Ni la lluvia ni las nubes que hoy empañaban de frío la ciudad de Barcelona han podido sosegar los ánimos de los que han querido levantar la voz en contra de las injusticias fiscales. Bajo el lema “Especuladores, tenéis que pagar” y con gritos como “No falta dinero, sobran chorizos”, se han unido esta mañana varias organizaciones de la sociedad civil frente a la Bolsa de Barcelona.
Con Gerard Quintana como portavoz, grupos como Attac Acordem, CCCO Catalunya, UGT de Catalunya, Justícia i Pau, o Col·lectiu Inflexió, entre otras muchos, han suscrito un manifiesto en el que se instaba al Gobierno central a impulsar, junto con otros gobiernos europeos, medidas en contra de los ajustes fiscales, como la aprobación y puesta en marcha de un Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF), así como un marco legislativo que regule los ya conocidos como paraísos fiscales.
El cantante catalán afirmó que “estamos jugando con unas normas que favorecen la desigualdad y benefician intereses mafiosos y especuladores, mientras permitimos que se saque dinero de países en vías de desarrollo hacía paraísos fiscales”.
Quintana aseguró que es necesario que “más allá del miedo que produce la crisis, empecemos a ser conscientes de muchas de las cosas que pasan. Tenemos que hacer apuestas en nuevos campos porque el mundo al que nos enfrentamos no es el mismo que el de antes de la crisis”.
“Un colectivo sin sentido común está dirigido al caos”, resumió el ex líder de Sopa de Cabra.
El manifiesto denuncia que “la propuesta del ITF no fue tomada en consideración” en la pasada cumbre del G-20 en Seül, con lo que se requiere “incrementar las acciones para conseguir su implantación efectiva”.
Los colectivos insisten en que “es inadmisible que las medidas adoptadas por los gobiernos no estén afectando a los principales responsables de la crisis como los especuladores”. Según ellos, los únicos responsables de la crisis global son “las personas e instituciones que controlan los mercados financieros, apoyados por gobiernos que, sin cuestionar su actual hegemonía de las finanzas sobre la economía productiva, les ha permitido alcanzar un volumen de actividad desmesurado, escasamente grabado e insuficientemente sometido a control o regulación.
El acto, al que han asistido medio centenar de personas, la mayor parte de las cuales eran representantes de medios de comunicación, se ha desarrollado de forma pacífica y no ha sufrido interrupciones, ni por parte de las fuerzas de seguridad pública, ni de la Bolsa de Barcelona.
