En tiempos de crisis y el Fondo de Garantía Salarial subsanando las reiteradas supuestas estafas (ya que no se les ha juzgado como tal al estar siempre ‘en paradero desconocido’) realizadas por Rubén Escobar Escamilla, de 24 años de edad, y Francisco Cortés Gómez, de 25. Dos jóvenes que, en los últimos 4 años, han dejado a deber dinero a más de un centenar de personas en gran parte del territorio del estado español.
Su última fechoría lleva el nombre de ComunicaciónK (www.comunicacionk.com), una empresa fantasma, relacionada con el mundo de la moda, en la ciudad condal. Sesiones de fotos con personajes destacados del medio televisivo, cantantes y actores para supuestas publicaciones en revistas de tirada nacional, una inexistente escuela de modelos o un servicio de azafatas imposible de solicitar, son algunos de los servicios de esta ‘empresa’. Y para ello qué mejor que contratar (con contratos realizados bajo identidades y datos fiscales falsos) a decenas de profesionales del sector para que realicen todo el trabajo; eso sí, sin cobrar un solo duro. Unos impagos que, sin duda alguna, irán seguidos de sus correspondientes demandas. Unas instancias que se unen así a las muchas otras interpuestas con anterioridad en Almería, Alicante, Valencia y Madrid.
Sin escrúpulos
Faada (Fundación sin ánimo de lucro para la Adopción, Apadrinamiento y Defensa de los animales) ha sido una de las últimas víctimas de Rubén y Francisco. La Fundación contaba con poner en el mercado en épocas navideñas un calendario benéfico con el que recaudar dinero para 15 diferentes entidades de protección animal de España. La idea era mejorar las instalaciones de estas protectoras y mejorar el paso del invierno a los animales. Para ello decenas de personajes mediáticos colaboraban de manera altruista poniendo a disposición de Faada su imagen. Actores, cantantes, bailarines o personajes salidos de conocidos reallyties posaron en sesiones de fotos organizadas por Comunicación K. Sin embargo, la finalidad de Kino Escamilla Gómez (nombre ficticio utilizado por Rubén Escobar en Barcelona) no era otra que crearse su propio book de ‘celebrities’, como él las llamaba, para dar soporte visual a su gran mentira. Con la imagen de los diferentes personajes públicos creó una web perfecta para hacer creíble su hipotética empresa. ‘Se ha reído en nuestra cara’, asegura un ex trabajador de Comunicación K.
Una fechoría más de Francisco Cortés y Rubén Escobar
Pero la trayectoria ‘profesional’ de estas dos personas va mucho más allá. De hecho, debemos remontarnos al año 2007 para encontrar las primeras denuncias de afectados por sus diferentes impagos. Los primeros datos que nos constan se relacionan con la empresa La Sonrisa del Pelícano C.B. en el ayuntamiento almeriense de Roquetas de Mar y se corresponden a denuncias por impagos de alquileres, proveedores, nóminas de trabajadores… Varias denuncias que provocaron su huida del municipio. Uno de los demandantes nos cuenta que en una ocasión, Rubén y Francisco, fueron defendidos por la Guardia Civil al ir en su búsqueda un grupo de personas de etnia gitana que querían cobrarse a la fuerza todo el dinero que estos les debían por una reforma efectuada en el local. Tras este altercado ambos realizaron el mismo modus operandi en Aguadulce, Almería, bajo el nombre de Bianco Espectáculos. El resultado: el mismo, tras dejar a deber miles de euros a otras tantas personas, la pareja decide cambiar el nombre de su empresa por el de Grupo Apple. Todas empresas ligadas con el mundo de la moda y la organización de eventos y espectáculos. Una de sus fechorías más sonadas en Almería fue la no actuación del grupo D’Nash (en agosto del año 2007) durante la Gala de ‘Miss Mister 100% Motril’. Las causas que apelaron Rubén Escobar y Francisco Cortés, organizadores del concierto, fueron que los cantantes habrían sufrido un supuesto accidente. Una mentira que no aplacó la rabia de los espectadores que se sintieron engañados. Patricia Sánchez, presidenta del club de fans de D’Nash, fue una de las personas que se mostró más molesta. Resalta que el viernes anterior el grupo realizó las pruebas de sonido y se alojó en el Hotel Salobreña a la espera de la actuación de la noche. Según la presidenta del Club, la organización ‘en todo momento estuvo mareando al grupo con que el pago se realizaría más tarde, etc., dándoles largas una y otra vez hasta que, llegado el momento en el que los chicos tenían que salir a escena, los responsables de la organización desaparecieron’. Eso sí, Rubén y Francisco se escabulleron, según aseguran algunos de los afectados, con el pago anticipado por la organización de un evento que, al final, claro está, no se celebró.
‘Conquistando’ la capital
Entre mentiras y timos llegamos a comienzos de 2009, cuando esta parejita de avispados decide instalar un negocio en la calle Antonio López de Madrid. En esta ocasión se trata de una tienda de venta de ropa, eso sí, siempre de marca: Veinte Mariposas Regalo Informal S.L. Siguiendo con la tónica de sus fechorías jamás pagaron a proveedores, informáticos, alquiler… De hecho, se instalaron al lado de la Pastelería Castilnovo (conocida por ser una de las pocas que realiza postres sin azúcar en la capital) a la que encargaron dos catering para la inauguración de sus tiendas (aunque la segunda, que querían instalar en el Mercado de Fuencarral de Madrid no la abrieron finalmente) que nunca pagaron. Ante la falta de cobro, la dueña de Castilnovo denunció las fechorías de este dúo en foros de internet, y fue el propio Rubén el que se encargó de difamar sobre la pastelería. La nuera de la misma, Estefanía Tejero, fue una de las afectadas al haber aceptado trabajar para estos individuos en su tienda, eso sí, registrada a nombre, en este caso, de Francisco Cortés debido al largo historial que Rubén Escobar poseía y que está a disposición de todo el mundo en Internet. ‘En la tienda se llevaba los pijamas y después los devolvía para venderlos usados; y la ropa la tiraba a la basura en vez de lavarla y cogía otra de la tienda para ponérsela’, nos comenta Estefanía Tejero. Además de ‘dejar a deber’, Rubén tiene la ‘fea’ costumbre de abordar psicológicamente a sus trabajadores. ‘Para estar en la tienda me decían que porque era yo, pero que tenía que estar más delgada que ya sabía que no suelen coger a gente gorda en las tiendas cara al público’, confiesa Estefanía. En el momento en el que la situación ya era imposible de sostener, la pareja vuelve a abandonar la ciudad dejando atrás decenas de impagos. ‘De hecho, vino un informático con un cuchillo a la oficina preguntándonos que dónde estaba Rubén, que lo iba a matar, y le tranquilizamos. Le dijimos que no estaba y él nos contestó que con su pan, lo que quisieran, pero con el pan de su hijo no se jugaba; y es normal’, relata Estefanía. La cual prosigue diciendo: ‘este tío debería de haberse quedado en la cárcel aquí en Madrid cuando le pillaron, pero la ley es la ley. Deberían de haberle ingresado en el psiquiátrico porque esta persona tiene un problema en la cabeza de alucine y un poder de convicción acojonante’. Pese a que el calabozo ya no era desconocido para ellos (Rubén ya había sido detenido en varias ocasiones en Almería y posteriormente en Alicante), eso no evitó que estos cogiesen sus maletas y se dirigiesen a su nuevo destino de fechorías: Denia (Alicante).
Nueva ciudad, nueva empresa
La siguiente pista de la pareja nos lleva hasta Denia, Alicante, en donde se instalan en diciembre de 2009 y crean la empresa: Blanco Negro y Rosa S.L.y las tiendas de ropa Vintage. De nuevo comienza la búsqueda de nuevas víctimas. De nuevo impago de alquileres, trabajadores, proveedores… ‘No sé cómo funciona la justicia para que gente así siga por la calle’, nos comenta Celia Sánchez, ex trabajadora de la tienda Vintage Denia. Celia nos asegura que ella fue la primera en conocerles en Denia. Hasta ella llegaron en su búsqueda de un piso de alquiler en el que alojarse. Sin embargo, como esta pedía un anticipo de varios meses, la pareja decidió dirigirse a otro lado. Eso sí, a Celia le ofrecieron trabajar como dependienta en la tienda que abrirían en Denia, y ella, como cualquier persona en paro, aceptó. A comienzos de este mismo año la pareja abre entonces Vintage Denia, una tienda de ropa en la calle Colón cuya apertura se anunció incluso en autobuses y marquesinas. A esta la siguió la apertura de otra en el Centro Comercial Portal de la Marina, en Ondara, y tenían en proyecto una en Benidorm, que llenaron de ropa, pero que nunca abrió. ‘Esto duró hasta febrero-marzo’ asegura Celia. Período durante el cual no pagaron a nadie ‘y a los que les pagaron lo hicieron con cheques sin fondo’ nos aclara.
Celia, al descubrir toda la información que circulaba sobre Rubén Escobar por Internet y ver que, tras pasados dos meses, su nómina no llegaba, se presentó indignada en la tienda del Centro Comercial de Ondara. ‘Me presenté allí y Rubén llamó al de seguridad para que me echaran. Pero volví e interpuse una denuncia en el centro diciéndoles quién era el este tío y por lo menos le hicieron cerrar la tienda’, nos relata.
Tras llegar de nuevo hasta el límite de paciencia de trabajadores y distribuidores, y Rubén ser detenido nuevamente por una denuncia de impago de alquiler, la pareja vuelve a desaparecer del mapa. Fuentes relacionadas con los casos de impagos de Denia aseguran que estos se trasladaron a Valencia, en donde parece ser que continuaron con su cadena de impagos. Sin embargo, desde esta publicación no hemos podido descubrir cuales fueron esas fechorías. Lo que sí podemos confirmar es que Rubén Escobar Escamilla y Francisco Cortés Gómez se encuentran desde hace varios meses en Barcelona cometiendo nuevos impagos. Impagos que, por el momento, continúan sin abonar. Ahora lo que desconocemos es si Rubén Escobar y Francisco Cortés volverán a trasladarse a otra ciudad sin hacerlo.
Con todo este historial a sus espaldas ambos continúan en la calle viviendo a ‘todo trapo’ y sin pagar absolutamente nada. Hoteles, conocidas firmas de moda, famosos… todos han sucumbido a la palabrería de estos dos expertos del arte de ‘dejar a deber’.