Victor Nubla (Barcelona, 1956) dirige el proyecto Gràcia Territori Sonor desde su fundación, en 1996. Quizá la actividad más emblemática que este colectivo desarrolla es el encuentro internacional de música experimental LEM, que este año cumple su decimotercera edición multiplicándose por dos. Nubla compagina sus tareas al frente del camaleónico proyecto con las de escritor, compositor y músico, además de su activismo en diversos frentes culturales.
P1: Estamos en 1996, lanzáis el proyecto de Gràcia Territori Sonor y en el mismo año recibís la Medalla de Honor de la ciudad de Barcelona y el Premi Altaveu de la crítica… parece que la iniciativa fue recogida con mucho interés. ¿Cómo era Barcelona antes del 96?
R1: La ciudad estaba en aquel período que se ha dado en llamar “resaca postolímpica”, que quiere decir que durante los cuatro años siguientes a las olimpiadas hubo una sequía cultural tremenda. La Olimpiada Cultural, que precedió a los juegos olímpicos y se acabó con éstos, representó una inyección económica en la vida cultural de la ciudad, pero hasta cierto punto lo fue de forma efímera. Tantos espacios y proyectos nacieron durante esa época como desaparecieron a continuación. Barcelona se despertó después del verano del 92 sin apenas recursos, ni ideas, ni proyectos, así que mientras oficialmente se echaba una siesta, los colectivos se fueron reorganizando, se produjeron muchos encuentros, debates, tertulias, nacieron iniciativas como Barcelona Taller, el Sónar, El Club de la G, Conservas, Gràcia Territori Sonor… Todo ello fue perfilando poco a poco el modelo de lo que después ha sido la ciudad entre el 96 y el 2004. hasta el propio Institut de Cultura data del96.
P2: ¿Fueron difíciles los primeros tiempos?
R2: Ya lo creo que lo fueron, pero también había muchas ganas de levantar esto y la iniciativa individual, la fuerza de los colectivos, resultaron vitales. Para mí hay dos puntos de inflexión, dos acciones que representan muy bien aquel espíritu: una publicación llamada Cactus editó en 1992 un número especial de textos y gráfica, llamado “El año del dinero”, donde participaron personas procedentes de todos los ámbitos creativos de la ciudad, me refiero a artistas que ahora sería muy difícil encontrar trabajando juntos en una iniciativa como aquella. Por otra parte, las jornadas “Rollo Positivo II (Salvad Júpiter), que fueron organizadas por diversos colectivos de la ciudad en agosto de 1994 en Transformadors. Imagínate, en aquellos momentos se podían organizar eventos en agosto, la ciudad continuaba su vida interior en verano…
P3: ¿Y cómo surgió la idea de Gràcia Territori Sonor?
R3: Nació de numerosas reuniones, primero entre pocas personas, a varias bandas, después en encuentros más numerosos, con profesionales, artistas, escritores… luego volvimos a ser unos pocos y nos fuimos a presentar el proyecto a Europa, donde obtuvimos ayuda para los dos primeros años. A continuación, obtuvimos el soporte del Institut de Cultura y del Distrito de Gràcia. En diciembre del 96 hicimos el primer LEM. Vinieron 1500 personas. Trabajábamos en una habitación de seis metros cuadrados, con un teléfono, un fax y un macintosh “classic”.
P4: ¿Han cambiado mucho las cosas desde entonces?
R4: Desde luego. Nuestro proyecto se ha consolidado, ha crecido, ahora hay que añadir un cero más a aquella cifra inicial de asistentes y, por otra parte, la ciudad está llena de actividad, hay muchos ciclos, festivales, salas con programaciones estables. Hay, sobre todo, público interesado. Tengo la sensación de que aquellos que se quejan de lo difícil que es programar o actuar ahora mismo en Barcelona no vivieron los años que van del 92 al 96, lo cual también es posible. Aunque no dejo de constatar que en 2004 la ciudad volvió a cambiar y, en cierta medida, no ha sido el cambio que esperábamos. También es cierto que cambios sustanciales, como los que se derivan de las leyes europeas, de la situación política general, de la paulatina insustancialización de los media, de la inmoralidad moralizadora y ahora también, de la “crisis”, nos afectan a todos por igual.
P5: En 2009, el LEM se ha desdoblado. ¿No hay crisis para vosotros?
R5: En realidad el LEM se ha partido en dos, acabamos de hacer un LEM de primavera en el MACBA y habrá otro en toda Barcelona en octubre, como cada año, pero será más corto. SI sumas los dos, da un LEM igual que el del año pasado. Hay tantos festivales y ciclos que el LEM ya no tiene mucho sentido como acontecimiento de otoño. Hay muchas otras iniciativas actuales que cumplen mejor que nosotros la función de escaparate, y con mucha más dotación. El LEM es nuestra actividad más visible, pero tratamos de esponjarla y dedicar más tiempo a las tareas que, como plataforma, desarrollamos desde hace años: soporte a la creación local, intercambios con el extranjero, músicos en residencia, documentación y, sobre todo, lanzar propuestas a la comunidad.
P6: ¿En qué proyectos estáis trabajando este año?
R6: Hay algunos proyectos totalmente nuevos. Estamos trabajando con dos músicos barceloneses, Nikka y Santiago Latorre, que están haciendo una residencia en el observatorio astronómico de Castelltallat. Allí componen música. Una parte de esa música será la señalización sonora de un planetario táctil para invidentes que se está desarrollando allí. También hemos establecido un convenio con la Universitat Pompeu Fabra y el Music Technology Group para realizar talleres en los que se registra el entorno sonoro de Gràcia y se pone en acceso universal a través de internet. Este año también hemos lanzado una convocatòria para mujeres compositoras en el campo del radio-art. A cada uno de estos proyectos le llamamos «dispositivo», éstos son sólo tres de los 35 que hemos activado este año.
P7: ¿Es compatible tu trabajo como artista con el de director de Gràcia Territori Sonor? ¿De dónde sacas el tiempo?
R7: Veo muy poco la televisión y considero el fin de semana como parte de la semana, que lo es. Así se me duplica el tiempo. La vida ya es de por sí muy entretenida, no necesito entretenimiento extra, además, ¿para qué compartimentarla? Eso no lleva a nada interesante.