo un dominio marroquí», declaró el presidente Clavijo. Entre el anuncio y el comienzo de las maniobras, el 21 de marzo medió la recomendación de la Corte de Justicia de la Unión Europea (CJUE) de anular el acuerdo de pesca entre Marruecos y la UE por incluirlas aguas del Sáhara Occidental.

«Al no tratar el territorio del Sáhara Occidental, y las aguas adyacentes al mismo, como separados y distintos del Reino de Marruecos, el Consejo [de Ministros de la UE] no respetó [en 2019] el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui», manifestó en un comunicado Tamara Capeta, fiscal de la corte, ante los jueces.

Recordamos que el órgano inmediatamente inferior al CJUE, el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), ya emitió en 2021 una sentencia que anulaba el acuerdo de pesca, la cual fue recurrida por España, Francia, la Comisión Europea, el Consejo de Ministros de la UE y los pescadores marroquíes.

La jurisdicción de las aguas

El fallo final de la CJUE se producirá prácticamente en las mismas fechas de la conclusión de las maniobras. De ahí que la coincidencia invite a pensar que la demostración de fuerza en un área estratégica y en litigio sea también un acto para reafirmar la soberanía de Marruecos sobre las aguas del Sahara Occidental.

En principio, cualquier Estado puede realizar las maniobras que quiera en su territorio soberano sin estar obligado a solicitar ningún permiso. Pero la cuestión de la soberanía sobre el Sahara Occidental sigue siendo un asunto irresoluto, pues continúa dirimiéndose en Naciones Unidas. A día de hoy, organizaciones como la ONU, CPI, TIJ, la Convención del Derecho del Mar o la Unión Africana no han emitido documento alguno que acredite que las aguas del Sáhara Occidental son marroquíes.

«Pero también, el hecho de que la CJUE recomiende que esas aguas queden fuera del acuerdo pesquero entre la UE y Marruecos, es tanto como echar a los pescadores de la UE de allí y casi como dar vía libre a la ocupación de esas aguas y a una zona económica exclusiva marroquí bajo el control de su armada», explica Juan A. Aguilar, director del Instituto Español de Geopolítica. Actualmente, más del 60% de las licencias amparadas por tal acuerdo corresponden a empresas españolas.

Marruecos puede estar conduciéndose como si ya tuviese plena jurisdicción del Sahara Occidental debido precisamente al cambio de postura del Gobierno español respecto a la soberanía del territorio, para el cual ahora admite un régimen de autonomía dentro del Estado marroquí.

¿Hay que temer un expansionismo de Marruecos?

Las relaciones bilaterales entre España y Marruecos no son fáciles, producto de cuestiones que afectan a ambos países, como los flujos migratorios, la relación comercial, las rutas del narcotráfico y todos los aspectos que afectan a Ceuta y Melilla, los enclaves españoles en el norte de África, cuya soberanía discute Rabat.

También, la exhibición de fuerza naval sucede en un momento en que los esfuerzos del Ministerio de Defensa español parecen concentrarse en las fronteras orientales de la OTAN y en el surtido de armamento a Ucrania. De ahí cierta inquietud en la oposición política ante una hipotética situación en la que España podría no estar en la mejor disposición para hacer frente a acciones encaminadas a modificar la demarcación jurisdiccional de las aguas en torno a Canarias o a un intento de cambiar el estatus de Ceuta y Melilla.

Con sus mensajes, el Gobierno español trata de limar los recelos, más aun cuando también ha escenificado una mejora de las relaciones con Rabat.

«Marruecos es la puerta trasera de Europa, sobre todo de España, que no puede permitirse un problema con él por la sencilla razón de que, inmediatamente, Marruecos abriría la frontera», explica el politólogo francoespañol Jorge Verstrynge a Sputnik, nacido en Tánger y buen conocedor del país magrebí. «En ese momento, no necesitaría invadir Canarias con tropas, las invade con pateras llenas de inmigrantes».

A su juicio, la seguridad de las costas de Canarias depende no tanto de una hipotética invasión marroquí como de la contención que pueda ejercer España sobre el flujo migratorio a través del Atlántico. «Porque ya vienen de Mauritania, Senegal y hasta de Costa de Marfil», advierte.

Verstrynge asegura que las reivindicaciones marroquíes sobre los territorios españoles en África son «válvulas de escape» de tipo «periódico» que convienen a una sociedad cuya mitad se compone de población menor de edad, a la que se dirigen mensajes de unidad nacional. En Ceuta y Melilla, además, se da el hecho de que las importaciones marroquíes se pueden pagar en dirhams, la moneda marroquí.

Por otro lado, la capacidad defensiva emplazada en las islas Canarias ha decrecido en los últimos años. Aunque hay unidades terrestres y una base aérea en Gando (Gran Canaria), no ha habido una renovación. «Los cazas F-18 de la base son aviones de tercera generación, inferiores a los que tiene Marruecos», señala Aguilar, en referencia a los F-16 modernizados del Reino alauita.

No obstante, este analista subraya que una cosa es la amenaza que pueda suponer el grupo naval movilizado en las maniobras, para lo que en Canarias hay medios, y otra muy distinta que se plantee un desembarco o un ataque aéreo o misilístico. «Ahí quizá convenga preguntarnos si existe un plan para afrontar cualquier circunstancia que ponga en peligro la seguridad de las islas», matiza.

Buenas relaciones ¿y provocación?

El mensaje tranquilizador del Gobierno español refleja también el permanente intento de mejora de las relaciones tras la crisis migratoria desatada por la estancia en España del líder del Frente Polisario en 2021 por motivos humanitarios. Tras investirse de nuevo presidente, Pedro Sánchez jalonó con una visita a Rabat en febrero el primer evento de su agenda internacional.

Nunca trascendió el contenido de su reunión con el monarca Mohamed VI, salvo que trataron temas de cooperación en materia de control de la inmigración ilegal y los preparativos del Mundial de Fútbol de 2030. «En España la oposición no logró enterarse muy bien de qué hablaron, y eso es algo que el PP lo tiene atragantado», afirma Verstrynge, que no ve tanto la amenaza de un futuro expansionismo marroquí como un factor de política interna en ambos países, de cohesión social en el caso de Marruecos.

Sin embargo, tal vez quepa asumir el sentido de las maniobras en el contexto del propio cambio de la postura oficial de Madrid respecto al Sahara Occidental.

«Ni siquiera es una provocación; es aquí estoy yo y aquí me quedo. Es una posición de poder y se enmarca en las cuestiones que España tiene abiertas con Marruecos, la inmigración ilegal lo primero, pero también el narcotráfico o la competencia comercial gracias a los acuerdos preferenciales con la UE», afirma Aguilar, que admite que «no es normal» organizar el ejercicio militar en unas aguas en disputa.

Aguilar explica que el rearme generalizado de Marruecos en los últimos tiempos puede «apuntar a un expansionismo más allá incluso de la ocupación de los territorios del Sahara Occidental». Y en este sentido, recuerda, alude a la llamada Operación 2030, un plan marroquí descrito por un ex agente de los servicios especiales españoles, Fernando San Agustín, quien ya durante la época de la presidencia de José María Aznar dio a conocer un plan urdido por Hassan II para hacerse con el control de Ceuta, Melilla y parte del archipiélago canario.

«El plan tendría el apoyo de Francia y EEUU, del que Marruecos es su principal cabeza de puente en la zona, y de Reino Unido, que controlaría el estrecho y tendría intereses económicos incluso con proyectos energéticos que llegarían a Reino Unido», recuerda Aguilar.

¿Ayudaría la OTAN a España?

Una acción de esta naturaleza podría invocar el artículo 5 del tratado de la alianza atlántica para asistir colectivamente la defensa de España. Pero la posición geográfica de Canarias, Ceuta y Melilla, en África, excluye «explícitamente» tal posibilidad, recuerda Verstrynge.

Además, la interpretación del artículo no es automática. «Lo que dice el artículo es que los países miembros están obligados a prestar ayuda al miembro agredido incluso con fuerzas armadas, pero la ayuda puede consistir perfectamente en ayuda diplomática, logística o envío de material militar, no implica necesariamente el despliegue de una operación militar», explica Aguilar.

«En ese supuesto, estaríamos fastidiados, porque el artículo 5 no garantiza nada», añade, y pone como ejemplo el incidente ocurrido en el islote de Perejil en 2002, cuando efectivos militares marroquíes lo invadieron.

«España pensó en llevar el tema al Consejo de Seguridad de la ONU, pero Colin Powell inmediatamente aplacó al Gobierno español. Aquí podría ocurrir algo similar: que convenzan al Gobierno español para asumir un nuevo statu quo tras un asalto como en la Marcha Verde en el Sahara Occidental, de tal manera que no se pueda utilizar el ejército contra los civiles».

«La situación es potencialmente grave; sabemos sus planes, conocemos sus aliados, sabemos lo que haría la OTAN y ya sabemos hacia dónde está enfocada ahora la OTAN: hacia el Este. A la vuelta de pocos años, nos podemos encontrar con una situación muy delicada», concluye Juan A. Aguilar.


Fuente: https://geoestrategia.es/noticia/42666/ultimas-noticias/el-plan-marruecos-2030:-ocupacion-de-ceuta-melilla-y-las-canarias.html

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