Acabo de leer un articulo que parece salir de la imaginación calenturienta de un periodista desocupado, en Grecia los anarquistas roban bancos y la gente asalta los supermercados el articulista imagina o preve una segunda guerra civil (1). Vayan sumando ustedes noticias, John Carlin (2)en El País Semanal (3/3/2013) describe el trato a los inmigrantes en Grecia, pero leyendo entre las líneas de las descripciones del maltrato, se pueden ver los indicios de la verdadera situación griega. El articulo de Carlin muestra, con las excelentes fotos de Juan C. Tomasi, a niños con pulseras identificativas y una serie alfanumérica escrita en tinta negra en los bracitos. Luego nos cuenta como Alba Dorada disfruta ofreciendo sus servicios de seguridad a ancianos para que puedan ir a cobrar su misera de pensión sin ser atacados por inmigrantes delincuentes. Sus Médicos con Fronteras atienden sólo a autóctonos, los inmigrantes que ya no gozan de seguridad social son atendidos por Médicos sin Fronteras que son tildados de vendepatrias. Esto sobra para ilustrar como el trato a una población, considerada minoría, en el sentido de diversidad cultural, y minoría cuantitativa, se convierte en uno de los síntomas más vistosos de la crisis. La política migratoria que desarrolla un país es el espejo de las posturas de los gobiernos que las inventan y esto es una obviedad en los países mediterráneos, aquí no se gobierna ni se gestiona a largo plazo por el bien común, todo se hace o deshace según el cristal con que se mire.
¿Qué nos diferencia de los helenos a los italianos, a los portugueses y a los españoles? Pues, muy poca cosa y al imperialismo alemán esas pequeñas diferencias les importan un pimiento, ven sólo una masa de países incapaces de ser independientes y muy posiblemente fáciles de ser dominados económicamente.
Para Hitler, Mussolini y Franco eran dos personajillos deformes (no mucho más que él mismo, por cierto) pertenecientes a una raza inferior, Portugal le interesaba menos que un rábano, Grecia al menos era estratégicamente interesante. Pero de hecho, ni Hitler en su momento, ni hoy la Sra Merkel, ven a nuestros países como identidades nacionales solidas y soberanas. Hoy somos una masa de países al borde del subdesarrollo factibles de ser intervenidos, perdón ya lo estamos, al igual que en los albores de la segunda guerra.
El pueblo en el Estado español esta tan drogado como la clase turista del avión de Almodovar. Sólo una minoría se levanta en asambleas populares, la mayoría esta pensando aún que les quitan las viviendas a los que dieron el paso más largo de lo que les daban las piernas, que los inmigrantes que no cotizan no tienen derecho a la SS, que hay demasiadas ayudas sociales para gente que no quiere trabajar y que los 15M son unos jipis-anarquistas-antisistema.
¿Será la corrupción lo que haga reventar a la población española? No creo, ya no votarán PP, pero tampoco votarán a las izquierdas o entrarán en los nuevos movimientos sociales, simplemente habrá un crecimiento de escépticos que no voten y de votantes de las derechas recalcitrantes de los partidos fascistas.
Pero no podemos mirarnos el ombligo y pensar que el Estado español esta aislado porque la gran madre Prusia esta haciendo la Dieta Mediterránea (3).
Italia, vota a Cinque Stelle liderado por Beppe Grillo representante de la antipolítica, no lo considero un fascista, pero las formas, son sospechosas. Más que el discurso, con el que estoy casi de acuerdo, es decir, anti-política corrupta, anti-manipulación mediática, anti-salarios exorbitantes para los políticos y todo lo que hace referencia en su programa a la política energética italiana es interesante, pero no estoy de acuerdo con la antipolítica en si misma, ya que sin política no hay democracia, ni la real ni la que tenemos. El voto de Beppe Grillo no viene sólo de quienes se han leído el programa o han participado en sus asambleas, Italia tiene tendencia a generar personalidades y acaban votando al líder y eso es peligroso.
Portugal se manifiesta continuamente, la situación no es muy diversa a la española, se despierta con más de 1.550.000 personas en la calle, convocadas por Que se lixe a troika. Su calidad de vida ha cambiado a peor en base a seguir las directivas de la troika a la que mandan ha hacer puñetas, el pueblo encontró su mejor manera de luchar en la historia e intenta resucitar la Revolución de los claveles.
Pero Grecia no, Grecia ha llegado al límite, esta al borde de estallar en algo más profundo que una manifestación multitudinaria, en una cadena humana en resistencia pacifica o en el voto a un líder carismático alternativo, Grecia tiene como segunda fuerza política a Alba Dorada.
Si continuo con este paralelismo infame entre la historia de las reacciones políticas a la crisis del 29 y lo que nos esta pasando posiblemente estaré haciendo un guión para el Discovery Channel, pero no un análisis medianamente coherente, sin embargo las políticas económicas y su acompañamiento con propaganda, censura, represión y ataques reiterados a las minorías me trae el aroma de los viejos libros de historia que relatan como Europa y Alemania en particular cayeron como ficha de domino al caer la economía de los Estados Unidos en Siglo XX. Las reacciones fueron las que conocemos, el nacimiento del nacionalsocialismo alemán, el movimiento fascista italiano, el falangismo español, el gobierno filofascista portugués representado por Antonio de Oliveira Salazar y el gobierno de Ioannis Metaxás en una Grecia colaboracionista y fascista que más tarde llevo a una guerra civil que acabo en 1949.
En relación al renacimiento de los nacionalismos a niveles estatales un articulo de L’Espresso (Italia 5/4/2012) describe el renacer del nacionalismo alemán y este es el que me da más miedo, porque Alemania ha perdido el sentimiento de culpa. Al unificarse el Estado germano se revaloriza redescubriendo la Prusia del orden, la disciplina y la parsimonia y así toda Europa esta destinada a asumir las consecuencias. Es en Berlín donde se decide nuestro futuro. Siempre con la crisis económica como argumento se vuelve al pasado, Alemania ya no mira a la mediterránea, ni a París, la capital ya no es la cultivada Bonn, ahora es Berlín, una ciudad que siempre ha mirado a las orgullosas llanuras del este.
La historia no es cíclica, o en olas o tiene un sentido progresista, pienso como Josep Fontana que dice que
“…la reflexión como historiador va más lejos. Fuimos educados en la idea de que la historia era una narración de progreso continuado, pero comienzas a ver que esta historia no era verdad, que hay progresos y descensos y que todo está vinculado básicamente a la capacidad de lucha que hay en cada momento determinado para exigir unos derechos sociales. Que las cosas vayan a peor no es imposible”
Pero también pienso que quizás conociendo la historia se puede cambiar el futuro, que es posible dar un golpe de volante antes de llegar al precipicio. Si no pensase que el camino que llevamos no es posible de variar, juraría, contando los síntomas, que vamos hacia la primera guerra europea del Siglo XXI, una guerra sin bombardeos pero sucia y oculta.
(1)
(2)
http://iniciativadebate.org/foro/?mingleforumaction=viewtopic&t=585.0
(3)
http://noticies.sirius.cat/2013/03/les-causes-del-nazisme-i-del-feixism.html
(4)
Licenciada en Geografía e Historia (UdL) y Antropología (URV).